El pasado jueves 3 de marzo tuvo lugar la décimo cuarta sesión del Curso Anual de Catequesis del Arzobispado de Madrid, organizado por la Delegación Episcopal de Catequesis. El tema fue «el déficit de atención e hiperactividad», dificultad con la que cuentan un porcentaje significativo de los niños, adolescentes y jóvenes que participan en nuestras catequesis. Adela Tortosa, psicóloga terapeuta especializada, y miembro de la Asociación de Padres de niños con Trastorno de Atención con o sin hiperactividad, fue la ponente. Ofrecemos a continuación un texto explicativo de esta materia de la web de dicha asociación, así como el video de la intervención de Adela Tortosa:
¿Qué es el TDAH?
- Es un trastorno heterogéneo del desarrollo de naturaleza neurobiológica. Es un desorden biológico que tiene amplias repercusiones en la conducta de quien lo padece.
- Se caracteriza por una atención lábil y dispersa, impulsividad e inquietud motriz exagerada para la edad del niño.
- Es el Trastorno más común en la niñez, lo padecen entre un 5 y un 10 % de los niños siendo muy heterogéneo, es decir, la manifestación de los síntomas es desigual entre las personas que lo padecen. Este trastorno es conocido desde 1902.
- La frecuencia en varones es mayor que en mujeres en una proporción de 4 a 1 en el tipo combinado y de 2 a 1 en el de subtipo inatento.
- Hay un amplio porcentaje de los niños TDAH que presentan, además, otros trastornos que corren paralelos al TDAH (comorbilidades).
- Es un Trastorno crónico, no existe curación, sin embargo, sí existen tratamientos para controlarlo y manejarlo. Entre un 20 o un 30% de los niños tratados no manifiestan el trastorno en la edad adulta.
- En la adolescencia con las transformaciones del organismo, se reduce el alto nivel de actividad, pero el déficit de atención persiste y llega a perdurar hasta la edad adulta.
- Es posible, que si un padre se comporta de forma impulsiva, intolerante o incluso agresivo, son síntomas de haber padecido un TDAH.
Causas del TDAH
Se desconoce la etiología del TDA-H, aunque existen algunos factores que pueden influir en el riesgo de padecer el trastorno, pero no son la causa.
- Factores socioambientales.
- Herencia.
- Lesiones pre- o postnatales. sobre el Sistema Nervioso Central.
- Madre fumadora, tiene un 30% más de posibilidades de dar a luz un bebé con TDAH.
- Madre alcohólica.
Otro elemento a favor de la hipótesis biológica del trastorno son los hallazgos estadísticamente relevantes que hallamos en las historias clínicas:
- Mayor incidencia de problemas durante el embarazo y el parto.
- Mayor presencia de retraso en la aparición de los indicadores de desarrollo motor.
- Mayor incidencia de trastornos del sueño y la alimentación desde el nacimiento.
- Mayor incidencia de problemas de psicomotricidad fina y gruesa.
- Mayor incidencia de problemas en la dominancia lateral.
- Bajo peso al nacer y nacimientos prematuros.
¿Cómo se puede manifestar el TDAH?
ATENCIÓN
Lo que más caracteriza a un niño con este trastorno, es su falta de atención. Cualquier detalle los distrae, a mayores estímulos su dificultad para concentrarse aumenta.
En casa tienen dificultades para seguir órdenes, parece que no escuchan cuando se les habla, son desorganizados, nunca saben donde han dejado sus cosas, sus juguetes, pierden el material escolar y son descuidados.
En el colegio cometen errores por no fijarse en los trabajos o en las diferentes actividades a realizar. Con frecuencia saltan de una tarea a otra sin terminarla, ya que evitan situaciones que implican un nivel constante de esfuerzo mental.
IMPULSIVIDAD
Con frecuencia actúa de forma inmediata, sin reflexionar, sin pensar en las consecuencias o en el riesgo o el peligro, ni para sí mismos, ni para los demás.
Está inquieto con las manos o los pies, les cuesta mucho estar sentados en las situaciones que lo requieren.
Está siempre activo en los lugares en que es inapropiado, restaurantes, centros comerciales, etc.
Habla de forma excesiva, responde antes de ser formulada completamente la pregunta, tiene dificultad para esperar su turno y frecuentemente interrumpe conversaciones o juegos.
HIPERACTIVIDAD
Lo más característico de estos niños es la excesiva actividad motora. Siempre están en continuo movimiento, corren, saltan por la calle, nunca quieren ir cogidos de la mano…
Su excesivo movimiento no persigue ningún objetivo, carece de finalidad.
COMPORTAMIENTO
Su comportamiento es imprevisible, inmaduro, inapropiado para su edad.
No son malos pero sí traviesos.
Se muestran agresivos verbal y físicamente.
Con frecuencia mienten como mecanismo de defensa.
Con frecuencia tienen problemas con sus compañeros de clase.
Se ven envueltos en peleas con facilidad.
APRENDIZAJE
La mayoría presentan dificultades de aprendizaje. El 40 ó 50 % de estos niños tienen un bajo rendimiento escolar.
Tienen dificultades perceptivas tienen poca habilidad para asimilar la información que reciben a través de los distintos sentidos.
Las dificultades de estos niños estriban en la adquisición del lenguaje y la lectura, así como el manejo de la escritura y el cálculo.
Son torpes para escribir o dibujar, tienen mala letra y cometen grandes errores de ortografía.
En el cálculo, se olvidan de las operaciones básicas.
En lectura, omiten palabras, sílabas e incluso renglones, no comprenden lo que leen, pueden identificar las letras pero no saben pronunciarlas correctamente.
Tiene dificultad para memorizar y para generalizar la información adquirida.
DESOBEDIENCIA
Como dijimos anteriormente a estos niños les cuesta seguir las directrices que se le marcan, tanto en casa como en el colegio.
Los padres tienen especial dificultad para educarles en adquirir patrones de conducta ya que pueden ser desafiantes.
ESTABILIDAD EMOCIONAL
Presentan cambios bruscos de humor, no controlan sus enfados y rabietas, tiene un concepto pobre de sí mismos y no aceptan perder, por lo que no asumen sus propios fracasos.
INMADUREZ
Presentan cierta inmadurez en la adquisición de muchos hábitos, no controlan esfínteres por la noche incluso después de los 7 años, tienen poca autonomía personal, les cuesta aprender a vestirse, les cuesta adquirir hábitos de higiene, tienen pobre motricidad fina y pobre coordinación, les cuesta aprender cosas como abrochar botones, atarse los zapatos, etc…
CRITERIOS DE DIAGNÓSTICO DEL DSM-IV
- Algunos síntomas de hiperactividad – impulsividad o desatención que causan alteraciones están presentes antes de los 7 años de edad.
- Algunas alteraciones provocadas por los síntomas se presentan en dos o más ambientes (por ej. en la escuela, en casa y/o en el trabajo).
- Deben existir pruebas claras de un deterioro clínicamente significativo de la actividad social, académica o laboral.
- Los síntomas no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia u otro trastorno psicótico, y no se explican mejor por la presencia de otro trastorno (por ej. Trastorno del estado de animo, Trastorno por ansiedad, Trastorno Disociativo o un Trastorno de la personalidad)
- Seis o mas de los siguiente síntomas de desatención y/o hiperactividad – impulsividad han persistido por lo menos durante 6 meses con una intensidad que es desadaptativa e incoherente en relación con el nivel de desarrollo:
DESATENCIÓN.
- A menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por descuido en las tareas escolares, en el trabajo o en otras actividades.
- A menudo tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades lúdicas.
- A menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente.
- A menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos, u obligaciones en el centro de trabajo (no se debe a comportamiento negativista o a incapacidad para comprender instrucciones).
- A menudo tiene dificultades para organizar sus tareas y actividades.
- A menudo evita, le disgusta o es renuente en cuanto a dedicarse a tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (como trabajos escolares o domésticos).
- A menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades (p. ej. Juguetes, ejercicios escolares, lápices, libros o herramientas)
- A menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes.
- A menudo es descuidado en las actividades diarias.
HIPERACTIVIDAD.
- A menudo mueve en exceso manos o pies, o se remueve en su asiento.
- A menudo abandona su asiento en la clase o en otras situaciones en que se espera que permanezca sentado.
- A menudo corre o salta excesivamente en situaciones en que es inapropiado hacerlo (en adolescentes o adultos puede limitarse a sentimientos subjetivos de inquietud).
- A menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de ocio.
- A menudo “está en marcha” o suele actuar como si tuviera un motor. A menudo habla en exceso.
IMPULSIVIDAD.
- A menudo precipita respuestas antes de haber sido completadas las preguntas.
- A menudo tiene dificultad para guardar turno.
- A menudo interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros (por ej. Se entromete en conversaciones o juegos).
SUBTIPOS DE TDAH.
En el DSM-IV hay tres subtipos:
Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo combinado si se satisfacen los criterios de atención y los de hiperactividad- impulsividad.
El tipo inatento con predominio de los criterios de déficit de atención.
El tipo hiperactivo–impulsivo con predominio de los criterios de hiperactividad e impulsividad.
El subtipo más común es el combinado y las diferencias sintomáticas son significativas.
Algunos de los síntomas comunes a los tres subtipos suelen ser:
Inmadurez evolutiva, baja tolerancia a la frustración, arrebatos emocionales, autoritarismo, testarudez insistencia excesiva, labilidad emocional, desmoralización, disforia, rechazo por parte de compañeros y baja autoestima. Con frecuencia el rendimiento escolar está afectado y devaluado lo que puede conducir a conflictos familiares y escolares además de problemas de adaptación.
Los niños que presenta el subtipo inatento no presentan los síntomas de movilidad de forma tan marcada como el de subtipo combinado.
COMORBILIDAD Y DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
En el TDAH es muy importante el descartar o confirmar las manifestaciones añadidas de determinados trastornos, que habitualmente van unidos al TDAH y son:
Trastorno de APRENDIZAJE
Trastorno NEGATIVISTA-DESAFIANTE
Trastorno DISOCIAL
Trastorno DEPRESIVO
Síndrome de GUILLES DE LA TOURETTE Y TICS
Trastorno OBSESIVO-COMPULSIVO
Trastorno de ANSIEDAD.
La presencia del TDAH, aumenta la probabilidad de que se presenten otros trastornos asociados o comórbidos, pero no los causa.
¿QUIÉN REALIZA EL DIAGNÓSTICO?
El diagnóstico es multidisciplinar pudiendo realizarlo un Neurólogo, psiquiatra y/o un psicólogo clínico. Es muy importante que sea especialista en TDAH y que trate con frecuencia este trastorno. Si ya se ha diagnosticado y se cree que el procedimiento no ha sido el adecuado, sólo entonces es necesaria otra valoración mas profunda por un experto.
TRATAMIENTOS
Existen tres grupos principales en el tratamiento del TDAH:
Farmacológico.
Psicológico.
Otras terapias alternativas.
Para acertar en el tratamiento más adecuado para el niño, es necesario haber precisado como se manifiestan los síntomas, dirigiéndolo hacia las áreas afectadas.
El tratamiento que actualmente mejores resultados produce en los niños con TDAH, es el Multimodal, esto quiere decir: Neurólogo y/o psiquiatra, para el diagnóstico y si el paciente lo precisa se recetará un tratamiento farmacológico. El fármaco más utilizado es el estimulante que utiliza como principio activo el metilfenidato. Como tratamiento no estimulante se utiliza la atomoxetina. Además sería conveniente un tratamiento psicológico o psicopedagógico, en donde se trata al niño y a la familia y proporcionar una buena orientación y comunicación con el equipo docente, sobre cómo deben de trabajar en el aula, para que el ambiente del niño sea lo más estructurado, estable y equilibrado posible.
AFRONTAMIENTO DEL DIAGNÓSTICO
Las reacciones de los padres cuando se enteran de que su hijo padece TDA-H suelen ser:
Desconcierto, negación, miedo, enfado, alivio, rechazo, desilusión y/o culpa.
Es importante que identifiquen sus emociones y sentimientos para que puedan ayudar mejor a su hijo y a ellos mismos les produzca menos ansiedad.
LA ACTITUD DE AFRONTAMIENTO
Es importante saber que ambos padres deben implicarse en ayudar al niño y para ello, deben buscar información realista y práctica sobre el trastorno, ayuda y apoyo de otros padres o de profesionales manteniendo una actitud positiva.
El ambiente familiar afecta a los niños con o sin TDAH, pero es a los niños con TDAH, donde el nivel observable de afectación es mayor.
COMPRENSIÓN
Los niños con TDA-H tienden a aburrirse más fácilmente que los demás, por ello suelen enfocarse hacia lo mas excitante y novedoso. Les cuesta aprender de sus errores, no son capaces de anticipar las consecuencias de sus actos.
