TUTORIAL DEL CUADERNO 13 PARA LA FORMACIÓN DE LOS CATEQUISTAS: Seréis bienaventurados

DE LOS NUEVOS RECURSOS CATEQUÉTICOS DE LA TERCERA ETAPA (CATEQUESIS PARA ADOLESCENTES Y JÓVENES) PUBLICADOS POR PPC:

“JESUS: ¿DÓNDE VIVES? VENID Y VERÉIS”

DEL PROYECTO DE RENOVACIÓN CATEQÚETICA DE LA DELEGACIÓN DE CATEQUESIS DEL ARZOBISPADO DE MADRID

 

  • Video tutorial 

  • Video completo presentación del cuaderno en el curso para catequistas y adolescentes

  • Esquema de la presentación en el curso para catequistas y adolescentes

UNIDAD CATEQUETÍCA 13 (catequesis vocacionales):

Seréis bienaventurados

La santidad es el adorno de tu casa, Señor, por días sin término (Salmo 23)

SUMARIO Y REFERENCIAS

Sumario:

PRIMERA PARTE: JESÚS: ¿DÓNDE VIVES?

Pregúntatelo todo: ¿Hay vida antes de la muerte?

 (cuadros presentación 1ª parte y video sobre la película “El cielo es real”)

Cuéntanos: Sin noticias de Dios

Escuchamos: ¿Cuándo me levantaré? (Job. 7, 1-4, 6-7 + Job. 19, 1.23-27).

Soñamos: La opresión del corazón (Guiacomo Leopardi)

Mi diario: Y todo esto, ¿qué tiene que ver conmigo?

SEGUNDA PARTE: JESÚS: ¿DÓNDE VIVES? VENID

Ven y escucha: cuadros presentación de la segunda parte

Miramos: ¿Hay alguien que no sea vulnerable?

Admiramos: Seminaristas mártires del Seminario de Madrid

Escuchamos: Seréis bienaventurados (Mt. 5, 3-16)

Respondemos (cuatro preguntas)

Meditamos:

¡Habla de nosotros!

Escucho tu Palabra (Jesús Bermejo)

La nueva humanidad (Brotes de Olivo)

TERERA PARTE: JESÚS: ¿DÓNDE VIVES? VENID Y VEREIS

Abre los ojos: cuadros presentación de la tercera parte

Aprendemos (en añil):

  • Sois Pueblo de Dios
  • Testigos que han sido mártires

Imitamos (en naranja): San Oscar Romero, mártir por el pueblo

Cuidamos (en verde): Esperamos unos cielos nuevos y una tierra nueva

Compartimos (en rojo): Nada de lo que hagamos será en vano

Participamos (azul): La libertad religiosa

Comunicamos (en violeta): La desinformación religiosa

Oramos (en amarillo):

  • Orar por los difuntos
  • No llores más si me amas (San Agustín)
  • Canción: “Vosotros sois mi pueblo” (Brotes de Olivo)

Mi diario: Señor: Y de todo esto, ¿qué me dices a mí?

Referencias bibliográficas:

  • JESÚS BERMEJO. Orar bajo la luz del Evangelio. Publicaciones Claretianas. Madrid 1999, p.66.
  • MARTÍN RODAJO. Ignacio Aláez Vaquero y 10 compañeros mártires. Arzobispado de Madrid. Madrid 2017, 57p.
  • MANUEL MARÍA BRU.
  • Testigos del Espíritu. Madrid 1998. pp. 198-199.
  • “¿Hay alguien que no sea vulnerable?”. En Alfa y Omega (26 de octubre de 2017), p. 13.
  • “Libertad religiosa”. En la obra colectiva CONSEJO DIOCESANO DE LAICOS DE LA ARCHIDIÓCESIS DE SEVILLA. Cristianos y ciudadanos para la Nueva Evangelización (Sevilla, 2012), 309p.
  • FRANÇOIS MAURIAC. Vida de Jesús. Madrid 2000. pp. 66-67.
  • CONSEJO PONTIFICIO PARA LAS COMUNICACIONES SOCIALES, “Ética en las Comunicaciones Sociales”, Edición semanal en castellano de: L´Osservatore Romano (Roma 2000).

CATECISMO TESTIGOS DEL SEÑOR:

  • Sois Pueblo de Dios (Capítulo 25, p. 157).
  • Testigos que han sido mártires (Capítulo 29, p. 180).
  • Esperamos unos cielos nuevos (Capítulo 35, p. 205).
  • Orar por los difuntos (Capítulo 35, p. 205).

DOCAT:

  • Esperanza en la vida eterna (Cap. 1, Pregunta 17)
  • La libertad religiosa (Cap. 8, preguntas 223, 225)

Fonoteca:

BROTES DE OLIVO

“La nueva humanidad” en “La nueva humanidad” (1996) de Brotes de Olivo.

“Vosotros sois mi pueblo” en “La nueva humanidad” (1996) de Brotes de Olivo.

