Infomadrid.- Emoción. Nervios. Ilusión. Esperanza… Estas han sido las principales emociones que han predominado esta tarde en la catedral de Santa María la Real de la Almudena donde más de mil personas, en su mayoría niños y niñas acompañados por sus padres y abuelos, así como adolescentes y jóvenes, se han dado cita para asistir a la llegada de los Reyes Magos a la capital de España. Como Milo, un chiquitín de 2 añitos, cuya madre no sabía si sería capaz de aguantar toda la ceremonia. O los hermanos Sanz -Miguel, de 10 años, Diego, de 12, y Marta, de 6- que acompañados por su madre esperaban impacientes para abrazar a los de Oriente, en especial a Gaspar, el favorito de Marta, a quien entre otros presentes ha pedido un perrito de peluche. O los más chiquitines de la familia Barrantes Abad -Rocío, de 3 añitos, con una misiva redactada por su hermana Ana, de 8, y Miguel, de 5, cuya carta había escrito su hermano Jorge, de 10, y en la que ha pedido pocas cosas, con la esperanza de que pidiendo poco le traen más regalos.

Presidida por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, la ceremonia ha estado amenizada por villancicos populares entonados por tres coros de voces blancas, pertenecientes al Colegio Los Tilos y a los colegios parroquiales de Nuestra Señora de la Paz y Nuestra Señora de la Misericordia.

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En su saludo inicial, el purpurado ha preguntado a los menores si estaban preparados para recibir a los Reyes, explicando que a comienzos de curso les escribieron una carta preguntando dónde se iban a quedar estos días, ya que «ahora, en parroquias, en cabalgatas… tienen un montón de tarea». Y les ofrecieron la casa de los obispos. Por su parte, Sus Majestades pidieron un favor, ya que «lo que más nos gusta es decirles, a todos los niños y niñas, y a los papás y a las mamás, y a todos los abuelos y abuelas, que nos encanta adorar a Jesús. Porque, si no hubiéramos visto a Jesús, y no le hubiéramos adorado, no podríamos dar regalos, porque no nos apetecería. Nos gusta dar regalos a cada niño y a cada niña, y a los mayores, porque Jesús nos lo pidió. Y, como Jesús nos lo pidió, lo primero que queremos hacer al llegar a Madrid, y lo que más nos gusta, es rezar un poquito delante de Jesús. Y que los niños y niñas, y todas las familias, puedan rezar un momentito delante de Jesús. Porque eso es lo que cambió nuestras vidas». A pesar de las vacaciones, los Magos aseguraron al cardenal Cobo que «el Niño Jesús va a llamar a muchos niños para que vengan esta tarde a la catedral». Por eso, ha continuado, «si estáis hoy aquí» es que «el Niño Jesús os ha llamado, igual que llamó a los Reyes Magos». Y ha insistido, en alusión a los de Oriente: «no os olvidéis nunca que lo primero que quieren es adorar al Niño Jesús, y que todos nosotros hoy adoremos un poquito al Niño Jesús». A continuación, ha manifestado su agradecimiento por la presencia de tantos menores; al Niño Jesús, «porque os ha traído Él»; y «a todos, a todos, los que os dejáis ilusionar por los Reyes Magos. A los mayores también».

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«Jesús escucha todo lo que le decimos»

Los conductores del encuentro han ambientado la llegada de los Magos narrando la historia de cómo descubrieron y siguieron la estrella, así como los regalos que llevaron al Niño Jesús, intercalando preguntas a los pequeños. En su intervención, han asegurado que Sus Majestades no descubrieron la felicidad hasta que no encontraron a Jesús.

La campana, encargada de anunciar la llegada de los Reyes Magos, ha dado paso al canto de El tamborilero mientras el arzobispo recibía al cortejo real, que ha entrado en la catedral por la puerta principal precedido por el toque de trompetas de los Heraldos del Evangelio.

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Una vez llegados al altar, los de Oriente se han arrodillado para adorar al Niño Dios. Un espacio aprovechado por el arzobispo de Madrid para invitar a los presentes a hacer un ratito de oración, en silencio, para acoger «a los Magos que vienen de Oriente, y lo primero que hacen es ponerse de rodillas delante de Jesús. Pues nosotros también vamos a adorar, cada uno, al Niño Jesús». «Jesús está esperando escucharnos a cada uno de nosotros. Los Magos de Oriente son expertos en escuchar a Jesús. Pues con ellos vamos a ver lo que Jesús tiene que decir a cada uno de nosotros». Así, ha invitado a abrir el corazón «para escuchar lo que Jesús dice», porque «Jesús escucha todo lo que decimos» y va a «decirnos una cosa a cada uno de nosotros».

