Tras la celebración del Encuentro Diocesano de Catequesis 2021 en el salón multiusos de la Parroquia de San Juan de la Cruz, los asistentes al encuentro entraron en el templo de la parroquia para la celebración de la misa de envío de catequistas, presidida por el Cardenal Arzobispo de Madrid, y concelebrada por la gran mayoría de los vicarios episcopales y otros sacerdotes que participaron en el encuentro acompañando a los catequistas de sus parroquias. Entre ellos el párroco de San Juan de la Cruz que hizo de maestro de ceremonias. Asistieron también en la celebración los diáconos permanentes Víctor García y Carlos Bustos. Este último indicó en el ofertorio que la colecta se hacía a favor de un Hogar de Acogida recién inaugurado por la Comunidad de San Egidio.
La Misa en envío comenzó con un saludo de agradecimiento al Cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, por parte del Delegado Episcopal de Catequesis, Manuel María Bru, que reproducimos a continuación:
Estimado Cardenal Arzobispo:
Debido a la Pandemia del Covid´19, no hemos podido en los dos últimos años celebrar la misa de envío a los catequistas. Gracias a Dios podemos celebrarla este año, aunque con las restricciones de aforo de la actual situación sanitaria.
Como son muchos los catequistas que han sufrido personalmente o en sus familias las dolorosas consecuencias de esta Pandemia, y antes de nada debemos recordarlos en esta celebración y ofrecer el sacrificio del altar por el eterno descanso de quienes han fallecido, y por la curación de los enfermos.
En este último tiempo los catequistas de Madrid, unidos a sus sacerdotes y a sus comunidades, además de afrontar el desafío de mantener las catequesis incluso durante el confinamiento, con gran audacia y creatividad, hemos sido testigos de grandes cambios y novedades que inciden directamente en su servicio a la Iglesia.
En primer lugar, la renovación de los recursos catequéticos en nuestra diócesis, que bajo el nombre de “Con Jesús, discípulos en misión”, justo en este tiempo atravesado por tantas dificultades para la catequesis, ha iniciado su andadura con los grupos más numerosos, los de la catequesis de iniciación cristiana de niños y de preadolescentes.
En segundo lugar, la publicación del nuevo Directorio para la Catequesis, con el que toda la Iglesia se dispone a repensar y renovar la catequesis como catequesis kerigmática y mistágogica, según nos pide a todos el Papa Francisco.
En tercer lugar, la instauración por parte del Papa del Ministerio del Catequista, un anhelo de catequetas y catequistas desde el Concilio Vaticano II, que redunda en un mayor reconocimiento de la vocación del catequista, y un mejor servicio de la catequesis por el que los obispos contarán con un cuerpo de ministros catequistas al servicio de toda la diócesis.
Como usted sabe mucho mejor que yo, Señor Cardenal, los desafíos para la catequesis, por tanto, son muchos y de gran calado. Pero también que aún mayores que los desafíos son los dones que recibimos del Espíritu Santo, no sólo alentando a cada uno de los catequistas día tras día, sino también a través de tantos signos providentes y tantos instrumentos para la formación de los catequistas y para el desarrollo de la catequesis, a través de la Iglesia.
Le pedimos Señor Cardenal que su palabra nos instruya y nos aliente, que en la Eucaristía que vamos a celebrar nos encomiende para que seamos fieles discípulos misioneros de Cristo en la Iglesia, y para que su bendición y su envío nos capacite, estimule y nos haga cada día más fieles a esta gran misión a la que hemos sido convocados.
En su homilía el Cardenal Carlos Osoro identificó la llamada de Jesús a los doce para ir de dos en dos, que se había proclamado en el Evangelio, con la misión de los catequistas hoy, que como aquellos primeros discípulos son hoy también enviados por Jesús con las misas premisas: en comunión, sin llevar nada que no sea al mismo Señor, y dispuestos a todo para sanar los corazones de los niños, los adolescentes, los jóvenes y los adultos a través de la catequesis.
Al terminar la misa tuvo lugar el momento del envío, que se simbolizo en tres catequistas que en nombre de todos hicieron confesión de la fe con el credo, y besaron el Evangelio de manos del obispo, quien terminó con esta bendición a los catequistas extensiva a todos los catequistas de Madrid.
Todos somos testigos de la fe y disponibilidad de estos hermanos y hermanas que asumen la tarea de catequizar en nuestra diócesis. Oremos para que el Señor derrame sobre ellos su luz y su gracia para que perseveren en la fe que han confesado y en las promesas que han hecho.
Oh Dios, fuente de toda luz y origen de todo bien, que enviaste a tu Hijo único, Palabra de vida, para revelar a los hombres el misterio escondido de tu amor; bendice a estos hermanos nuestros, elegidos para el servicio de la catequesis: concédeles que, al meditar asiduamente tu Palabra, se sientan penetrados y transformados por ella, y sepan anunciarla con toda fidelidad a sus hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Y yo os envío en nombre del Señor para que, como catequistas, conduzcáis a los niños, a los adolescentes, y a los jóvenes por Jesucristo, en el Espíritu, a Dios nuestro Padre, que vive y reina por los siglos…