Infomadrid / B. Aragoneses (25 de noviembre de 20209.-  La catedral de la Almudena acogió este martes, 24 de noviembre, la Misa funeral por el que fuera deán de la catedral, Joaquín Iniesta, fallecido el 14 de marzo de este año a causa de un cáncer. Era el deán de la catedral desde 2015 y formaba parte del Cabildo desde 1997. La Eucaristía fue presidida por el cardenal Carlos Osoro, que señaló al comenzar su homilía que «nos reunimos porque creemos en la vida eterna», y aludió al salmo 23, que se había proclamado en las lecturas, al asegurar que «sentirnos siempre acompañados por Dios» supone «una gracia» porque «en esa compañía que nos hace el Señor no nos falta nada». Las verdes praderas a las que se refiere el salmista «son la esperanza precisamente», y las fuentes tranquilas son «esa seguridad que nos alcanza el Señor».

El arzobispo de Madrid animó a no dudar de que Dios está siempre con los hombres, «en medio de caminos oscuros que siempre aparecen en nuestra vida» como este de pandemia, y lamentó lo triste que puede ser la vida si no se experimentan su bondad y su misericordia. Un Dios que ha resucitado y que invita a pensar en esa Resurrección «que Él ha tenido y nos regala». «Tengamos esperanza en la vida eterna», exclamó el purpurado, que definió como una «idea santa» el hecho de «saber que tenemos a alguien que padeció la muerte y alcanzó la Resurrección para nosotros».

El Señor regala a los hombres su vida «para vivir». Por eso, «vivamos de su vida para vivir la vida plena», alentó el purpurado, que pidió por «el descanso eterno» de Iniesta y recordó, para finalizar, las palabras del apóstol Pablo: «Si vivimos, vivimos para Dios , si morimos, morimos para Dios, en la vida y en la muerte somos de Dios».

Biografía

Iniesta falleció el pasado 14 de marzo, a los 75 años de edad, tras una larga lucha contra el cáncer. En ese momento era deán de la catedral de Santa María la Real de la Almudena, desde 2015, y canónigo, desde 1997; miembro nato del Consejo Presbiteral, desde 2015, y párroco de la cripta de Santa María la Real de la Almudena.

Natural de Almansa (Albacete), fue ordenado sacerdote el 15 de junio de 1969 en Valladolid. Era diocesano de Madrid y prelado de honor de Su Santidad (2001). En la archidiócesis de Madrid fue vicario parroquial de Virgen de la Paloma y San Pedro el Real (1972-1980); adscrito a Santa Teresa y Santa Isabel (1975-2016); auditor inspector en la Vicaría Judicial de Madrid (1980-1981); viceprovisor en la Vicaría Judicial de Madrid (1981-1991); adjunto al vicario judicial (1988-1991); auditor del Tribunal de la Rota (1989-2000); comisario de la Pia Unión Nuestra Señora de la Esperanza (1990-1991); provicario de la Curia Diocesana (1991-1995); miembro nato del Consejo Presbiteral (1995-2015); vicario general (1995-2015); miembro nato del Colegio de Consultores (1995-2000), y juez del Tribunal de la Rota (2000-2016).