TUTORIAL DEL CUADERNO 17 PARA LA FORMACIÓN DE LOS CATEQUISTAS

DE LOS NUEVOS RECURSOS CATEQUÉTICOS DE LA TERCERA ETAPA (CATEQUESIS PARA ADOLESCENTES Y JÓVENES) PUBLICADOS POR PPC:

“JESUS: ¿DÓNDE VIVES? VENID Y VERÉIS”

DEL PROYECTO DE RENOVACIÓN CATEQÚETICA DE LA DELEGACIÓN DE CATEQUESIS DEL ARZOBISPADO DE MADRID

UNIDAD CATEQUETÍCA 17 (catequesis vocacionales 5): De dos en dos (llamados a la misión)

«Contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todos las naciones» (Salmo 96)

  • Video tutorial 

  • Video completo presentación del cuaderno en el curso para catequistas y adolescentes 

  • Esquema de la presentación en el curso para catequistas y adolescentes

UNIDAD CATEQUETÍCA 17 (catequesis vocacionales 5): De dos en dos (llamados a la misión)

«Contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todos las naciones» (Salmo 96)

SUMARIO Y REFERENCIAS

Sumario:

PRIMERA PARTE: JESÚS: ¿DÓNDE VIVES?

Pregúntatelo todo: ¿Un ideal en la vida?

 (cuadros presentación 1ª parte y video sobre la película “Un sueño posible”)

Cuéntanos: La perfecta alegría (florecilla de San Francisco)

Escuchamos: La escalera de Jacob (Génesis 28, 11-19).

Soñamos: Nos sacaste de la tierra (Álvaro Ginel)

Mi diario: Y todo esto, ¿qué tiene que ver conmigo?

SEGUNDA PARTE: JESÚS: ¿DÓNDE VIVES? VENID

Ven y escucha: cuadros presentación de la segunda parte

Miramos: El Divino Impaciente (José María Pemán)

Admiramos: Joana, la medicina de la misión

Escuchamos: De dos en dos Lc. 10, 1-9

Respondemos (cuatro preguntas)

Meditamos:

  • Seamos valientes (Cardenal Carlos Osoro)
  • ¡Sal de esta tierra! (Patxi Loidi)
  • “El Siervo” (Ain Karem)

TERERA PARTE: JESÚS: ¿DÓNDE VIVES? VENID Y VEREIS

Abre los ojos: cuadros presentación de la tercera parte

Aprendemos (en añil): Anunciar el Evangelio por toda la tierra

Imitamos (en naranja): San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier

Cuidamos (en verde): Hacen falta profetas

Compartimos (en rojo): Evangelización y promoción humana

Participamos (azul): Laicidad y laicismo

Comunicamos (en violeta): Presentes en el continente digital

Oramos (en amarillo):

  • Tomad, Señor, y recibid
  • Canción: “Fuertes, humildes y diligentes” (Ain Karen)

Mi diario: Señor: Y de todo esto, ¿qué me dices a mí?

Referencias bibliográficas:

  • FLORECILLAS DE SAN FRANCISCO. Editorial San Pablo. Madrid 2007. 232p.
  • ÁLVARO GINEL. En “Catequistas” (febrero 2018), p. 11.
  • JOSÉ MARÍA PEMÁN. El divino impaciente. Edibesa. Madrid 2005, 199p.
  • CARDENAL CARLOS OSORO. Homilía en la Misa Crismal (Catedral de la Almudena, 17 de marzo de 2018).
  • PATXI LOIDI. Mar Rojo. Verbo Divino. Estella 2013, 13-14
  • FRANÇOIS BÉCHEAU.
  • 15 días con Ignacio de Loyola. Ciudad Nueva. Madrid 2002. 125p.
  • 15 días con Francisco Javier. Ciudad Nueva. Madrid 2003. pp. 89-90.
  • SAN PABLO VI. Exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi nº 31 (8 de diciembre de 1975)
  • PAPA FRNACISCO. Exhortación apostólica Evangelii Gaudium nº 23 y 178 (24 de noviembre de 2013)
  • MANUEL MARÍA BRU. Evangelizar en la cultura mediática. En clave de diálogo y oportunidad. Editorial CCS. Madrid 2018, 80p.

CATECISMO TESTIGOS DEL SEÑOR:

  • Anunciar el Evangelio por toda la tierra (Capítulo 50, p. 272).
  • San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier (Cap. 50, p. 271).
  • Los profetas: Dios invita a la conversión (Capítulo 14, p. 81).

DOCAT:

  • Evangelización y promoción humana (Capítulo 2, Pregunta 30)
  • Laicidad y laicismo (Capítulo 8, preguntas 207, 224, 214)
  • Presentes en el continente digital (Capítulo 2, pregunta 43)

Fonoteca:

AIN KAREN

  • “El Siervo” en “A todos los pueblos” (2010) de Aín Karen.
  • “Fuertes, humildes y diligentes” en “A todos los pueblos” (2010) de Aín Karen.

Filmoteca:

  • “Un sueño posible” (2009) del director John Lee Hancock
  • Ignacio de Loyola (2016), del director Paolo Dy
  • Los jesuitas: mitos y realidades (2016), de Goya Producciones.

