Compartimos este artículo publicado en eldebate.com de Juan Carlos Carvajal Blanco, profesor de Evangelización y Catequesis en la Universidad Eclesiástica San Dámaso y miembro del Equipo de Expertos de la Delegación Episcopal de Catequesis.
En cada Eucaristía, la Iglesia manifiesta su amor por todos sus hijos difuntos –e incluso por aquellos cuya fe solo Dios conoce– y ofrece la Acción de gracias de Jesucristo para que sus pecados, con sus consecuencias, sean perdonados.
Así, pues –como nos recuerdan los números 1371-1372 del Catecismo– en cada Eucaristía, la Iglesia manifiesta su amor por todos sus hijos difuntos –e incluso por aquellos cuya fe solo Dios conoce– y ofrece la Acción de gracias de Jesucristo para que sus pecados, con sus consecuencias, sean perdonados, y así puedan ser admitidos al banquete pascual que él mismo ha preparado en el Reino del Padre.