ALFA Y OMEGA. 13 de agosto de 2019.- Los obispos, según la fundación, «trabajan en favor del bien común y la estabilidad de la sociedad con un amor al país que resulta innegable a la luz de los numerosos ejemplos de servicio en favor de los filipinos».
La oficina en Filipinas de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) se pronuncia en defensa de los obispos acusados de conspirar contra el presidente del país. En concreto, se les acusa de difundir vídeos difamatorios de Rodrigo Duterte y su familia, algo que la Iglesia local ha desmentido en varias ocasiones.
«Ayuda a la Iglesia Necesitada Filipinas apoya de manera firme e inequívoca a nuestro presidente, el arzobispo Sócrates Villegas, junto con el obispo Pablo Virgilio David, el obispo Honesto Ongtioco y el obispo Teodoro Bacani a la luz de los cargos de sedición presentados contra ellos», declara la fundación en un comunicado.
ACN asegura que los obispos acusados «siempre han sido fieles a su misión de predicar, promover y defender la vida, la verdad, la justicia y la paz». Por ello, considera que «estos cargos carecen de verdad y justicia, decencia y respeto por su dignidad humana».
Los obispos, según la fundación, «trabajan en favor del bien común y la estabilidad de la sociedad con un amor al país que resulta innegable a la luz de los numerosos ejemplos de servicio en favor de los filipinos». Además, ACN ha convocado a los cristianos a rezar por la seguridad de los prelados.
«En unidad con las intenciones de oración del Papa para julio, seguimos orando y esperamos que el gobierno y los funcionarios respetuosos involucrados ejerzan la justicia con la verdad, la práctica de la ley con integridad», concluyen.
Un intento de acallar a la oposición
Estos obispos no son los únicos sobre quienes recaen acusaciones. También los sacerdotes Flaviano Villanueva, Robert Reyes, el jesuita Albert Alejo y el hermano de La Salle Armin Luistro están acusados, junto a otras 36 personas, de difundir vídeos en los que, según la versión del Gobierno, insinúan que Duterte y su familia están implicados en un delito de tráfico ilegal de drogas.
Según informa la Agencia EFE, estos vídeos en realidad son autoría del joven filipino Peter Joemel Advincula, quien aparecía en ellos encapuchado bajo el sobrenombre de Bikoy. Y, aunque el activista asegura haber actuado en solitario, el Departamento de Justicia seguirá investigando a lo largo de esta semana la larga lista de detenidos.
Diferentes organizaciones de defensa de los derechos humanos consideran que estas denuncias masivas son otro intento del gobierno de Duterte de acallar a sus críticos y aplastar a la oposición, que quedó muy debilitada en las elecciones de mayo.
«Este caso ilustra cómo se pueden imponer arbitrariamente leyes draconianas como la sedición para silenciar a los críticos del gobierno», ha denunciado Amnistía Internacional.