En la parroquia de San Juan de la Cruz de Madrid y la Editorial San Pablo de Madrid tuvo lugar el domingo, 27 de marzo, a las 18:30 horas, el coloquio-presentación del libro «San Juan Pablo II, Incansable defensor de la dignidad humana».
Su autor, Manuel María Bru Alonso, presidente de la Fundación Crónica Blanca y delegado episcopal de Catequesis de la archidiócesis de Madrid, habló de este gran personaje de la historia de la Iglesia y del mundo.
PDF CON LA INTERVENCIÓN DE MANUEL MARÍA BRU: INTERVENCIÓN DEL AUTOR EN LA PRESENTACIÓN DE
También intervinieron en el coloquio el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid; Gabriel Comas, párroco de San Juan De la Cruz, y María José Gómez, coordinadora de la la Editorial San Pablo.
Tras el acto, a las 20:00 horas, tuvo lugar una celebración eucarística en la iglesia de San Juan de la Cruz (plaza de San Juan de la Cruz, 2). El cardenal, durante la celebración, bendecirá una imagen del Papa polaco.
Cardenal Osoro: «Enseñad a amar»
La Delegación Episcopal de Catequesis ha clausurado su VI Curso Anual de Catequistas en un acto que tuvo lugar este jueves, 24 de marzo, y que fue presidido por el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro. En su intervención, mencionó las palabras del Papa Francisco con las que se refiere a los catequistas: «Sois arquitectos de la fe personal, de la fe comunitaria, y arquitectos de la vida cristiana».
Les reconoció un trabajo que no es fácil en estos momentos, y les gradeció «que os atreváis a gestar comunión y fraternidad». El origen de esta comunión y fraternidad es Jesucristo, «que es al que vosotros queréis comunicar». «Estáis cumpliendo el deseo de Nuestro Señor Jesucristo, que todos los hombres puedan encontrarse con Él», añadió.
A pesar de las dificultades de hoy en día, hay que descubrir que «el ser humano está hecho para amar». «El amor da la vida y vence la muerte». Por eso, dijo a los presentes en el salón de actos de la parroquia San Juan de la Cruz, «enseñad, como catequistas, a amar». No es fácil, les reconoció, más hoy en día, cuando hay niños que «ven truncada esta experiencia de amor en sus propias vidas», con padres separados o circunstancias adversas.
Pero frente a un mundo con «tantos fracasos de amor», hay que buscar «palabras y gestos para expresar este amor». Como dice el Papa y señaló el purpurado, la catequesis ha de tener un lenguaje del corazón. A veces basta con que el niño «se sienta querido y respetado durante una hora». «Yo a mi catequista, que me llama todos los domingos y que tiene 96 años ya –contó el arzobispo– la recuerdo porque nos quería». En este sentido, la misión del catequista se encuentra en la cruz, «que es la expresión máxima de amor».
Para los que no puedan acudir en persona, este es el link para seguir la presentación en streaming: