RECURSO CATEQUÉTICO «JESÚS: ¿DÓNDE VIVES? VENID Y VERÉIS» PARA ADOLESCENTES Y JÓVENES DEL ARZOBISPADO DE MADRID

UNIDAD CATEQUETÍCA 5 (cat. Espirit): “En esto conocerán que sois mis discípulos”

TERCERA PARTE: CATEQUESIS FORMATIVA

Sección Compartimos: Las obras de misericordia corporales (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2443-2444-2447)

Las obras de misericordia espirituales

Dios bendice a los que ayudan a los pobres y reprueba a los que se niegan a hacerlo: A quien te pide da, al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda (Mt 5, 42). Gratis lo recibisteis, dadlo gratis (Mt 10, 8). Jesucristo reconocerá a sus elegidos en lo que hayan hecho por los pobres (cf Mt 25, 31-36). La buena nueva anunciada a los pobres (Mt 11, 5; Lc 4, 18)) es el signo de la presencia de Cristo.

El amor de la Iglesia por los pobres pertenece a su constante tradición. Está inspirado en el Evangelio de las bienaventuranzas (cf Lc 6, 20-22), en la pobreza de Jesús (cf Mt 8, 20), y en su atención a los pobres (cf Mc 12, 41-44). El amor a los pobres es también uno de los motivos del deber de trabajar, con el fin de “hacer partícipe al que se halle en necesidad” (Ef 4, 28). No abarca sólo la pobreza material, sino también las numerosas formas de pobreza cultural y religiosa

Las obras de misericordia son acciones caritativas mediante las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales (cf. Is 58, 6-7; Hb 13, 3). Instruir, aconsejar, consolar, confortar, son obras espirituales de misericordia, como también lo son perdonar y sufrir con paciencia. Así como corregir y rezar por los vivos y difuntos.

Elige dos obras de misericordia espirituales que hayas vivido: una siendo misericordioso con otros, otra recibiendo una atención misericordiosa por otros.