El jueves 18 de noviembre tuvo lugar la cuarta ponencia del Curso Anual de Catequistas de la Archidiócesis de Madrid 2016-2017, con el título EL CATEQUISTA MISTAGOGO DE LA FE, impartida por el directorio del Bienio de Evangelización y Catequesis de la Universidad Eclesiástica San Dámaso de Madrid, Dr. Don Juan Carlos Carvajal.
Les ofrecemos en este espacio estos contenidos:
- Tres frases destacables de la Ponencia.
- Esquema de la Ponencia ofrecida por el mismo ponente.
- Resumen elaborado por Mauricio Laballén.
- Enlace del video de la Ponencia transmitida por striming.
- Programa del resto de ponencias.
TRES FRASES DESTACADAS DE LA PONENCIA:
- Lo que debemos hacer (introducir a los catecumenos en el Misterio de Dios) no pude ser tan difícil que no lo podamos hacer. El que nos llama a esta misión nos capacita para cumplirla. Es una misión de cristianos, no de élites.
- El sentido sobrenatural de la fe nos hace connaturales con el Misterio de dios. Esta connaturalidad con Dios no es otra cosa que la santidad. ¿Queréis ser catequistas mistagogos? ¡Desead sed santos!
- LA primera escuela del catequista mistagogo es propia experiencia de fe. ¿Os habéis detenido a observar vuestra propia experiencia de fe? La primera escuela del catequista es su memoria.
ESQUEMA DE LA PONENCIA:
El catequista, mistagogo de la fe
Juan Carlos Carvajal Blanco
Universidad San Dámaso
Madrid
I.- UNA CATEQUESIS QUE INTRODUZCA EN EL MISTERIO DE DIOS
1.- El malestar eclesial ante los resultados de la catequesis
2.- El reto de una catequesis mistagógica[1]
– La experiencia creyente es requerida por el ambiente cultural y por la idiosincrasia de la fe
– Hoy, más que nunca, la catequesis, se encuentra ante el reto de iniciar en el misterio de Dios. La catequesis ha de ser ante todo una catequesis mistagógica.
La mistagogía espiritual cuida de la transmisión y de la asimilación adecuada del misterio cristiano. Ayuda a acogerlo y comunicarlo desde la gracia y la experiencia. Más que método, es una sensibilidad espiritual peculiar, que acompaña el proceso de comunicación en todos sus componentes y recorrido, don gratuito de Dios, participación personal del sujeto, mediaciones. En primer plano están las personas que se comunican. A su servicio los demás medios. Resultan cuatro ingredientes en la experiencia mistagógica: Dios vivo que personalmente se comunica, el sujeto libre que lo recibe y se deja transformar, maestro experimentado e inspirador, con ayuda de doctrina y práctica[2]
3.- Cuestiones que surgen ante una catequesis mistagógica
– ¿La catequesis puede interferir en la relación personal con Dios?
– ¿La experiencia mística no es propia de una élite?
– Una catequesis mistagógica necesita catequistas mistagogos ¿Dónde se encontrarán?
II.- EL MISTERIO CRISTIANO: REVELACIÓN DE DIOS, SALVACIÓN DEL HOMBRE
1.- La revalorización actual de la mística es un fenómeno ambiguo
2.- Breve apunte sobre el misterio Cristiano
Realmente, el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado. Pues Adán, el primer hombre, era figura del que había de venir, es decir, de Cristo, el Señor. Cristo, el nuevo Adán, en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la grandeza de su vocación […] Pues Él mismo, el Hijo de Dios, con su encarnación, se ha unido, en cierto modo, con todo hombre (GS 22)
– El ser humano es un misterio para sí mismo
– El misterio del hombre está envuelto y sostenido por un Misterio de luz y oscuridad
– El Misterio de Cristo revela el misterio del hombre en la revelación del Misterio amoroso del Padre
– Dios revela el Misterio de Cristo, misterio de salvación para el hombre, por el don de su Espíritu
– El hombre espiritual es el que conoce y participa del Misterio de Dios revelado en Jesucristo
III.- EL CATEQUISTA, UN TESTIGO DE LA FE QUE INTRODUCE EN EL MISTERIO CRISTIANO
Mistagogo es quien ha hecho la experiencia de Dios y de su misterio, y acompaña en su camino a quien la hace de nuevo. Pero la ayuda no consiste en darle normas prácticas, sino en proponerle el misterio mismo de Dios y de su comunión con el hombre, haciendo que el mismo misterio marque el contenido y las modalidades de la nueva experiencia. El arte del mistagogo consiste en saber transmitir, no la propia experiencia, sino gracias a la propia experiencia, el misterio de Dios personal y gratuito, que se revela libremente a quien le busca[3]
– El catequista mistagogo es un creyente que tiene experiencia del misterio cristiano
– El catequista mistagogo es un testigo-maestro que sabe proponer y acompañar a otros en el camino de la comunión divina
1.- El Catequista un creyente que tiene experiencia del misterio Cristiano
– Nuestro presupuesto un catequista medio puede y debe ser catequista-mistagogo
La totalidad de los fieles que tienen la unción del Santo (1 Jn 2,20 y 27) no pueden equivocarse en la fe. Se manifiesta esta propiedad suya, tan peculiar, en el sentido sobrenatural de la fe de todo el pueblo: cuando “desde los obispos hasta el último de los laicos cristianos” muestran estar totalmente de acuerdo en cuestiones de fe y de moral. El Espíritu de la verdad suscita y sostiene ese sentido de la fe. Con él, el Pueblo de Dios, bajo la dirección del magisterio al que obedecen con fidelidad, (1.-) recibe, no ya una simple palabra humana, sino la palabra de Dios (cf. 1 Tes 2,13). (2.-) Así se adhiere indefectiblemente a la fe transmitida a los santos de una vez para siempre (Jud 3), (3.-) la profundiza con un juicio recto y (4.-) la aplica cada día más plenamente en la vida (LG 12, cf. DV 8).
– En cuanto bautizado, el catequista esta investido por el sentido de la fe (sensus fidei)
- ¿Qué es el sentido de la fe (sensus fidei)?
- Los efectos de este don son los siguientes:
– El creyente escucha y reconoce la Palabra de Dios en las palabras humanas que anuncian el Evangelio. Este paso de la palabra humana a la palabra divina es posible en virtud de la connaturalidad (sentido de la fe) que el Espíritu procura en el creyente respecto a esta última
– El creyente se adhiere indefectiblemente a la fe transmitida por los apóstoles. El sentido de la fe se enmarca y se sostiene en el contexto de la comunión eclesial en la fe, es decir en el “sensus fidelium” por el que la totalidad de los creyentes, bajo la guía del magisterio, no se puede equivocar
– El creyente profundiza, con juicio recto, en el sentido, valor y significado de la fe. La fe no es mera fórmula abstracta, está preñada de significado vital
– El creyente es capaz de poner en relación la fe con la vida. En realidad, “existe una interacción vital entre el sensus fidei y la vivencia de la fe en los diversos contextos de su vida personal
– El catequista ejerce su misión catequizadora ejercitando el sentido de la fe (sensus fidei)
- El papa Francisco, pone en el sensus fidei el fundamento por el que un discípulo de Cristo esta ipso facto capacitado para evangelizar (discípulo-misionero) (cf. EG 119)
- Este principio se debe aplicar a los catequistas, lo cual supone la condición para que puedan desarrollar una catequesis verdaderamente mistagógica
– Claves formativas para que el catequista desarrolle el sentido de la fe (sensus fidei)
- La formación ha de alentar en el catequista su vocación a la santidad
- La formación ha de partir y potenciar la experiencia espiritual del catequista
- La formación ha de promover la participación del catequista en la vida de la Iglesia
- La formación ha de ofrecer los elementos necesarios para poder expresar la fe
2.- El Catequista-mistagogo, testigo que acompaña y propone el camino hacia el Misterio cristiano
– En el catequista-mistagogo, testimonio, mistagogía y acompañamiento van necesaria de la mano
– Algunos elementos de la intervención mistagógica:
- Testigo y pedagogo del Amor divino
- Acompañante del proceso de conversión
- Mediador de la vida comunitaria
[1] El cristiano del futuro o será un “místico”, es decir, una persona que ha “experimentado” algo, o no será cristiano. Porque la espiritualidad del futuro no se apoyará ya en una convicción unánime, evidente y pública, ni en un ambiente religioso generalizado, previos a la experiencia y a la decisión personales (K. Rahner; “Espiritualidad antigua y actual”, en: Id., Escritos de teología, T. VII (Madrid 1969) 25)
[2] F. Ruiz Salvador, Caminos del Espíritu. Compendio de Teología Espiritual (Madrid 51996) 49.
