DOMINGO QUINTO. TIEMPO ORDINARIO. CICLO C: Lucas (5,1-11)
Misa de Familias: Real Colegio Loreto. Madrid. RR. Divino Corazón. 20190210
NOTA CULTURAL
. Lucas presenta hoy la elección de los primeros apóstoles en el transcurso de “un sermón”, después de oírle un “sermón”, no paseando por la playa como hace Marcos 1,16-19.
. El modo de reaccionar de Pedro al ver la red llena de peces: “Apártate de mí que soy pecador” es lo que en la Eucaristía hacemos al principio (acto penitencial) y antes de comulgar: “Señor, no soy digno de que entres en mi casa”. Quien se cree digno de Dios, se equivoca. Así de sencillo
Querida y querido creyente: Has venido a la celebración cristiana del domingo: la Reunión, día de la Resurrección. Seguro que has tenido que hacer “encajes” para estar a las 12.30. ¿Sabes? Además de escuchar el susurro de Dios en tu corazón, nos dar ejemplo, ¡nos haces importantes a los demás! ¡Contigo somos más y nos animamos más! Gracias.
Mira cómo he leído yo este evangelio de Lucas. Tú haz tu lectura. La mía no es “opinión cerrada”. Me ha impresionado que el evangelista menciona una predicación de Jesús y silencia el contenido de la predicación. No le interesa a Lucas lo que dijo Jesús. Sí esto: Jesús elige una barca: “Se sube a una barca”. Predica. Después, en la barca pasan cosas.
. El foco: Lo que pasa: “¿Me dejas hablar desde tu barca a la gente para que no me empujen?”. Jesús necesita un favor. Se lo pide a unos desconocidos, que son elegidos al elegir su barca. Al terminar la predicación comienza la historia.
. Un mandato: En vez del normal: “Muchas gracias por el favor”, Jesús se toma la confianza de hacer un imperativo, un mandato. “Rema mar a dentro y echa las redes”. ¡Locura de mandato! Pedro, avezado pescador, se lo hace saber: “No es hora de pescar”. “Nada hemos cogido en toda la noche”. “Nos mandas cosas absurdas”. Jesús se presenta pidiendo cosas incoherentes, imposibles, ilógicas en la barca que no es suya, a los propietarios de la barca. ¡Aquí hay gato encerrado!
La reacción: Pedro lo deja claro: “Lo que pides no tiene sentido, pero en tu nombre echaré las redes”. La obediencia de Pedro a Jesús, a pesar de lo absurdo del mandato, trae la novedad.
Una lectura: En lo “absurdo” (¡Echa las redes ahora!) es donde es posible el milagro. Lo demás es “cosa normal”. A Pedro no se le pide hacer cosas que no sabe, sino las que sabe: por eso puede opinar y juzgar de locura el mandato. Por eso tiene fuerza su obedecer el mandato absurdo. Por fiarse de Jesús, por aceptar dejarse descolocar por Jesús, surge el milagro: Una pesca que revienta las redes, que necesita la ayuda de otra barca. Los cuatro pescadores se convierten en “pescadores de hombres”, en apóstoles: Pedro, Andrés, Santiago y Juan.
Un modo de estar ante Jesús: Pedro inaugura un modo de estar ante Jesús: No soy digno. Soy pecador. Es la manera de ser reconocidos como dignos por Jesús. Creernos dignos de Jesús es distanciarnos de él. Ante Jesús siempre caemos de bruces y acabamos diciendo: “Tienes razón”.
Te quiero decir: Tú y yo tenemos una barca (el hogar, el trabajo, la comunidad, el lugar donde hacemos la vida… pon lo que quieras). A esa barca quiere subir Jesús, meterse en el fregado de nuestra vida. Ahí quiere estar para hablar a otros y para mandarnos a nosotros cosas que parecen imposibles, pero que son nuestra salvación si hacemos caso, si confiamo, aunque antes nos haya salido, como a Pedro, una exclamación: “¡Estás loco, Jesús! ¡Cómo se te puede ocurrir pedirme eso! ¡Que no es hora de hacer eso…!”. Los milagros vienen de una locura que lo cambia todo. Jesús sabe lo que se hace y sabe lo que quiere hacer de nosotros: mujeres y hombres nuevos, que confíen en él. Ser buenos profesionales de lo que hacemos no es lo más importante. Ser confiados en Jesús: ¡¡Es lo más importante!!
Escucha en tu corazón, siente en tu corazón la llamada de Jesús hoy en tu barca, en lo tuyo. Ahí es donde Jesús te dice: “¡Adelante! ¡Echa las redes! ¡Yo sé lo que me hago!”. Estamos invitados a hacer lo que Jesús sabe y para nosotros es pura locura, puro absurdo… ¡Ayyy! “Señor, no soy digno… Señor, lo confieso, soy pecador: pongo lo mío primero que lo tuyo.”.
Álvaro GINEL sdb
GESTO: presentar un gran barco hecho de papel y con él en las manos decir algo de lo expuesto. Regalar a todos o hacer que construyan allí “su barquito de papel” donde Jesús quiere entrar y “hacer locuras que cambian la vida”.