Recientemente, se leía en el Vaticano la bula papal que da luz verde para la apertura de la Puerta Santa en la basílica de San Pedro el 24 de diciembre, marcando el inicio del Jubileo de 2025. Este anuncio trae consigo pautas oficiales sobre cómo obtener la indulgencia.
El texto, escrito para inspirar a los creyentes a buscar y nutrir el deseo piadoso de recibir esta gracia, establece que aquellos fieles verdaderamente arrepentidos, libres de cualquier apego al pecado y motivados por la caridad, podrán obtener una indulgencia plenaria a lo largo del año jubilar. Este logro se alcanza mediante la participación en actividades específicas, como peregrinaciones a lugares sagrados o el servicio a los necesitados.
Los fieles pueden ganar esta gracia jubilar peregrinando a sitios sagrados como las basílicas papales mayores en Roma o lugares venerados en Tierra Santa, ya sea individualmente o en grupos, dedicando tiempo a la adoración y meditación. Además, aquellos que no puedan participar en peregrinaciones físicas debido a circunstancias graves, como enfermedades o reclusión, se les anima a unirse espiritualmente mediante la oración, ofreciendo sus sufrimientos y dificultades como una forma de participación.
El Jubileo de 2025 también promueve la indulgencia a través de obras de misericordia y penitencia, así como la participación en actividades espirituales y encuentros de formación. Se alienta a los sacerdotes a estar disponibles para administrar el sacramento de la Penitencia, facilitando así el acceso de los fieles a los medios de salvación.