Alfa y Omega- Santiago Tedeschi.
Este jueves, en el marco del IX Ciclo de Conferencias para Evangelizadores, titulado Jesucristo: 2025 años de esperanza, el obispo auxiliar de Madrid Vicente Martín Muñoz ofreció una ponencia en la sala multiusos de la Parroquia San Juan de la Cruz. Bajo el título La caridad cristiana, fruto de la esperanza cristiana, el obispo auxiliar ha abordado la importancia de la esperanza en la vida de los evangelizadores y en la acción social de la Iglesia.
«Este año jubilar nos sirve para reavivar la esperanza como cristianos. Es un año de gracia, pero también un año para abrir caminos de esperanza», ha afirmado el obispo al inicio de su intervención. A partir de la reflexión del filósofo Charles Péguy, ha destacado que «la esperanza es una niña pequeña que tira de sus hermanas mayores» —la fe y la caridad—. Sin esa virtud «no se hubieran construido las grandes catedrales, ni los hospitales ni los centros de atención a los pobres».
Vivienda, empleo y salud mental
El obispo auxiliar ha subrayado que «el evangelizador, el agente de pastoral, vive en la fe, la esperanza y la caridad. Y las tres, caminando juntas, evangelizan». Para ello, ha explicado que «la evangelización es como un gran pack donde van entrelazados todos los hilos: anuncio, celebro, sirvo, doy testimonio y lo vivo con esperanza».
A partir de la realidad social actual, el obispo auxiliar de Madrid se ha referido a la situación de pobreza en España y ha citado el Informe Foessa de Cáritas: «Vivimos un tiempo en el que hemos ido acumulando crisis. Se habla de nueve millones y medio de personas que están actualmente en una situación de exclusión social». En este sentido, ha identificado tres factores que influyen en el incremento de la pobreza: «El problema de la vivienda, el empleo precario y la crisis de la salud mental».
Frente a este escenario, Martín ha hecho un llamamiento a la acción: «¿Qué podemos hacer? ¿Qué nos corresponde como cristianos? ¿Qué hacer como Iglesia? Tenemos que evangelizar y transmitir la Buena Noticia, cuyos destinatarios privilegiados son los últimos». En esta línea, ha recordado las palabras del Papa Francisco: «Ser parte activa en la rehabilitación de una sociedad herida como la nuestra».
Sin mirar para otro lado
«No podemos mirar para otro lado ni ser meros críticos o esperar de los demás que nos solucionen los problemas. Trabajemos con otros, caminemos con otros, para dar respuesta a nuestra sociedad», ha remarcado el obispo auxiliar. Ha insistido en la necesidad de abrir caminos de esperanza, incluso en contextos difíciles: «A pesar de las sombras, conviene hacerse eco de tantos caminos de esperanza. Dios sigue sembrando la semilla del bien en nuestro mundo. No todo es malo, negativo. Hay muchas realidades bonitas y signos positivos».
Ha enfatizado que «la esperanza no es esperar algo bueno que pueda ocurrir en el futuro, sino anticipar el cumplimiento de ese futuro operando sobre las posibilidades del presente. Esperar significa vivir desde lo que se espera». Por último, Martín Muñoz ha invitado a ser «testigos de esperanza en esta sociedad del riesgo. Necesitamos personas que comuniquen que Cristo es nuestra esperanza», a través del «consuelo, el acompañamiento y la siembra de signos de esperanza».