En su acción de gracias, el arzobispo ha dicho: «gracias, Jesús, por todo lo que nos dices. Si alguno no hemos escuchado muchas cosas, esta noche seguro que lo podemos escuchar en el silencio de casa. Gracias, Jesús, por habernos traído aquí a los Reyes Magos. Gracias por papá, por mamá, por los abuelos, por los tíos, por toda la gente que hay a nuestro alrededor, que también nos cuidan y nos llevan a ti, como los Reyes Magos. Gracias, Jesús, por haber nacido, y por hacer que todos los niños y niñas que estamos en esta catedral seamos otros Reyes Magos. Y gracias a los que están aquí, porque nos recuerdan lo que somos los mayores y los pequeños».

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«Conocí a Jesús y encontré la felicidad»

En nombre de los Magos, Baltasar ha tomado la palabra para agradecer la acogida recibida y la invitación a compartir ese momento de oración y encuentro con los niños, en la catedral. En su alocución a los menores, ha asegurado que «un día conocí a Jesús y encontré la felicidad». Y ha afirmado que, en su visita al Niño Jesús, sintió en su corazón «una alegría como nunca había sentido. Y supe que era mi felicidad».

Su Majestad ha señalado que «todos estamos llamados a ser felices. Por el amor de Jesús, que cura. Y a estar alegres. Nuestras familias necesitan ponerse en camino y, por la fe, descubrir al Rey de Reyes». «Caminando juntos podemos descubrir el amor que Dios nos tiene», ha dicho. Y ha invitado a hacer un momento de oración, pidiendo al Niño Jesús por las familias, por los amigos, y también por aquellos que no conocer a Dios.

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Tres pequeños, en representación de todos los presentes, han subido al altar para dirigir sus preguntas a los de Oriente. Así, Jorge Barrantes ha lanzado su consulta a Melchor, centrada en cómo descubrió la estrella de Belén. En su respuesta, el Mago ha animado a los pequeños a estudiar, a ir al colegio y a aprender para intentar conocer la verdad, «porque Dios es la verdad». Ante la consulta de Ana Barrantes, Gaspar ha exhortado a vencer la pereza, como hicieron ellos al ver la estrella, y a dedicar un tiempo al Señor. Por último, Raquel Rodríguez ha cuestionado a Baltasar sobre cómo se ‘libraron’ de Herodes, quien después de darle un abrazo ha exhortado a los pequeños a escuchar los buenos consejos de padres, profesores, catequistas… para tomar buenas decisiones. «Si estudiamos y no tenemos pereza, entonces escucharemos los buenos consejos y los pondremos en práctica», ha concluido.

Buscar estrellas en medio de Madrid

En su exhortación final, el cardenal Cobo, en nombre del Niño Jesús, ha manifestado su agradecimiento a todos los asistentes. En especial, «a todos los que buscáis estrellas en medio de Madrid. Y a los que, cuando hay noche y oscuridad, sabéis mirar al cielo y mirar a Jesús, y encontráis siempre allí la luz, como nos enseñaron los Magos. Gracias».

«Esta tarde, aquí, está la Iglesia de Madrid. Y pocas veces la Iglesia de Madrid tiene una cara tan alegre. Gracias a vosotros. Y pocas veces la Iglesia de Madrid tiene un rostro tan ilusionado como vemos hoy. Muchas gracias. Porque esta es nuestra Iglesia. Esta. Y vosotros formáis parte. Y gracias. Gracias de verdad a todos los que descubrís a Jesús. Ese es el mejor regalo que recibimos de los Reyes Magos».

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Ha finalizado su exhortación invitando a los padres a no perder nunca el misterio de la Navidad. «Os lleváis a Jesús a casa hoy, gracias a los Reyes Magos», ha asegurado. «Disfrutad de Jesús de verdad».

Después de una oración a la Virgen María, bajo la advocación de la patrona de Madrid, la ceremonia ha terminado con la salida de Sus Majestades al exterior del templo, donde han recibido las cartas de los pequeños.