La Iglesia en Madrid se prepara para una gran celebración. El sábado 24 de mayo, a las 19:00 horas, el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, ordenará presbíteros a diez diáconos en la catedral de Santa María la Real de la Almudena. Antonio Gil-Delgado Ruiz de la Prada, Pablo Vidal González, Jaime López-Riobóo Zárate, Carlos Tamames Grech, Jesús Rodríguez Jara, Héctor Gregorio Crespo, Juan Orduña Méndez, Adrián León Soltero, Álvaro Pérez Turbidí y Juan José Rodríguez Rojas se preparan para dar el paso definitivo hacia el sacerdocio, tras un largo camino de discernimiento, formación y entrega.
Aunque sus historias personales son diversas, todos ellos comparten una misma convicción: Cristo les ha llamado para configurarse con Él y ser pastores con corazón entregado, disponibles para servir al pueblo de Dios.
Carlos Tamames, originario de la parroquia Nuestra Señora de las Delicias, expresa su vocación con radicalidad: «Me gustaría morir de agotamiento en la vida pastoral, totalmente desgastado y entregado». En sintonía con esa entrega total, Jesús Rodríguez, de la parroquia Virgen de la Paloma y San Pedro el Real, se abandona con confianza en manos del Señor: «Lo que tú quieras, pero que siempre vayas conmigo».
Héctor Gregorio, que ha estado destinado en San Gerardo Mayela, anima a los jóvenes a abrirse a la voz de Dios: «Mira dónde descansa tu corazón. Ahí es donde Dios te está llamando».
Para Juan Orduña, de Santísimo Cristo del Olivar, el sacerdocio es sobre todo una identificación con Cristo: «Miro mis manos y pienso en las suyas, en su capacidad de sanar, de bendecir, de entregar».
Jaime López Riobóo, de San Germán, desea vivir su ministerio «al estilo de Cristo, con sencillez, cercanía, servicio y compasión». Roberto Reyes ha declarado su anhelo de «configurarse con el Corazón de Jesús, el Buen Pastor, que no se cansa de buscar a la oveja herida».
A ellos se suman Antonio Gil-Delgado, Pablo Vidal, Adrián León, Álvaro Pérez y Juan José Rodríguez, que han vivido el proceso formativo en el Seminario Conciliar de Madrid, cultivando no solo la dimensión académica, sino también la vida espiritual, comunitaria y pastoral.
La ordenación sacerdotal es un momento de gracia para toda la diócesis, que ve cómo el Señor sigue llamando a hombres concretos para ser signos de su presencia viva entre los fieles. La celebración podrá seguirse también en directo a través del canal de YouTube del Arzobispado. La Iglesia en Madrid se alegra y da gracias por estos nuevos pastores que, con acentos distintos, repiten un mismo sí: «Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad».