“Diálogo entre generaciones, educación y trabajo: instrumentos para construir una paz duradera”
«Los jóvenes proponen una alianza para dar respuestas al grito de la tierra y de los pobres, para promover condiciones de trabajo dignas para todos» porque «no hay justicia sin empleos justos, sin trabajo para todos, sin empleos dignos y respetuosos para todos» observó la Hna. Smerilli. A continuación, el secretario ad interim definió el trabajo como «expresión de nuestra identidad y dignidad, de nuestra vocación social y relacional, de nuestro cuidado y cultivo de la tierra, con Dios y con los demás», anunciando el compromiso del Dicasterio en el próximo año sobre el tema del trabajo. A continuación, pidió «volver a poner el cuidado, expresión del principio de fraternidad, en el centro del pacto social». Para el padre Baggio, «el mundo es nuestra casa común, el único hogar posible para nuestra familia común.
Y tanto la familia común como la casa común siempre pierden cuando se producen guerras en su seno. Los gobernantes que piensan que pueden resolver los problemas con conflictos armados pertenecen al pasado, no al futuro». Por último, Aboubakar Soumahoro subrayó la necesidad de «lanzar una revolución espiritual capaz de entrar en la dinámica de la vida real, también para reconstruir el sentido de pertenencia a la misma comunidad humana». Hay que «devolver la esperanza», concluyó, «y no exasperar el sufrimiento, uniendo y federando a personas que son diferentes pero que comparten necesidades y sueños comunes». [1] Cfr Lett. enc. Fratelli tutti (3 ottobre 2020), 231.