CLAUSURA DEL CURSO ANUAL DE CATEQUISTAS 2017-2018: MEMORIA
Estimado monseñor José Cobo, obispo auxiliar de Madrid,
Estimados profesores y alumnos del Curso Anual de Catequistas,
Estimados coordinadores de catequesis de vicarías y miembros del Equipo de Expertos de la Delegación de Catequesis,
Amigos todos:
Me corresponde en este acto de clausura del Curso Anual de Catequistas 2017-2018, organizado por la Delegación Episcopal de Catequesis del Arzobispado de Madrid, hacer una breve memoria del mismo:
Planificamos este curso, el segundo de estas características (a saber: presencial y on line, formato ciclo de conferencias, con proyección para otros cursos básicos en vicarías, arciprestazgos y parroquias), con cinco bloques distintos y complementarios de formación para los catequistas:
1º.- Como responder a los desafíos de la Evangelización en general, y de la catequesis en particular, en el contexto de la cultura de hoy, y la doble primacía de la comunión para la misión así como del testimonio.
2º.- Cómo catequizar hoy desde la impronta del Papa Francisco a través de sus principales documentos magisteriales.
3º.- Como implementar la “creatividad” como criterio de conexión con los destinatarios de la catequesis y como aprovechar para este fin los “recursos creativos” artísticos (música, cine, teatro, literatura, artes plásticas, etc…).
4º.- Como catequizar hoy desde el legado de “espiritualidad del catequista” que nos dejaron los santos catequistas.
5º.- Como aterrizar todo esto desde el impulso de comunión y misión de nuestra diócesis con el Plan Diocesano de Evangelización, así como la presentación de los nuevos criterios y recursos para la catequesis en Madrid (de momento, en cuanto a los recursos, para la catequesis de adolescentes).
Al oír los ecos de los participantes durante todo el curso, pero sobre todo en estas últimas semanas, acercándose este momento de su clausura, podemos estar satisfechos de haber sembrado en buena tierra semillas de formación, intelectual, pedagógica, y espiritual; y haber recogido ya los frutos de una mayor ilusión, capacidad de emprendimiento, y colaboración mutua entre los catequistas.
Podemos afirmar que en este curso, además de responder a los desafíos del Plan Diocesano de Evangelización, que también termina con este curso pastoral, hemos experimentado, como en los grupos del mismo PDE que, según reza su lema, “entre todos, con todos, y para todos” podemos responder mejor a lo que el Señor nos pide cuando hoy, aquí y ahora, Jesús nos sigue enviando su Espíritu y urgiéndonos: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio”.
“Entre todos”, porque tanto en este curso como en el del año pastoral precedente, hemos contado con ponentes que desde la diversidad de escuelas, carismas, y experiencias, nos han ofrecido un abanico amplísimo de la gran riqueza del jardín evangelizador y catequético de la Iglesia. Por eso estamos en grado de afirmar que este ha sido un curso llevado a delante “entre todas” las más significativas sensibilidades y enriquecido por las más significativas experiencias de la acción evangelizadora en el marco de la iniciación cristiana en Madrid.
“Con todos”, porque además de las ponencias, hemos tenido la oportunidad, todos los días, de establecer un rico diálogo entre los ponentes y los catequistas, que ha servido de “parlamento” catequético en el permanente taller de mejorar la catequesis en nuestra Archidiócesis.
“Para todos”, no sólo porque a través del streaming o emisión en directo por Internet han podido participar, y en algunas ocasiones muy activamente muchos desde sus casas y sus parroquias, sino que además nos consta que los videos de las sesiones han sido, siguen y seguirán siendo útiles para catequistas de toda España y de todo el mundo de habla hispana. Quisiera aprovechar este punto para saludar en su nombre a algunos de nuestros alumnos extranjeros, que han seguido puntualmente nuestro curso, y a quienes les mandaremos su acreditación: Ana María Osorio, y su comunidad religiosa y de catequistas, de Toluca, en Méjico; Esmeralda Vargas de Bobota, y María Fernández de Caracas, ambas en Venezuela; Teresita Molinari, de Uruguay; y Vicky Njas, de la Comunidad de San José, de Abudhabi, en los Emiratos Árabes.
No quisiera terminar esta memoria sin hacer un brevísimo recordatorio de impresiones y conclusiones comunes que a lo largo del curso han ido jalonando las intervenciones de los ponentes y de los participantes. A saber:
- Que en el cambio de época (que no mera época de cambios) en el que vivimos, no podemos seguir “haciendo lo que se ha hecho siempre”, y que tanto por fidelidad al Evangelio como por fidelidad, igualmente evangélica, a los niños, adolescentes, jóvenes y adultos de hoy, es necesario renovar la catequesis y renovarse como catequistas.
- Que sin comunión no hay misión, por lo que la comunión con el impulso del Papa Francisco de la Iglesia en salida, y la comunión diocesana con nuestro arzobispo que encabeza esta Iglesia que peregrina en Madrid como Iglesia en salida, y sin comunión con los equipos pastorales y grupos de catequistas de las parroquias representada en la figura de los párrocos y de los responsables de pastoral…, sin todas estas “comuniones efectivas”, no hay ni misión, ni evangelización, ni catequesis que valga.
- Que la encíclica sobre la “Luz y la fe” escrita a dos manos por Benedicto XVI y por el Papa Francisco, así como su encíclica Laudoto Si, y sus exhortaciones apostólicas Evangelii Gaudium y Amoris Laettia, tienen mucho que decir a la catequesis, y constituyen un magisterio riquísimo en la formación de los catequistas.
- Que los recursos del arte, -bajo el principio de que no podemos evangelizar ni catequizar si en la propuesta de la verdad y la bondad de Dios y su revelación no acompañamos la propuesta de la belleza-, no son meros instrumentos, sino que forman parte de la evangelización misma y de la catequesis misma, porque sin el lenguaje de la música, la literatura, la pintura y los audiovisuales, no acertaremos en el lenguaje de la catequesis. Y que, como siempre, pero hoy más que nunca, “el medio es el mensaje”.
- Que los santos catequistas, empezando por nuestra Madre Santísima, que nos enseño que de lo que se trata no es sólo de hablar de Jesús, sino de “darlo” y “engendrarlo” en la historia, pasando por los grandes maestros de la evangelización de los niños y de los jóvenes (San Pio X, San Juan Bosco, San Juan Bautista de la Salle, San Manuel González, y San Enrique de Osso), no son personajes de ayer para tenerles en una vidriera, sino que son inspiradores concretos y efectivos de cómo catequizar, pero sobre todo inspiradores para tener un alma de catequista, sin dejar de ser además intercesores en quienes confiar y encomendar nuestra labor.
- Y que junto a la labor de la Vicaría de Evangelización, de todas y de cada una de las vicarías territoriales, de las demás delegaciones diocesanas, y de los equipos de la Delegación de Catequesis, el de coordinadores de vicarías y el de expertos, con este Curso, entre todos, con todos y para todos, podremos impulsar tanto la atención a los catequistas como la renovación de los criterios, los itinerarios y los recursos de la Catequesis en Madrid.
- Siempre y cuando lo hagamos en comunión, y pidiendo y acogiendo la luz del Espíritu Santo, y sabiendo que si nosotros hacemos nuestra parte, Dios hace la suya, que, como nos decía el Vicario de Evangelización, lo hará según sus tiempos y sus modos que, gracias a Dios, se nos escapan.
Muchas gracias, a 24 de mayo de 2018, fiesta de María Auxiliadora. Que ella, como a Don Bosco y a todos los santos catequistas, nos guie y nos proteja.
Manuel María Bru Alonso. Delegado Episcopal de Catequesis
2º VÍDEO DEL ACTO DE CLAUSURA: