Sinopsis: Alfonso Novo nos expone que este libro busca devolver la gracia a la vida pastoral y espiritual cristiana, planteando incluso su relevancia para el no creyente. La predicación eclesial ha omitido con demasiada frecuencia el maravilloso anuncio de la gracia. Y ha puesto más énfasis en el deber y la obligación que tiene la persona de luchar para merecer el don de la salvación. Esto ha dado lugar entre los fieles a un predominio de la moral sobre la mística, del deber sobre la gratuidad, de la militancia sobre el gozo de los dones. El autor nos recuerda con estas páginas que la madurez de la vida cristiana consiste precisamente en armonizar oportunamente el don y la responsabilidad, la gracia y el compromiso, la obra de Dios y la humilde y responsable labor del ser humano. Abrirse a la gracia, pues, significa abrirse a la acción de Dios, poner en práctica una renuncia a la autonomía y la autosuficiencia que es totalmente contraria a la naturaleza humana. Por eso solo el Espíritu puede realizar en nosotros el anonadamiento, la humildad radical que nos permite adentrarnos en la experiencia de la gratuidad.
Lección del Delegado de Catequesis de la Archidiócesis de Madrid, Manuel María Bru, sobre LA TRANSMISIÓN DE LA FE EN EL MARCO DEL NUEVO DIRECTORIO PARA LA CATEQUESIS
ASISTENTES: Sacerdotes Vicaría V
LUGAR: Paseo Juan Antonio Vallejo Najera, 23 -Pª Ntra. Sra. de Europa
Lección del Delegado de Catequesis de la Archidiócesis de Madrid, Manuel María Bru, sobre LA TRANSMISIÓN DE LA FE EN EL MARCO DEL NUEVO DIRECTORIO PARA LA CATEQUESIS
ASISTENTES: Sacerdotes Vicaría IV
LUGAR: Arroyo del Olivar, 100 -Pª Ntra. Sra. de la Misericordia
Sobre LA PASTORAL JUVENIL EN CLAVE VOCACIONAL SEGÚN LA EXHORTACIÓN CRISTUS VIVIT de Hector Andrey del Departamento de Evangelización y Catequesis de la Facultad de Teología de la Universidad Eclesiástica San Dámaso, en dicha universidad.
Sinopsis: Alfonso Novo nos expone que este libro busca devolver la gracia a la vida pastoral y espiritual cristiana, planteando incluso su relevancia para el no creyente. La predicación eclesial ha omitido con demasiada frecuencia el maravilloso anuncio de la gracia. Y ha puesto más énfasis en el deber y la obligación que tiene la persona de luchar para merecer el don de la salvación. Esto ha dado lugar entre los fieles a un predominio de la moral sobre la mística, del deber sobre la gratuidad, de la militancia sobre el gozo de los dones. El autor nos recuerda con estas páginas que la madurez de la vida cristiana consiste precisamente en armonizar oportunamente el don y la responsabilidad, la gracia y el compromiso, la obra de Dios y la humilde y responsable labor del ser humano. Abrirse a la gracia, pues, significa abrirse a la acción de Dios, poner en práctica una renuncia a la autonomía y la autosuficiencia que es totalmente contraria a la naturaleza humana. Por eso solo el Espíritu puede realizar en nosotros el anonadamiento, la humildad radical que nos permite adentrarnos en la experiencia de la gratuidad.