OBJETIVOS Y LIGACIÓN DE LA UNIDAD CATEQUÉTICA

Objetivo de la unidad: despertar la inquietud por tener un gran ideal por el que gastar la vida, y descubrir en los misioneros el testimonio más elocuente del mundo de hoy de hombres y mujeres que gastan su vida por el gran ideal de anunciar y promover el Reino de Dios en la tierra, de justicia, de amor y de paz.

Acompañándoles en la búsqueda del camino:

Muchos ideales y sueños nobles y constructivos en la vida, son capaces de motivarla y encauzarla haciendo más felices a quienes los tienen y en la mayor parte de los casos más felices también a los demás. Puede ser el deseo de ser jugador de fútbol, como nos cuenta la película “Un sueño es posible”, o puede ser compartir una comunión inigualable en el seguimiento de Cristo, como le cuenta San Francisco al Hermano León al explicarle en que consiste la verdadera alegría. El relato bíblico del Sueño de Jacob, decía el Cardenal Martini, es el icono del sueño que puede llegar a tener en la vida todo ser humano capaz de hacerle pasar del caos de una existencia sin coordenadas a una vida con un sentido y con una meta apasionantes. Pero el cénit de esta propuesta a base de relatos para despertar en los adolescentes y jóvenes la “sana envidia” por un gran ideal para gastar la vida como es el de los misioneros, es la oración de un misionero, Álvaro Ginel, que como buen salesiano sabe tocar la experiencia real de los jóvenes: “Señor, nos sacaste de la tierra donde servíamos a los señores que nos esclavizaban: el consumo, los caprichos, el mi-me-conmigo y basta, o el todo se resume en tener y pasarlo bien”.

Acompañándoles en la búsqueda de la verdad:

La imagen tomada de todo un clásico de nuestro teatro, “El divino impaciente” de José María Pemán (para asomarnos al bellísimo diálogo poético entre San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier), recoge, junto al testimonio de vocación misionera de la joven Joana con las misioneras combonianas, los rostros concretos, de hace casi cinco siglos y de hoy, de esa doble dimensión de la catequesis bíblica de esta unidad: la misión ad gentes a la que Jesús manda a sus apóstoles, y el de “dos en dos” con el que hace ese envío, tal como nos lo cuenta San Lucas en su evangelio. Su proclamación ofrece la posibilidad de que tus catecúmenos y catequizandos, no sin tu ayuda, puedan sentirse de algún modo también involucrados en esas prácticas misioneras a las que Jesús manda a sus seguidores. Es más, sería recomendable con ocasión de este “de dos en dos” que sin perder el contexto meditativo y oracional de la lecttio divina, puedan en los mismos bancos de la capilla o sillas del oratorio, “de dos en dos” imaginarse parte de este envío, y compartir como harían para ir por las aldeas a anunciar el Reino de Dios, de modo que lo hiciesen unidos entre ellos, garantizando la presencia de Jesús por el prometida: “donde dos o tres estén unidos en mi nombre, yo estaré en medio de ellos” (Mt. 18, 20). Y, para que la “practica misionera” no se quede en un juego, la invitación del Cardenal Osoro a los jóvenes a ser valientes, y la oración “Sal de tu tierra” de Patxi Loidi, ayudará a descubrir que la llamada a la misión exige muchas renuncias, y liberarse de muchos apegos y comodidades, en pro de poder vivir una divina aventura.

Acompañándoles en la búsqueda de la vida:

Anunciar el evangelio por toda la tierra es la misión de la Iglesia y el tema con el que abrimos las catequesis formativas de esta unidad catequética, una explicación sobre la misión ad gentes que nos vuelve a encontrar en “Imitamos” con los dos santos españoles ya recordados en la primera parte, San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, y San Francisco Javier, uno de sus primeros compañeros y patrono de las misiones. Sería genial poder tener esta catequesis en una Javierada. No son pocas las vocaciones misioneras que han surgido al abrigo de esos montes y a los pies de los muros del Castillo de Javier en Navarra. Y si en “aprendemos” nos acercábamos a la “teología de la misión”, en cuidamos lo hacemos a la “teología de la profecía” que la precede y la connota. No podíamos desaprovechar la ocasión de mirar el mandato misionero desde la Doctrina Social de la Iglesia sin referirnos a una cuestión importante: las dos dimensiones inseparables e interdependientes de la misión: el anuncio del Evangelio que convierte personas y comunidades, y el testimonio transformador del Evangelio que pone en crisis y propone cambiar tantas realidades personales y sociales, estructurales, culturales y políticas. Es decir, la evangelización y la promoción humana. Otro aspecto relacionado con la misión de la Iglesia que preocupa a su Doctrina Social es el de una no menos importante diferencia: laicidad y laicismo, en la que la misión de la Iglesia, y en tantos lugares los misioneros más valientes, se juega su libertad y ponen en juego su valentía ante el atropello de los poderosos. Por último, tras tratar de la evangelización a través de la Red, terminamos con la oración de San Ignacio “tomad Señor y recibid”, que muestra la “santa indiferencia” como el arma interior necesaria que han de llevar consigo todos los misioneros y misioneras.