Os remito, queridos catequistas, esta información de la Compañía de Jesús muy interesante. ¡Cuantas veces decís los catequistas: «me gustaría hacer unos ejercicios espirituales pero no puedo irme unos días de casa»! Pues esta es una forma de hacerlos incluso, en su modalidad on line, sin tener que salir de casa:

Itinerarios

¿Me pones con Dios?

  • Una nueva forma de dar los Ejercicios Espirituales ignacianos en la vida
  • Tienen en cuenta los Ejercicios que Ignacio y sus primeros compañeros daban a la gente sencilla.
  • Una revolución silenciosa que se ha vuelto internacional

Desde hace unos años en España se extiende una nueva manera de hacer los Ejercicios en la vida ordinaria: los Itinerarios de Iniciación y Profundización en la experiencia de Dios. Su objetivo es ayudar al ejercitante a hacer la experiencia del encuentro y  unión con Dios en la propia vida. Los Ejercicios son escuela de oración: con esta nueva manera la experiencia se hace más profunda y fructífera y repercute más en la vida personal y comunitaria del ejercitante.

Unas 1100 personas los han seguido durante este curso en España. Esta nueva manera de hacerlos no es exclusiva de la Compañía de Jesús, algunos sacerdotes y religiosas ya la han puesto en marcha en sus diócesis y plataformas apostólicas, y además de presencial, también se puede realizar online, donde hay unos 600 demandantes a los que todavía no se ha podido atender.

Para sus impulsores la novedad de los itinerarios es que ayudan “a buscar una espiritualidad que no aísle del mundo, sino que ayude a vivir en él”. De esta manera “desde la espiritualidad ignaciana y partiendo de la realidad de la persona, ésta experimenta, por una parte, que la oración transforma la vida y, por otra, descubre que hay una nueva manera de mirar, oír, tocar gustar y sentir. Descubre que nos lo jugamos todo en lo cotidiano, en las relaciones de familia, en el trabajo, en la relación con los amigos…en nuestra manera de estar en el mundo”.

Los itinerarios se siguen en muchas localidades y ciudades. En Sevilla, donde tienen ya ocho años de experiencia, este año los cursan más de doscientas personas. También hay grupos en Alicante, Elche, Valencia, Vitoria, Madrid, Palencia, Salamanca, Canarias, Asturias, Zaragoza, El Puerto de Santa María (Cádiz), Granada, Huelva, Málaga o Loyola.

En Segovia, donde no hay presencia de la Compañía, están implantados en parroquias, promovidos por varios sacerdotes y un equipo de laicos. También en Ciudad Real, promovidos por sacerdotes diocesanos, hay dos grupos siguiendo el primer itinerario. En Cantabria, promovidos por la diócesis, los coordinan un grupo de sacerdotes y de laicos, al igual que en Zamora. Y en Baleares son las religiosas de la Pureza de María, con la colaboración de un jesuita, las que los promueven.

Los itinerarios también son internacionales: en Vietnam más de cien personas en 14 grupos los están realizando, y en Mozambique hay otros tres grupos de 8 personas.
“Saborear a Dios en todo y en todos”
Una de las ejercitantes relata su experiencia de esta manera: “Pensaba que esto no era para mí porque no llegaba a sentir nada en la oración. Incluso salía de mal humor a veces” y que, aunque le costó mucho entrar de lleno en los itinerarios, “ahora es todo diferente … Sin darme cuenta veo las situaciones en mi vida de una manera distinta, a mi marido, a mis hijos…jamás lo hubiera pensado. Me siento agradecida”. Otra los describe de esta otra manera: “es como preparar la tierra para la siembra. Desde el principio ayuda a recuperar los cinco sentidos y todo el corazón (…) todo ayuda para adquirir el hábito de pararse y sentir la cercanía de Dios. Pero no se agota ahí, se aprende una nueva manera de mirar y de vivir que me permite descubrir y saborear a Dios en todo y en todos, en lo cotidiano, en las personas que voy tratando”.

La experiencia de los guías

Para Reyes Terry, coordinadora de los Itinerarios en Sevilla, quienes se acercan son “personas que buscan a Dios, que quieren experimentarlo en sus vidas y tratan de responder a la invitación que Jesús nos hace en medio de los quehaceres cotidianos: rema mar adentro”. Los grupos presenciales, nos dice, “no son grupos para aprender a rezar, ni de reflexión, ni siquiera de oración. Son algo más. Son Ejercicios Ignacianos inspirados en los Ejercicios que daban San Ignacio y sus primeros compañeros y tienen un claro objetivo, alcanzar la experiencia personal de una relación con Dios”. Para ella, “el papel del guía es fundamental, propone pautas para la reunión de grupo y enmarca la materia de la semana. Escucha, anima, alienta y ayuda a reconocer la presencia de Dios”.

Inmaculada Romero, acompañante desde hace varios años, entiende esta misión como “un don, es ser testigo de lo que Dios va haciendo en las personas, su obra en cada una. Intento colaborar en esa obra, agradecer el regalo que me hacen las personas a las que acompaño, de confiar y abrirse a mí para que pueda ser testigo”. Su experiencia es muy positiva: “Creo que estos itinerarios son un medio que se adecúa a las personas, sea cual sea su proceso humano-espiritual. Ayudan a crecer como cristiano comprometido. Son un buen acercamiento a la vida de oración, discernimiento y espiritualidad ignaciana”, afirma. Para ella son idóneos tanto para las personas cercanas a la espiritualidad ignaciana como para las que no la conocían.

Los guías o acompañantes (jesuitas, religiosas, sacerdotes y laicos) reciben formación continua en los Encuentros Anuales de Ejercicios en la vida diaria del Centro de Espiritualidad de Salamanca.

Origen y evolución

Este proceso comenzó el curso 1999-2000 en el Centro de Espiritualidad jesuita de Salamanca donde se empezaron a elaborar y practicar los primeros Itinerarios. En 2006, en un encuentro

interprovincial de la Compañía de Jesús, realizado en Salamanca , el P. Provincial elige estos nuevos Itinerarios como la nueva manera de dar los Ejercicios en la vida.

En total son 5 itinerarios que se pueden realizarse en unos siete años. Los dos primeros son de iniciación, los dos segundos de profundización y el quinto son los ejercicios espirituales ignacianos completos. Para hacer los presenciales se forman grupos de unas 8 personas. Una vez a la semana se reúnen y, dirigidos por un guía, analizan cómo les ha ido la semana, cómo han seguido los ejercicios de oración propuestos en las fichas de las Carpetas que fueron escribiendo, desde hace unos 16 años, el equipo del Centro de Espiritualidad de Salamanca formado por jesuitas, religiosas y laicos.
Estas Carpetas editadas por la Editorial Sal Terrae, actualmente del Grupo de Comunicación Loyola, se está traduciendo al euskera, al portugués, al vietnamita y se muestra interés en Estados Unidos para hacerlo al inglés.

Itinerarios on line

Los promotores de https://www.espiritualidadignaciana.org se preguntaron por qué no llevar los ejercicios espirituales a nuevos destinatarios en internet, aprovechando los recursos de los Itinerarios. Hace dos años comenzaron a ofrecerlos desde una plataforma Moodle donde los ejercitantes se descargan cada semana sus ejercicios. Para acompañar la experiencia, en vez de contrastarla con un grupo, se tiene una entrevista semanal por Skype con el acompañante.

Para Elena Rodríguez, que trabaja dentro y fuera de casa y tiene tres hijos “esta era para mí la única opción de avanzar en mi oración y de profundizar en la espiritualidad ignaciana y en los ejercicios espirituales” Su experiencia está siendo “muy positiva, no creía que pudiera mejorar tanto mi relación con Dios, ni que me fuera a ayudar de manera tan natural a encontrar a Dios en los objetos cotidianos de mi vida, en las situaciones que nos depara cada jornada, en las personas con las que convivo a diario”.
Esta modalidad on line la siguen 90 personas, un tercio de ellas desde Latinoamérica. Pero la demanda ha sido mucho mayor y ha habido que dejar fuera a 600 a las que no se podía atender por falta de acompañantes. Para esta opción hoy se cuenta con 50 guías entre España y Latinoamérica, de los cuales 11 son jesuitas, 26 son laicos/as y 13 religiosas. A ellos se ofrece también formación continua en la plataforma.