Filmoteca:

  • “El cielo es real” (2014), del director Randall Wallace.
  • Romero (1989) del director Jhon Dugan

https://gloria.tv/album/tuA4GS4C7niZ4fzQT2gqRmsWH

 

OBJETIVOS Y LIGACIÓN DE LA UNIDAD CATEQUÉTICA

Objetivo de la unidad: A partir de la provocativa doble pregunta sobre la vida antes y después de la muerte, proponemos una vida plena en Cristo: vida de santidad como vocación universal dada en el bautismo y reflejada en las bienaventuranzas, y vida rescatada en la Resurrección de Cristo para toda la eternidad.

Acompañándoles en la búsqueda del camino:

La provocación existencial en esta unidad catequética es más directa y palmaria que en otras ocasiones: la película “El cielo es real” (como su homónimo libro en el que se basa) es una historia real que plantea la apertura tanto de la razón como del corazón a la inmortalidad del ser humano en su sentido más genérico; así como el diálogo profesor-alumno en “cuéntanos” nos sitúa ante el prototipo de experiencia existencial de apertura a la fe en Dios en las encrucijadas de los caminos de la enfermedad y de la proximidad de la muerte. Ambos relatos, muy distintos pero complementarios, nos llevan a Job, el autor sagrado por excelencia que vive y que expresa el drama humano en toda su complejidad, que al término de sus luchas interiores en las que acechan el desanimo y la duda (resaltamos en la propuesta reflexiva y de diálogo el contraste entre los dos textos propuestos), concluye: “me revestiré de mi piel, y con mi carne veré a Dios”, expresión preclara de la fe en la resurrección de los redimidos en su integridad personal, corporal y espiritual. Y es el poema de Guiaccomo Leopardi el que nos sitúa en el vértigo existencial (por todos los hombres experimentado aunque no siempre identificado y explicado), que une la pregunta de si hay vida antes y si hay vida después de la muerte, que a la postre es la misma vida y por tanto la misma pregunta, en la percepción más decisiva de la inquietud humana:  “se me oprime fieramente el corazón, pensando cómo pasa todo el mundo y casi no deja huella”.

Acompañándoles en la búsqueda de la verdad:

Dos testimonios reales nos sacan literalmente de las casillas del modo de entender la vida del pensamiento único y dominante, el del profesor Miguel Romero, como hermano mayor de un discapacitado mental (en “Miramos”), y el de los mártires seminaristas de Madrid de 1936 (en “Admiramos”). Por mucho que en pro de la no discriminación lo políticamente correcto sea hablar de diversas capacidades, el fuerte narcisismo que nos rodea nos impide hablar, como habla del Papa Francisco, de diversas invulnerabilidades, porque todos somos invulnerables. De otro modo, tampoco se entiende el no renegar de la fe para salvar la vida, porque no se entiende que la fe sea la que de sentido a la vida. Ambos testimonios (de entre los pobres y los perseguidos) ponen rostros concretos a las bienaventuranzas, proclamadas y meditadas en la lecttio divina. De la mano del escritor francés François Mauriac contemplamos el ambiente que rodea la proclamación de la carta magna del Evangelio, en el que los últimos de la historia humana descubren que para Dios son los primeros. La promesa en el mismo texto evangélico de plenitud de vida en la resurrección para los desheredados de este mundo, inseparable de la alegría y de la fortaleza ya aquí y ahora de su dignidad, queda hermosamente reflejada en el poema expansivo de las bienaventuranzas de Jesús Bermejo, porque la bienaventuranza en esta catequesis es a la vez reflejo de la vocación universal a la santidad y promesa de vida eterna.

Acompañándoles en la búsqueda de la vida:

Abordamos la mirada de la fe al martirio cristiano en “Aprendemos”, mientras en “Imitamos” ofrecemos el testimonio de uno de los más importantes mártires del siglo XX, San Oscar Romero, quien representa la entrega de la vida de miles de sacerdotes, religiosos, religiosas, y laicos en Iberoamérica, por defender a la vez su fe en Cristo y su consecuente fe en la dignidad de los empobrecidos. Y abordamos en “Cuidamos” la catequesis de “los novísimos”, de las distintas verdades reveladas por Jesús sobre la vida a la que estamos llamados tras el trance de la muerte, que traduce en “Compartimos” la dimensión social de los cielos nuevos y la nueva tierra, y resuelve la falsa contradicción entre esperanza en la vida eterna y responsabilidad en la vida terrena, para contrarrestar la anti-catequesis laicista que vincula la fe en la vida eterna con la resignación ante las injusticias sociales. Libertad y desinformación religiosas, en el entorno del laicismo, son aspectos concomitantes necesarios para entender la bienaventuranza de los perseguidos por su fe. Terminamos con la explicación de la oración por los difuntos y ese bello texto atribuido a San Agustín puesto en boca de quien desde el cielo nos consuelan a los que aún estamos en esta etapa de la vida.