Infomadrid.- La diócesis de Madrid arranca el curso con la Semana de la Palabra, «porque queremos hacerlo guiados por el Señor, a la escucha de la Palabra y movidos por su gracia». «La Iglesia Católica que peregrina en Madrid comienza esta nueva etapa con ilusión», se afirma, «como comunidad de bautizados, miembros de Cristo, buscando caminar juntos, sinodalmente, y cultivando nuestro sentido diocesano, de Iglesia local y unida como nuestro arzobispo nos exhorta a hacer».
Así, desde el domingo 21 hasta el sábado 27 de septiembre, la Iglesia diocesana propone a parroquias, asociaciones, movimientos y comunidades un itinerario de oración con la Palabra de Dios para escuchar su voz y responder a ella. Es la lectio divina, que se articula en cuatro momentos:
- Lectio (lectura). Leer varias veces el texo con atención, hasta casi aprenderlo de memoria, intentando comprenderlo, viendo su contextos, fijándose en los personajes…
- Meditatio (meditación). Dejar que el paisaje bíblico ilumine lo que se está viviendo en ese momento, y cómo habla en la vida. Si la lectio divina se hace en grupo, este es el momento de compartir, si así se desea, porque »puede enriquecernos mucho».
- Oratio (oración). Decirle algo al Señor, lo que brote espontáneamente del corazón: alabanza, petición de ayuda, acción de gracias, petición de perdón. También aquí, sin sentirse obligado, se puede hablarle a Dios en voz alta para compartirlo con los demás.
- Contemplatio (contemplación). Esto es puro don del Espíritu Santo. Se trata de mirar al Señor, disfrutar de estar con Él, revivir la escena evangélica identificándose, quizá, con alguno de los personajes…Como se expresa en los materiales que la diócesis ha preparado para la ocasión, «la oración cambia nuestro corazón y nos va identificando con Cristo». Explica que el objetivo de rezar «no es tomar decisiones prácticas, sino solo estar con Él, amarle sobre todas las cosas». «De ahí irá surgiendo una transformación de nuestro modo de sentir, de pensar, de decidir, de nuestro modo de actuar, por obra del Espíritu Santo».
La Semana de la Palabra se ha convocado este año bajo la protección de san Jerónimo, patrono de los que estudian la Palabra de Dios, con el lema Encontrando el tesoro. El texto propuesto para la lectio divina son las parábolas de Jesús sobre el Reino de los cielos, que es como «el tesoro escondido en el campo» o la «perla fina».
Material para los niños
La comisión diocesana que ha preparado este año la Semana de la Palabra ha elaborado también un material para la oración con los niños, para ayudarlos a «buscar, conocer y amar cada vez más al Señor Jesús». Para ellos se propone un encuentro comunitario en la capilla para orar con el corazón, orar con la Palabra y orar en comunidad, «en voz alta, compartiendo sus acciones de gracias o sus peticiones de perdón o de ayuda» que brotan de lo que han meditado.
Para ayudarles en la escucha de Jesús, se ha elaborado un Kit del buscador del Gran Tesoro con pistas.
Propuestas litúrgicas
Para la Semana de la Palabra se han elaborado, además, unas propuestas litúrgicas, entre ellas:
- Colocar en el templo el libro de la Palabra de Dios y el cartel que ha preparado la diócesis.
- Cuidar la liturgia de la Palabra:
- Usar el Evangeliario, que se puede llevar en procesión de entrada hasta el altar.
- Cantar el salmo.
- Cantar la introducción al Evangelio y la aclamación.
- Usar cirios e incienso durante la proclamación del Evangelio parta subrayar que el Señor el que está presente y habla.
- Valorar el silencio al final de cada lectura y de la homilía para permitir que la Palabra sea acogida internamente.
Asimismo, se han hecho unas propuestas de monición de entrada e ideas para la homilía (que adjuntamos en enlace más abajo junto con el resto de materiales), y dos intenciones para añadir a la oración de los fieles:
— Por nuestra Iglesia de Madrid, para que iniciemos el nuevo curso acogiendo la Palabra de Dios y sea ella quien nos impulse a anunciar el Evangelio de un modo nuevo. Roguemos al Señor.
— Para que la Palabra de Dios llene los corazones de todos los cristianos, sea fermento de comunión y nos conceda el don de la unidad. Roguemos al Señor.