Les cuesta expresar sus problemas, sentimientos y emociones, por ello suelen reaccionar con aislamiento o enfado, tienen una baja tolerancia a la frustración, una baja autoestima y poca confianza en sí mismos.
Son niños muy vulnerables, inestables, muy sensibles e inmaduros, pero con un gran corazón e inocencia.
¿COMO PODEMOS AYUDARLO?
Es especialmente difícil ser el padre de un niño que está lleno de actividades descontroladas, ocasiona desordenes, coge rabietas y no escucha ni sigue instrucciones.
Los padres a menudo se sienten impotentes y sin recursos. Los métodos usuales de disciplina, tales como dialogo y razonamiento, no funcionan con estos niños, porque en realidad no es capaz de autocontrolarse. Ante la repetición de situaciones estresantes, los padres reaccionamos, con cachetes, castigos desmesurados, ridiculizaciones, comparaciones con sus hermanos o compañeros, gritos por pura desesperación. Entonces nos culpamos a nosotros mismos por no ser mejores padres. Una vez que se diagnóstica y el niño recibe tratamiento, gran parte de esta frustración tanto de los padres como de sus hijos, comienza a desvanecerse.
Es importante ayudarle a que descubra qué tiene de especial cuáles son sus habilidades y sus limitaciones, usar mensajes y refuerzos positivos, confiar en él y demostrárselo.
Simplificar y estructurar las tareas, ayudarle a que haga las cosas paso a paso con metas alcanzables y realistas, asegurarse de que las instrucciones son comprendidas, procurar que todo este organizado y siempre en el mismo sitio, funcionar con rutinas. Recordar que los padres somos un ejemplo y un modelo para nuestros hijos.
EL TDAH EN EL ADULTO
Se trata de personas que han tenido que esforzarse el doble para conseguir cualquier objetivo. Esto les ha provocado sentimientos de inferioridad, fracaso y culpa.
Los problemas pasan del campo escolar, al campo laboral.
El gusto por lo novedoso, de ir al límite, viven a toda velocidad, haciendo difícil la convivencia. Suelen quejarse de:
Pobre concentración.
Mala organización.
Escasa autodisciplina e incapacidad para establecer y mantener una rutina.
Bajo rendimiento laboral.
Dificultad para encontrar y mantener un trabajo.
Si no han recibido tratamiento pueden presentar:
- Problemas de relaciones sociales.
- Dificultad para concentrarse por lo que buscan trabajos que no requieren mucha concentración.
- Dificultades en la organización del tiempo, siempre llegan tarde a las citas, hacen las cosas a última hora y apresuradamente o se le acumulan.
- Olvido crónico de objetos y recados, llaves, paraguas, etc.
- Impulsividad no planifican y deciden las cosas sin pensar con un gran riesgo a equivocarse.
- Interrumpen conversaciones.
- Tienen poco control de lo que dicen o piensan y contestan a las preguntas antes de terminar de realizarlas.
- Dependencia de otras personas, pareja, secretaria, etc. que son quienes les organizan y les lleva a ser dependientes.
- Falta de control emocional y baja tolerancia a la frustración.
- Periodos deprimidos cuando las frustraciones se acumulan.
- Dificultades en mantener relaciones a largo plazo, siendo significativo el mayor número de divorciados.
- Problemas económicos por falta de planificación y la compra impulsiva.
- No cumplen compromisos a largo plazo, viven el momento y sus metas suelen ser a corto plazo.
- Son variables en sus intereses. Se cansan muy rápido de los proyectos que inician. Igual que se apasionan por algo o alguien también lo odian y lo abandonan.
Entre el 70 y el 80%, de las personas que presentaron síntomas de TDAH en la niñez, continúan manifestándolas en la edad adulta. Pero un diagnóstico y tratamiento adecuado y grandes dosis de esfuerzo, cariño e ilusión por superar las dificultades, hacen que puedan llegar a superar las dificultades a lo largo de su vida.
TODO ESTO ES UNA PEQUEÑA SÍNTESIS DE LA COMPLEJIDAD QUE ACOMPAÑA AL TDA-H, SI TENEIS CUALQUIER DUDA, O QUEREIS QUE OS ORIENTEMOS EN ALGO NO LO DUDEÍS ESTAREMOS ENCANTADOS DE ATENDEROS.