DON DE PROFECÍA

CUARTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (B): DON DE PROFECÍA

Deuteronomio 18,15-20; 1 Corintios 7,32-35; Marcos 1,21-28

HABLA LA PALABRA: Profetas de hoy

¿Sigue suscitando el Señor profetas entre los hombres?

Profetas que, como nos dice el Deuteronomio, no hablen por si mismos, sino que dóciles al Espíritu, sea la Palabra de Dios la que proclamen.
Profetas que, como dice el salmo 94, puedan ser voz acogida por los que no tienen un corazón duro, y puedan manifestar las obras de Dios.
Profetas que, célibes o casados, confían en la providencia de Dios, y viven sólo para edificar su Reino, como nos dice San Pablo.
Y profetas que, testigos del Señor, hablen y actúen como él, con la autoridad de quien manifiesta a Dios, como nos dice el Evangelio.

HABLA EL CORAZÓN: El perfil mariano

El 22 de diciembre de 1988 San Juan Pablo II sorprendió a la curia romana con un discurso, en el contexto del Año Mariano, en el que el Papa hacía suyas magisterialmente la distinción del teólogo Urs Von Balthasar entre el perfil petrino y el perfil mariano de la Iglesia: además del perfil joánico de la mística y la caridad exquisitas, o el perfil jacobeo de la custodia de la tradición, son especialmente importantes los perfiles petrino y mariano.
El perfil petrino lo viven hoy el sucesor de Pedro que junto los sucesores de los apóstoles, y con la ayuda de los presbíteros y de los diáconos, dóciles a la acción del Espíritu, dirige la nave de la Iglesia.
El perfil mariano: todos los carismas, todos los profetas (en virtud de la configuración de todo bautizado con Cristo-profeta), todos los fieles (especialmente las mujeres que prolongan la maternidad de María), todo el amor que se derrama en el mundo cuando se vive la Palabra, sin recortes ni compromisos, toda acogida al actuar del Espíritu para que mueva los corazones de los fieles.
No se trata de dos polos en tensión, dos aspectos a equilibrar, o dos realidades dialécticas, sino dos rostros complementarios de la Iglesia. Y aunque el mundo intenté arrancárselos a la Iglesia, para que sea una estructura de poder más, sin María; o para que sea una corriente de entusiasmo a la deriva, sin Pedro, podemos decir a ciencia cierta que ninguno de los dos faltará jamás.

HABLA LA VIDA: Eva Galvache, profeta en la radio

Los tres papas santos del siglo XX (Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II) coincidían en que hay tres ámbitos profesionales privilegiados para la misión profética del cristiano: la política, la educación, y la comunicación social.
Eva Galvache (1962-2020), madre de tres hijos, desarrolló toda su trayectoria profesional en COPE, la radio de la Conferencia Episcopal Española, en la sección socio-religiosa donde demostró su amor por el trabajo serio y riguroso durante 33 años como periodista incansable, luchadora y alegre.
Cada sábado Eva Galvache informaba a los oyentes de la actualidad de la Iglesia en España y en el mundo y de toda la actividad del Vaticano a través de “Iglesia noticia”, uno de los programas decanos de la radio en España. Un espacio reconocido por la Conferencia Episcopal con el Premio Bravo en 2013 que Eva presentaba y dirigía junto a Faustino Catalina.
Además, durante tres décadas, los oyentes de COPE escucharon su voz en los informativos de COPE, relatando los acontecimientos importantes a nivel mundial relacionados con la Iglesia como las Jornadas Mundiales de la Juventud, sínodos, conclaves y diferentes canonizaciones.
Eva Galvache, además de “Iglesia noticias” también presentó durante varias temporadas el programa “Letra y música” y “El espejo de la familia”, una ventana donde cada semana mostraba su dedicación absoluta hacia la familia y su afán por ayudar a través de la radio a familias con problemas.
La fe y la esperanza de esta periodista hicieron que superara un cáncer de mama, enfermedad con la que llevaba luchando desde 2006, pero su estado de salud empeoró en 2020. Cuando falleció, José Luis Restán, director Editorial de COPE, la recordó así en los micrófonos de Fin de Semana de COPE: «Para mí son 30 años de estar codo a codo con Eva, que era una persona de una alegría y una energía que eran de otro mundo«. Por su parte, su compañero Faustino Catalina, la recordaba así: «Entramos los dos juntos, a finales del 86, en la cadena COPE en el bonito proyecto que ha sido la información religiosa. Eva era una persona con un positivismo y un apoyo en la fe que impregnaba todo de alegría».
Yo tuve el privilegio de tenerla en ese equipo que dirigí desde 2006 hasta 2011, y siempre encontré en ella una alegre evangelizadora a través de las ondas.