[3] F. Ruiz Salvador, “Introducción general”, en: San Juan de la Cruz, Obras completas (Editorial de Espiritualidad, Madrid 31988) 25.
RESUMEN DE LA PONENCIA (elaborado por Mauricio Laballén)
El catequista mistagogo
Una catequesis que introduzca en el misterio de Dios
Todos tenemos capacidad para ser catequistas mistagogos.
La Iglesia está redescubriendo este elemento, porque nos frustra que muchas veces en la catequesis no terminamos de conseguir que los catequizandos se inicien verdaderamente en la fe.
Somos conscientes de que muchos dejan la catequesis después de la primera comunión.
Muchos pasan por la catequesis, pero muchas veces la catequesis no logra que la Palabra de Dios haga eco en sus vidas.
Debemos introducir en la experiencia del misterio de Dios
De ahí, “mistagogía”.
“El cristiano del futuro, o será un místico, o no será cristiano”. Y ese futuro es hoy.
¿Somos místicos? ¿Hemos experimentado el misterio de Dios? El ambiente nos lo reclama. Esto es una exigencia de nuestra propia fe.
En la catequesis debemos promover una experiencia para que aquellos que se inician tengan un conocimiento “comunional”, de intimidad, con el Señor. No basta con una enseñanza meramente conceptual. Hay que participar y hacer participar en el misterio.
El objetivo de nuestra tarea es que los catequizandos se introduzcan en ese misterio.
Catequesis de iniciación cristiana
¿A qué estamos iniciando? Estamos iniciando a la vida cristiana. A la forma de vivir cristianamente.
Y eso es muy importante, pero es solamente el cascarón. La vida cristiana nos lleva a participar de la vida de la Iglesia. Y la vida de la Iglesia no es la vida de un club. En la vida de la Iglesia se da la vida de Jesucristo.
La Iglesia es el Cuerpo de Cristo
Quien quiera entrar en relación con la cabeza, necesariamente tiene que entrar en relación con su cuerpo. Por ejemplo, limpiar la Iglesia es un acto de servicio que visibiliza delante de toda la comunidad el servicio de Cristo.
Cristo está presente en la vida de la Iglesia.
Jesucristo es el testigo de la vida de comunión de Dios Trinidad
Cuando yo me estoy identificando con Cristo y participo de su vida, en realidad estoy -humanamente- viviendo la vida de Dios.
El Hijo de Dios se hizo hombre para traducir humanamente la vida de Dios.
El misterio divino nos desborda, pero Jesús nos lo acerca.
Si nosotros vivimos la vida de Cristo, estamos viviendo la vida de Dios.
Por eso no podemos quedarnos solamente en que la gente aprenda a vivir cristianamente, ni que sólo formen parte de la Iglesia, ni siquiera que sean seguidores de Cristo. A través de este itinerario, en realidad, estamos introduciendo en la vida de Dios, en el misterio de Dios.
Eso es la iniciación cristiana.
Quien establece esa relación es el Espíritu Santo
Él vivifica la Iglesia, y hace que su realidad humana sea, en Cristo, sacramento de salvación.
La Iglesia es en Cristo, un instrumento de la salvación. Hace presente el misterio de Dios.
Nosotros le pedimos ayuda al Espíritu, pero en realidad es Él el que está actuando.
La iniciación cristiana es una iniciación en la fe
Es la fe la que nos permite pasar de lo visible a lo invisible.
La catequesis de iniciación es ayudar a los niños, adolescentes, jóvenes y adultos que, participando de las cosas visibles de la Iglesia, descubran el misterio de Dios. Los contenidos son una mediación para lograr ese objetivo.
Sin tener presentes estas cosas, la vida cristiana se puede convertir en una carga.
La vida cristiana es una vida en Dios y con Dios
Porque Dios está con nosotros. En cada cosa hacemos presente el misterio de amor y comunión con Dios.
Cristo, por medio de su Espíritu, quiere vivir en nosotros.
Esa es una catequesis que introduce en el misterio. Que pone en el punto de mira nada más, y nada menos, que el misterio de Dios.
Haciendo esto somos mistagogos de la fe. Y Jesús nos ha enviado a hacer esto. Y nos ha dado los medios para poder hacerlo.
Nosotros tenemos un sentido sobrenatural de la fe
Y esto va más allá de nuestras cualidades naturales, porque es un don del Espíritu. Todos nosotros hemos recibido el Espíritu. Es una gracia por la cual nos damos cuenta qué cosas están en relación con Dios y qué cosas no están en relación con Dios. Debemos cultivar ese sentido, para que se ilumine.
Enseñamos que por el sentido de la fe
- Somos capaces de entender de qué forma Dios habla en las personas que Él utiliza como portavoces suyos.
- Nuestra fe no es individual sino eclesial. No transmitimos nuestras opiniones, sino la fe de la Iglesia.
- Podemos profundizar las verdades de la fe con un juicio recto. Somos capaces de entrar en el misterio que portan las fórmulas, los ritos.
- Vivimos nuestra vida de acuerdo con la fe, porque la fe es una realidad viva. Por pura gracia.
Todo esto hace que la fe nos permita vivir en el misterio de Dios.
El Espíritu nos permite abrir a los catecúmenos el misterio de Dios.
Debemos fiarnos del poder de la fe
Más que de nuestras condiciones personales y de la preparación que podamos tener.
Lo importante es nuestra vivencia de la fe. Nuestra intuición. Nuestra connaturalidad con Dios.
Si nuestra formación no incide sobre nuestro sentido de la fe, nuestra carrera es en vano.
A Dios solamente se lo alcanza por el don que Dios nos da. No por nuestro esfuerzo y nuestra conquista.
¿Cómo podemos cultivar este sentido para poder ser auténticos mistagogos?
Este sentido nos hace ser connaturales con el misterio de Dios. De la misma opinión con Dios.
Eso que es propio de Dios y nos hace ser connaturales a Él es la santidad.
Nuestra vocación es la santidad, y ser santo es ser como Cristo. Es entrar en sintonía con el único Santo. Solamente el santo es testigo. Solamente aquél que se parece a Cristo es testigo.
Lo importante es estar en el camino de la santidad, es decir, querer ser santo.
Los mejores catequistas son la gente santa. Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
¿Queréis ser mistagogos? Desead ser santos. Si no deseáis ser santos, no seréis mistagogos.
Esta connaturalidad reclama una experiencia espiritual
Nadie puede transmitir a otro lo que no ha vivido. Debemos tener una experiencia del misterio de Dios.
¿Cuánto le habéis dedicado en vuestra preparación de catequistas a contemplar vuestra propia experiencia de Dios?
Vuestra propia experiencia de Dios, obrada por la gracia, es la primera escuela donde Dios os quiere enseñar para que podáis ser mistagogos de la experiencia de vuestros niños, adolescentes y jóvenes.
La primera escuela para ser un catequista mistagogo es vuestra propia experiencia de fe
¿De qué forma el Señor os ha introducido en su misterio?
¿Qué experiencia tengo yo de lo que le quiero transmitir a los catequizandos?
Hace falta tener una experiencia eclesial del misterio
La experiencia cristiana no es una experiencia individual.
Dios, cuando nos da a saborear algo, quiere que sea una experiencia compartible, eclesial.
No se puede ser catequista si uno no está metido en la comunidad.
Nuestro sentir debe estar vinculado al sentir de los pastores, porque es lo que nos da garantía de verdad de lo que sentimos.
Es importante la formulación que hagamos de la fe
Debemos aprender nuevos lenguajes que nos ayuden a ser capaces de introducir a la gente al misterio. No podemos contentarnos con repetir fórmulas. Debemos ser creativos en el lenguaje. Pensar de qué forma transmitimos esto. De qué modo ponemos palabras a lo que no tiene palabras.
