Archimadrid.- Este jueves, en el marco del IX Ciclo de Conferencias para Evangelizadores, titulado “Jesucristo: 2025 años de esperanza”, el obispo auxiliar de Madrid, José Antonio Álvarez, ofreció una ponencia en la sala Multiusos de la Parroquia San Juan de la Cruz. Su intervención, titulada “Las presencias de Jesús en la vida de la Iglesia, fuente de esperanza”, centró la reflexión en cómo la fe en Jesucristo alimenta la esperanza en la comunidad eclesial y en el mundo.
Durante su ponencia, el obispo auxiliar subrayó la importancia de descubrir las presencias de Jesús como pilares fundamentales para renovar la misión evangelizadora de la Iglesia y ha recordado algunas palabras del Papa Francisco: «Ayudémonos unos a otros a descubrir este encuentro con Cristo que nos da la vida y pongámonos en camino, llenemos nuestro día a día con el don de la esperanza y permitamos que llegue a cuanto lo buscan».
Recordó que la esperanza no solo es un fundamento espiritual, sino también un motor necesario para el desarrollo y la superación de las dificultades sociales, como las vividas recientemente en España tras las consecuencias de la DANA: «Como pueblo de Dios estamos llamados a transmitir la Buena Noticia del Evangelio y por eso como creyentes necesitamos reconocer a Jesús como fuente de esperanza».
El obispo auxiliar reflexionó también sobre esas tentaciones que pueden afectar a los agentes de pastoral, recogidas en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium del papa Francisco: el individualismo, la crisis de identidad y la pérdida del fervor misionero. «Todos nos vemos afectados por esta cultura globalizada actual en la que vivimos que también ofrece oportunidades y posibilidades, pero que también puede en ocasiones limitarnos, condicionarnos e incluso enfermarnos», ha subrayado el obispo auxiliar.
José Antonio ha remarcado que «necesitamos crear espacios motivadores y sanadores, lugares donde regenerar nuestra propria fe en Jesús, donde compartir las propias preguntas más profundas y las preocupaciones cotidianas donde discernir en profundidad, con criterios evangélicos, sobre la propia existencia y experiencia». Sobre la tentación del individualismo, el obispo auxiliar ha subrayado que vivimos en una «cultura profundamente conectada, la soledad y el individualismo de muchos es muy grande. Hay una conectividad que no generan comunión y fraternidad».
A partir de estas tentaciones, propuso tres caminos para revitalizar la esperanza en la vida cristiana: la espiritualidad misionera, las relaciones nuevas que genera Jesucristo y el testimonio de la comunión fraterna. Además, destacó cuatro presencias esenciales para vivir la misión de la Iglesia: la Palabra de Dios como fuente viva de esperanza, la experiencia creyente y la espiritualidad, los pobres como evangelizadores y la comunidad cristiana como espacio de comunión.
«La Palabra es viva y eficaz, juzga las intenciones del corazón, nada se le oculta. Cuando escuchamos la Palabra de Dios permitimos que esta influencia divina actué en nosotros, transformando nuestras perspectivas, valores y comportamientos. La lectura frecuente no solo es un paso obligado, sino que es el camino para reconocer la persona de Jesús en medio de nosotros […] Necesitamos acoger esa Palabra de Dios como esa palabra viva que da esperanza en la misión».
Con un mensaje de aliento, el obispo auxiliar José Antonio Álvarez concluyó su ponencia invitando a todos los presentes a hacer suyo el clamor de la Iglesia en este periodo de Adviento: “Maranatha, ven Señor Jesús”.