“Cáritas es la que llena de alegría y fortalece Madrid, como hicieron los apóstoles, penetrando en la vida de los hombres, no con la fuerza sino con Amor. Vosotros aclamáis al Señor no solo con palabras, sino con obras concretas, a través de personas concretas. Veo en quiénes trabajáis en Cáritas Madrid la generosidad, el amor de Jesús a través de la Iglesia. Por eso quiero daros las gracias y animaros a seguir”.
Con estas palabras daba la bienvenida nuestro cardenal arzobispo, Carlos Osoro, a las personas asistentes a la Eucaristía que se ha celebrado este 4 de mayo en la Catedral de Santa María de la Almudena. Esta Eucaristía es la preparación al Día de Caridad, que en Cáritas Diocesana de Madrid celebraremos el próximo 16 de junio motivo del Corpus Christi.
El Arzobispo de Madrid ha comenzado su homilía, además de definiendo y poniendo en valor la acción social de Cáritas Madrid, haciendo una petición expresa: “Llenad, alimentad y cumplid”. El Cardenal instaba a llenar la tierra y la ciudad de alegría, a llenar “la vida de las de personas repartiendo, porque seremos creíbles en la medida en que repartamos más y más Amor de Dios”; también a alimentar la esperanza de las familias más vulnerables “con cercanía, compasión y ternura”; y a cumplir con el mensaje de Amor de Dios.
El cardenal Carlos Osoro ha animado a todas las personas que formamos y que somos Cáritas Madrid a “seguir juntos esta tarea, a qué ofrezcamos lo mejor de nosotros a los demás. Vuestro trabajo es más necesario que nunca en estos tiempos que vivimos, donde vemos que la falta de amor continúa, y esa falta de amor es la mayor injusticia que hay, una lacra. Por eso Cáritas tiene que ser el grupo de discípulos de Cristo que aborda el amor de Dios en nosotros y lo manifiesta siempre”.
Asimismo, el Arzobispo, dirigiéndose a la familia de Cáritas Diocesana de Madrid nos ha dado las “gracias en nombre de la comunidad eclesiástica por repartir ese Amor de Dios”. Y ha insistido en que “la iglesia tiene que ser casa de amor y afecto, un lugar de acogida y refugio, que es lo que es Cáritas”, subrayando que “Cáritas Madrid es la casa de la esperanza”.
Por parte de Cáritas diocesana de Madrid, Cuca Villalba definía esta Eucaristía como un “espacio para celebrar la vida en plenitud y recordar nuestra llamada al Amor”. Una llamada que nos hace Jesús para renovar nuestro compromiso con quienes más nos necesitan frente a la “injusticia y vulneración de la dignidad humana que vive nuestro mundo, con la guerra de Ucrania o la pandemia”. Desde Cáritas Madrid queremos ser, como nos pide el para Francisco, “testimonio vivo de esta sinodalidad para construir una Iglesia entre todos, con todos y para todos”.
En las ofrendas y peticiones se ha pedido, tanto por las personas voluntarias y agentes de Cáritas Madrid, para que sigamos con nuestra acción caritativa, como por las familias que más sufren, a las que acompañamos, por los jóvenes, la sinodalidad y especialmente por el pueblo de Ucrania, para que haya paz.
Asimismo, se ha contado también con los testimonios de dos familias, quienes han tenido que abandonar su país, sus raíces y su familia en busca de un futuro nuevo, lejos de los conflictos políticos que vivían.
La primera de ellas, Livbov Brutvak, mujer ucraniana que participa en nuestros cursos de español. Livbov, acompañada de sus hijas nos explicaba su situación, una situación que es “la misma de tantas familias ucranianas”. Agradeciendo “la acogida que nos habéis dado” hacía también una petición explícita: “pedimos que recen por nuestras familias para que la Paz vuelva”.
El segundo testimonio ha sido el de Ligianny, venezolana que ha solicitado asilo y se encuentra actualmente en el residencial Jubileo 2000. Para Ligianny lo más difícil ha sido dejar su vida, su familia, sus sueños atrás y empezar de nuevo. Pero tanto ella como su marido y sus hijas ha encontrado el apoyo necesario en Cáritas Madrid. Muy agradecía y emocionada nos decía que “es admirable la labor de acompañamiento que hacen con nosotros, en nuestra familia y en nuestro corazón tendrán siempre un lugar”.
La eucaristía ha concluido con la bendición para el envío de las personas que formamos la familia de Cáritas Madrid y que vivimos al servicio de las personas más vulnerables, como apóstoles de la Caridad.
Recordamos que el Día de Caridad se celebrará el 16 de junio, cuando personas voluntarias y contratadas saldrán a la calle. Con mesas ubicadas en los diferentes barrios madrileños, se llevará cabo la tradicional cuestación con la que dar a conocer nuestra labor social, acercarnos a quienes nos necesiten y mover la solidaridad de las y los madrileños. Y el Día del Corpus Christi, nos reuniremos de nuevo en la Eucaristía del domingo 19 de junio.