Nosotros ponemos la palabra para sacar a la luz el misterio de Dios que late, porque en Él vivimos, nos movemos y existimos.
Nosotros no tenemos que llevar el misterio a nuestros catequizandos, porque el misterio de Dios ya está en ellos.
Por nuestra connaturalidad con Dios, podemos ayudarlos a descubrirlo.
La síntesis del Delegado. Las ideas luminosas para nuestra vida como catequistas
- Lo que debemos hacer, introducir en el misterio de Dios, no puede ser tan difícil que no lo podamos hacer. El que nos llama a esta misión nos capacita para cumplirla. Es una misión de cristianos, no de elites. Esto nos da paz. Dios nos capacita.
- El sentido sobrenatural de la fe nos hace connaturales con el misterio de Dios. Esta connaturalidad con Dios no es otra cosa que la santidad. ¿Queréis ser catequistas mistagogos? Desead ser santos. Esto nos pone en el centro de nuestra vocación como catequistas.
- La primera escuela del catequista mistagogo es la propia experiencia de fe. ¿Os habéis detenido a observar vuestra propia experiencia de fe? La primera escuela está en vuestra memoria.
ENLACE CON EL VIDEO DE LA PONENCIA:
PROGRAMA PROXIMAS PONENCIAS:
Plan de formación de catequistas
Curso Pastoral 2016-2017
Delegación Episcopal de Catequesis (Arzobispado de Madrid)
CURSO ANUAL DE CATEQUÉTICA
Lección apertura: ¿Qué es la catequesis?
Juan Luis Martín Barrios (Dir. Subcomisión de Catequesis de la CEE) 27 de octubre de 2016.
Primer bloque: La identidad del catequista
1.- Jesús maestro, modelo del catequista
Miguel Ángel Medina (Profesor catequética de la UESD) 3 de noviembre 2016.
2.- El catequista testigo
Gregorio Aboín (Profesor catequética de la UESD) 10 noviembre de 2016.
3.- El catequista mistagogo
Juan Carlos Carvajal (Dir. Bienio catequética UESD) 17 noviembre de 2016.
Segundo bloque: Hacer catequesis hoy
4.- Repensar la catequesis
Álvaro Ginel SDB. (Director Revista Catequistas) 24 noviembre de 2016.
5- Iniciar en la fe
Eduardo Madrazo CMF (Experto en los Oratorios) 1 de diciembre de 2016.
Tercer bloque: Elementos de metodología
6.- La función de la experiencia en la catequesis
Álvaro Ginel SDB (Director Revista Catequistas) 15 de diciembre de 2016.
7.- Acompañar la interioridad
Elena de Andrés Suarez (Profesora Instituto San Pío X) 12 de enero de 2017.
Cuarto bloque: Cuatro acentos de la catequesis
8.- La Palabra de Dios
Herminio Otero (Departamento de Catequética PPC) 19 de enero de 2017.
9.- Cuidar a Dios: ¿Qué imagen?
Jesús Rojano SDB (Director Revista Misión Joven) 26 de enero de 2017.
10.- Transmitir la memoria de la fe
Francisco Pérez Sánchez (coordinador catequesis Vicaría VI) 2 de febrero de 2017.
11.- La catequesis de la vida
José Luis Saborido SJ. (Director Revista Catequética) 9 de febrero de 2017.
Quinto bloque: Renovar el lenguaje de la catequesis
12.- El arte de comunicar
Ángel Lafuente (Dir. Instituto de Técnicas Verbales) 16 de febrero de 2017.
13.- Catequesis en el “sexto continente”
Ricardo Latorre Cañizares (sacerdote y periodista) 23 febrero de 2017.
Sexto bloque: Algunas situaciones emergentes
14.- Déficit de atención e hiperactividad
Adela Tortosa (ANSHDA) 2 de marzo de 2017
15.- El desafío de la interconectividad
María Solano. Directora Revista Hacer Familia) 9 de marzo de 2017.
16- Diversas capacidades
Mauricio Lavallén (Delegación Catequesis) 16 de marzo de 2017.
Sétimo bloque: Catequesis familiar y catecumenado de adultos
17.- Catequesis familiar
Oscar García Aguado (Párroco Virgen de los Llanos) 23 de marzo de 2017.
18.- Catecumenado de adultos
Juan Ignacio Rodríguez Trillo (Profesor UESD) 30 de marzo 2017.
Octavo bloque: Catequesis para el compromiso
19.- El fin es el Reino
José Luis Segovia (Vicario Episcopal Pastoral Social) 6 de abril de 2017.
20.- Doctrina Social de la Iglesia
Ignacio Mª Fernández (Consiliario de Justicia y Paz) 27 de abril de 2017.
Noveno bloque: Catequesis en proyección pastoral
21.- Hacía la pastoral de niños y jóvenes
Ángel Luis Caballero (Párroco de la Santísima Trinidad) 4 de mayo de 2017.
22.- Catequesis en la misión evangelizadora de la comunidad parroquial
Lucas Berrocal (Párroco de Nuestra Señora de Europa) 11 de mayo de 2017.
Décimo bloque: Catequesis en comunión eclesial
23.- La catequesis desde Evangelii Gaudium
José Mª Pérez (Dir. del Bienio del Instituto San Pío X) 18 de mayo de 2017.
24.- Catequesis y Pastoral evangelizadora
Carlos Aguilar (Vicario Episcopal de Evangelización) 25 de mayo de 2017.
Sesión de clausura (de todos los cursos): Unidos para la misión
Monseñor Carlos Osoro (Arzobispo de Madrid) 1 de junio de 2017.
CURSOS DE FORMACIÓN BÁSICA
Curso para parroquias, arciprestazgos y vicarías, entre 3 y 8 sesiones en lugar, días y horarios a elegir por los mismos grupos.
Repensar la catequesis: Álvaro Ginel SDB (Director de la Revista Catequistas).
La Palabra de Dios: Herminio Otero (Departamento Catequética PPC).
Cuidar a Dios en la transmisión de la fe: Jesús Rojano SDB (Director de la Revista Misión Joven).
El arte de comunicar: Ángel Lafuente (Director del Instituto de Técnicas Verbales).
El desafío de la interconectividad: María Solano (Directora de la Revista Hacer Familia).
Catequesis familiar: Oscar García Aguado (Párroco Virgen de los Llanos).
Catequesis y compromiso: Ignacio Mª Fernández (Consiliario diocesano de Justicia y Paz).
Catequesis en la misión evangelizadora de la parroquia: Lucas Berrocal (Párroco de Nuestra Señora de Europa).
CURSOS MONOGRÁFICOS
Cursos de pedagogía catequética de comunicación y liderazgo
(3 horas cada uno, unidos en la misma jornada, en sábado):
- Liderazgo y dinámica de grupos, sábados mañana.
- Habilidades de comunicación oral, sábados tarde.
Cursos sobre nuevos desafíos para la catequesis
(De temáticas distintas a la de los cursos anteriores, de 3 horas):
Catequizar con el lenguaje de hoy (Manuel María Bru)
Identidad del catequista según el Papa Francisco (Mauricio Lavallén)
Jesús, perfecto comunicador, hablaba con parábolas (Ricardo Latorre)
Los recursos mediáticos para la catequesis (Jorge Barrantes)
Curso de Verano
- ¿Temática?Ser catequistas y hacer catequesis.
- ¿Cuándo?Del jueves 6 al domingo 9 de julio de 2017.
- ¿Dónde?Casa de Espiritualidad La Cruz (Robledo de Chavela).
EJERCICIOS ESPIRITUALES para catequistas (2017): Tres tandas 3, 4 y 5 de febrero; 3, 4, y 5 de marzo, y 31 de marzo, 1 y 2 de abril, en Robledo de Chavela.
MÁS INFORMACIÓN: Delegación Episcopal de Catequesis. Delegado: Manuel María Bru
Secretaria: Blanca Jiménez. ddcat@archimadrid.es / 91 454 64 45 / www.catequesis.archimadrid.es
Muy buena disertacion del profesor Juan Carlos Carvajal, aprendí el significado del concepto de Mistaggo ya que no lo conocía, no he sido catequista como tal pero si he ayudado a formar a jovenes en cuanto a la escucha de la palabra de Dios e invotarlos a las celebraciones eucaristicas dominicales