Archimadrid. 11/03/19.- Desde 1935, cada 19 de marzo, solemnidad de san José, la Iglesia española celebra el Día del Seminario para concienciar sobre la necesidad de vocaciones a la sociedad y, en particular, a las comunidades cristianas. En el caso de Madrid, al no ser festivo laboral este año y aunque sí sea día de precepto, el Día del Seminario se traslada al domingo más cercano, en esta ocasión 17 de marzo.
Aprovechando la ocasión, los seminaristas de Madrid han preparado un vídeo en el que muestran el día a día del Conciliar. La pieza se estrenó el pasado, 27 de febrero, durante la presentación de la campaña para esta jornada. En el acto, el obispo auxiliar y exrector, monseñor Jesús Vidal, recordó que el Seminario «no es cosa de los curas, los seminaristas, la familia de los seminaristas o algunos que trabajan por las vocaciones», sino que «es misión de toda la Iglesia».
172 aspirantes al sacerdocio
135 seminaristas fueron ordenados sacerdotes en 2018 en España, 26 más que en 2017, lo que supone un incremento del 24 %. Madrid es la diócesis con mayor número de ordenaciones: 14. Le siguen Valencia (diez); Toledo (ocho); Sevilla y Zaragoza (seis). En los seminarios mayores hay actualmente 1.203 aspirantes al sacerdocio, 60 menos que en el curso anterior (1.263). En el curso 2018-2019 han ingresado 236 nuevos seminaristas. El número de abandonos ha disminuido de 152 (2017-2018) a 123 (2018-2019), lo que supone cerca del 20% menos.
Madrid está a la cabeza en número de seminaristas con 172 aspirantes al sacerdocio. Le siguen Toledo (67); Valencia y Sevilla (63); Cartagena (60); Córdoba (58); Alcalá de Henares (45); Barcelona (35) y Granada (31). 918 seminaristas menores El número total de seminaristas menores en el curso 2018-2019 es de 918 (1.061 el curso pasado). 29 seminaristas menores han pasado este curso del seminario menor al mayor.
Materiales de la Comisión Episcopal de Seminarios
La Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades es la encargada de editar los materiales preparatorios, que inciden en que la vocación al ministerio sacerdotal es un regalo de Dios a la Iglesia que requiere la participación activa de todos los cristianos como miembros del Cuerpo de Cristo. El ejemplo en el trabajo pastoral cotidiano, el acompañamiento previo al ingreso en el seminario, el papel de la familia y de las parroquias de origen son agentes necesarios para que la llamada de Dios sea escuchada en cualquier momento de la vida.