INFORMADRID 24 de marzo 2022.- La Delegación Episcopal de Catequesis ha clausurado su VI Curso Anual de Catequistas en un acto que tuvo lugar este jueves, 24 de marzo, y que fue presidido por el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro. En su intervención, mencionó las palabras del Papa Francisco con las que se refiere a los catequistas: «Sois arquitectos de la fe personal, de la fe comunitaria, y arquitectos de la vida cristiana».
Les reconoció un trabajo que no es fácil en estos momentos, y les gradeció «que os atreváis a gestar comunión y fraternidad». El origen de esta comunión y fraternidad es Jesucristo, «que es al que vosotros queréis comunicar». «Estáis cumpliendo el deseo de Nuestro Señor Jesucristo, que todos los hombres puedan encontrarse con Él», añadió.
A pesar de las dificultades de hoy en día, hay que descubrir que «el ser humano está hecho para amar». «El amor da la vida y vence la muerte». Por eso, dijo a los presentes en el salón de actos de la parroquia San Juan de la Cruz, «enseñad, como catequistas, a amar». No es fácil, les reconoció, más hoy en día, cuando hay niños que «ven truncada esta experiencia de amor en sus propias vidas», con padres separados o circunstancias adversas.
Pero frente a un mundo con «tantos fracasos de amor», hay que buscar «palabras y gestos para expresar este amor». Como dice el Papa y señaló el purpurado, la catequesis ha de tener un lenguaje del corazón. A veces basta con que el niño «se sienta querido y respetado durante una hora». «Yo a mi catequista, que me llama todos los domingos y que tiene 96 años ya –contó el arzobispo– la recuerdo porque nos quería». En este sentido, la misión del catequista se encuentra en la cruz, «que es la expresión máxima de amor».
Dinamismo misionero
La revolución grande que ha hecho el Papa Francisco, afirmó también el pururado, es «poner a la Iglesia en estado de misión», que en definitiva es su «gran tarea». Un dinamismo misionero que es «razón de ser del catequista», y que le hace acercarse también a los padres. «Trata de establecer amistad con ellos –invitó el purpurado–, porque a la gente se la conquista por el corazón».
Establecer esta «catequesis en clave misionera» es un cambio de paradigma, que alcanza también a las periferias. Aquí el cardenal Osoro retó a los catequistas a ser creativos: quizá se necesita ir a las casas de los niños, «y resulta que allí están los padres», y se alcanzan los corazones. «Yo no os voy a reñir», bromeó, porque si hay equivocaciones, continuó, se corrige.
«El sueño del Papa Francisco es asumir una nueva etapa evangelizadora basada en la conversión pastoral y misionera, propia de una Iglesia que sale al encuentro de los hombres». «Atreveos a ser catequistas en este nuevo tiempo».
Les habló también de ser hombres y mujeres trabajando en una comunidad, con compromiso, estabilidad, entrega, pertenencia, con una exigencia de formación. Y en este punto los animó a aprovechar la Escuela de Evangelizadores.
Por último, aludió a los tres signos que tiene que tener el catequista: salida misionera a las periferias existenciales; la misericordia, «quiere a la gente, como es, no como tú quisieras que fuese», y el diálogo, «tengo que ser una prolongación del diálogo de Dios con cada ser humano». La catequesis, explicó, es un «laboratorio de diálogo« con un acompañamiento personalizado de cada uno de los chavales.
Un curso sinodal
En su intervención, el delegado episcopal de Catequesis, Manuel María Bru, recordó cómo en estos seis años de cursos anuales han dado respuesta a las dos propuestas que le hizo el cardenal Osoro cuando lo nombró delegado, en 2015: que, además de presenciales, se transmitieran en directo por streaming, para lo que se habilitó un canal de YouTube. Y la segunda, la programación de los cursos a modo de ciclos de conferencias, con bloques con «valor formativo en sí mismo». Seis años después, afirmó, se reconoce la riqueza «de temáticas tratadas», con más de 100 ponencias y ponentes distintos.
Se han abordado en este año temas como la hiperactividad, la interconectividad y la discapacidad; la catequesis familiar y catequesis de adultos; los desafíos de la evangelización en la catequesis hoy; el magisterio mariano contemporáneo; las santas y las místicas contemporáneas; los libros de la Sagrada Escritura…
Este sexto curso se ha dedicado a la presentación del nuevo directorio para la catequesis, «este gran documento de renovación para la catequesis de hoy que nos regala la Iglesia». Se ha hecho lectura «comprensiva, minuciosa, del mismo», entroncándolo con el Sínodo de los obispos, ya que se ha vivido una «experiencia concreta de participación, comunión y misión en sintonía con la consulta sinodal».
El acto concluyó con la entrega de diplomas a todos los participantes en el curso.