Vicente Martín, obispo auxiliar electo de Madrid, ha revelado su lema y escudo episcopal en preparación para su ordenación el próximo sábado 6 de julio. Estos símbolos reflejan su deseo de que su ministerio sea un «reflejo del amor de Dios».
El lema escogido por Martín, «Deus caritas est» (Dios es amor), proviene de la primera carta de San Juan y es también el título de la primera encíclica del Papa Benedicto XVI, un documento que Martín ha estudiado profundamente. Según él, este lema encapsula el corazón de la fe cristiana y es esencial para la evangelización: «Dios es amor». Martín enfatiza que «Dios es amor, y no es otra cosa», añadiendo que todas las demás cualidades divinas como la misericordia, ternura, cuidado, perdón y justicia, derivan de este amor fundamental.
Martín, que ha servido como sacerdote durante 29 años y ha estado estrechamente vinculado a Cáritas, encontró rápidamente que este lema resonaba con su vida y ministerio. «Quiero que mi ministerio episcopal sea reflejo de ese amor de Dios», afirma.
Un Escudo Lleno de Símbolos
El escudo episcopal de Vicente Martín está cargado de simbolismo. En la parte superior central, una paloma representa al Espíritu Santo, remitiendo al Espíritu de Dios que revoloteaba sobre las aguas en el Génesis. Según Martín, el Espíritu Santo es el «protagonista de la misión», el que llama, envía y sostiene.
La parte central del escudo muestra la imagen de Cristo como el Buen Pastor, símbolo de Jesús como modelo para todos los sacerdotes, especialmente en su misión de buscar y salvar a los perdidos. Martín subraya que para Dios, nadie está definitivamente perdido: «Para Dios somos imperdibles».
A la derecha del Buen Pastor, un corazón abierto simboliza el deseo de Martín de contribuir a crear un mundo abierto al diálogo, la acogida y la escucha, conceptos promovidos por el Papa Francisco bajo la «cultura del encuentro». Este símbolo también refleja la influencia de Cáritas en su vida y ministerio.
A la izquierda de Cristo, un crismón alude a las raíces cristianas de Martín, especialmente las de su tierra natal, Extremadura. El crismón es una reproducción del encontrado en Mérida en 2008, datado en el siglo III, considerado uno de los vestigios cristianos más antiguos de la Hispania romana. Este símbolo representa la comunidad cristiana primitiva, que probablemente se reunía clandestinamente.
Encima del crismón, una corona de laurel simboliza la victoria de Cristo resucitado. Finalmente, el escudo está enmarcado en su parte inferior por una guirnalda de hojas de encina y bellotas, un guiño a su tierra natal. Martín, originario de La Nava de Santiago en Badajoz, señala que esta incorporación simboliza su deseo de encarnarse en Madrid no para conquistar, sino para servir.
Vicente Martín, a pocos días de su ordenación episcopal, expresa su compromiso y visión para su futuro ministerio en Madrid subrayando su profundo deseo de reflejar y transmitir el amor de Dios en todas sus acciones.