Alfa y Omega / Rodrigo Moreno Quicios.- Luis Santamaría, experto en estas sociedades, advierte junto a la Delegación de Catequesis de Madrid sobre aquellas que se hacen pasar por cristianas.

Luis Santamaría «es el asesor sobre sectas no solo de la Conferencia Episcopal Española sino también del Ministerio del Interior», ha dicho Manuel Bru, delegado de Catequesis de la archidiócesis de Madrid al presentar este jueves al ponente de la cuarta sesión del IX Curso de Conferencias para Nuevos Evangelizadores en la parroquia de San Juan de la Cruz. En este caso, centrada en los Falsificadores de Cristo: profetas de calamidades.

El fundador de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) ha comenzado su intervención narrando el caso real de una secta autodenominada Ahora estás en casa que el pasado mes de octubre fue objeto en Hervás (Cáceres) de una intervención policial en la que los agentes incautaron 80 armas y 7.600 cartuchos. «Se acusó al grupo de asociación ilícita, estafa de más de un millón de euros y al líder se le había investigado por amenazas, apropiación indebida, lesiones y administración desleal», ha recordado Santamaría. Y ha añadido que el pretexto de su gurú —que se hacía llamar «un nuevo Jesucristo»— para reunir tal arsenal era que «hay que estar preparados y armados porque estamos mandando un mensaje que la Iglesia no quiere, al mundo le chirría y los poderosos se nos pueden echar encima».

El fundador del RIES ha traído la anécdota porque «aquello me sonaba y, cuando vi la información periodística sobre la secta, vi que la había conocido unos meses antes en la estación de Chamartín durante la famosa Feria Esotérica». Un evento muy cuestionable que se organiza con la vista gorda de las autoridades y en el que «se juntan diferentes estafas y pseudoterapias». «Como esto queda grabado, me denunciarán», ha pronosticado este especialista en su charla emitida simultáneamente por streaming.

Según Luis Santamaría, estos «falsificadores de Cristo» pululan también en otras sectas, también «las que parecen menos religiosas», pero que igualmente «ocupan en el fondo el lugar de una religión». De acuerdo con sus estimaciones «en torno al 1 % de la población de los países occidentales en España pertenecen a sectas». «En España, hablamos de más de 400.00 personas», ha añadido, lo que no le ha parecido «un cálculo exagerado». Y en otros países como Portugal, «según las investigaciones son el 2 %».

De hecho, este experto ya ha localizado en nuestro país 120 solamente «de origen cristiano». Habla de 90 de ellas en su penúltimo libro, A las afueras de la cruz. Y ha advertido de que el riesgo real es que «Internet llega a todos lados y las sectas entran por el teléfono». Para lo que ha puesto el ejemplo de Patricia Aguilar, una chica abducida por un gurú de Lima y que protagoniza el documental de Disney+ 548 días.

«Los líderes se equiparan a Jesús»

Luis Santamaría ha advertido sobre el uso torticero que hacen las sectas para hacerse pasar por cristianas para captar adeptos y retenerlos. «Se caracterizan por una lectura alternativa de la Biblia que la manipula de acuerdo con los principios doctrinales del grupo con carácter fundamentalsita». Siempre, como ha advertido, «para lo que quieren se pegan a la letra y con insistencia a lo poco que queda para los tiempos finales». Y a menudo «a la Biblia le añaden otros “textos revelados”, por ejemplo un “tercer testamento del líder”». «Los líderes de las sectas de origen cristiano se equiparon o incluso pretenden superar a Jesús», ha advertido, pues se presentan a sí mismos como «personalidades excepcionales destinadas a salvar a la humanidad», para lo que «utilizan grandes títulos como “el apóstol” o “el profeta”».

También «utilizan nombres o títulos que les hacen parecer Iglesias legítimas o grupos serios para jugar a la confusión con entidades que ya existen». Pero sobre todo, Luis Santamaría ha destacado su «espíritu antiecuménico y reacio al diálogo», normalmente combinado con la «animadversión a las comunidades cristianas tradicionales». Ante cualquier atisbo de crítica, «rechazan desde la confrontación y la defensa acérrima del grupo con un discurso victimista y martirial». Como ejemplo, «en España, los Testigos de Jehová han llegado a denunciar a la Asociación de Víctimas de los Testigos de Jehová».

Finalmente, Luis Santamaría ha denunciado que, por un lado, algunos libros serios y solventes sobre espiritualidad cristiana se venden en las secciones de esoterismo de las grandes librerías. Pero aún peor, que hay «librerías católicas» que comercializan abiertamente «libros de gurús de sectas». Unos textos que él, a título personal, en su último libro autopublicado «porque iba a dar problemas», La nueva era en el siglo XXI, «pongo a parir».