El Centro de estudios Catequéticos de Sevilla cumple cinco décadas al servicio de la educación y la evangelización
- El Centro de estudios Catequéticos, de los Salesianos en Sevilla, celebró su 50 aniversario en una jornada centrada en la reflexión sobre la Religión Católica en las escuelas del siglo XXI.
Sevilla, 12 de noviembre de 2018.- En la tarde del 10 noviembre se llevó a cabo en el Colegio Mayor Universitario San Juan Bosco de Sevilla el acto de celebración del 50 aniversario del Centro de Estudios Catequéticos (CEC), como reconocimiento a las cinco décadas organizando iniciativas de formación en el área de la catequesis, la pastoral juvenil y la enseñanza religiosa escolar.
El acto, al que asistieron más de 170 participantes, contó con la presencia de numerosos representantes de Iglesia y Educación, entre los que se encontrabanMons. Santiago Gómez Sierra, Obispo auxiliar de Sevilla y miembro de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis; Juan Carlos Pérez Godoy, presidente nacional de Escuelas Católicas; Carlos Ruiz, Secretario general de Escuelas Católicas Andalucía; Jordi Latorre, director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas Martí-Codolar de Barcelona; el Consejo Inspectorial de la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora; una representación de directores de las casas salesianas y de las Hijas de María Auxiliadora; además de varios exdirectores del CEC, profesores y alumnos de las diferentes promociones.
En un clima de alegría, el acto comenzó con la apertura del salesiano Miguel Canino Zanoletty, director del CEC y conductor de la jornada, y el saludo de Ángel Asurmendi, Provincial de la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora, que pusieron de manifiesto con sus palabras la acción de gracias a Dios por lo significativo del servicio realizado, además de proyectar la mirada hacia el futuro y a los retos actuales de la formación de futuros profesores de religión y los agentes de pastoral. “Gracias por la labor prestada al servicio de la educación y la evangelización con perspectiva salesiana. Ahora, a por otros 50 años”, compartía Asurmendi en el cierre del saludo.
Esta jornada, que sirvió como momento de encuentro para los diferentes alumnos y profesores que han pasado por las aulas salesianas, contó con un recorrido histórico por la vida del organismo de la mano de Miguel Ángel Moreno Nuño, salesiano y profesor del CEC, que presentó una evocación histórica de estos 50 años de vida.
En su intervención, que estuvo dividida en tres estampas con las que recorrió las diferentes grandes épocas del CEC, sus protagonistas y proyectos principales, destacó entre otras ideas la gran capacidad de adaptación del centro de estudios y la renovación de su oferta formativa según los tiempos y las diferentes necesidades eclesiales.
La Religión Católica en las escuelas del siglo XXI
La reflexión central del acto corrió a cargo del salesiano Juan Carlos Pérez Godoy, presidente nacional de Escuelas Católicas, que reflexionó sobre ‘La Religión Católica en las escuelas del siglo XXI’, y estuvo centrada en la situación de la asignatura de religión en el panorama español, desde el contexto de la escuela pública, entendiendo que dentro de la concertada católica el panorama presenta algunas características diferentes.
Pérez Godoy presentó de forma detallada un “diálogo” con las posturas críticas hacia la asignatura, ofreciendo argumentos para una respuesta adecuada a cada una de ellas, para dar paso, en un segundo momento, a una fundamentación sobre la validez y conveniencia del valor de la asignatura en el marco más amplio de una educación integral de la persona.
Gracias a la vigencia y actualidad del tema, la ponencia afrontó aspectos como las características que la asignatura debería presentar valorando el perfil del profesor, el currículo formativo, su carácter confesional y el debate sobre su oferta obligatoria.
Por último, en un auditorio compuesto en su mayoría por alumnos que cursan la Declaración Eclesiástica de Competencia Académica para Primaria, Infantil o Secundaria, Pérez Godoy lanzó una serie de interrogantes que pudieran abrir nuevos caminos para la asignatura en nuestro sistema educativo.
Con vocación eclesial
El acto se cerró con la intervención de Mons. Santiago Gómez Sierra, que destacó la identidad y vocación eclesial del CEC, manifestada desde su origen, como recordaban los primeros documentos publicados en 1968.
Al hilo de la intervención sobre la asignatura de religión, Mons. Santiago Gómez Sierra puso en evidencia algunos aspectos sobre la misma, entre otros, la cuestión de la libertad, centrada en “la que permite que los padres puedan elegir libremente el tipo de educación para sus hijos, y la que da opción a que pueda convivir dignamente en el panorama educativo español”, explicaba.
Con los mejores deseos para el futuro cerraba un acto que miró al pasado con la obligación de seguir proyectando en el futuro su opción salesiana al servicio de la educación y la evangelización.
Algunos datos históricos sobre el CEC
A finales de septiembre de 1968 la prensa de Sevilla anunciaba la apertura de un centro destinado a la formación religiosa de educadores. Nacía así el Centro de Estudios Catequéticos. Promovido por la Congregación Salesiana en estrecha vinculación con la recién creada Conferencia Episcopal Española, a través del Secretariado Nacional de Catequesis y posteriormente del Centro Nacional de la Iglesia para la orientación y promoción de la Educación Cristiana (CENIEC)
En palabras del inspector salesiano del momento, D. Ambrosio Díaz, el CEC se presentaba como una “nueva estructura de apostolado, tan en línea de la tradición salesiana, (que) surge con el noble deseo de una influencia a más alto nivel, precisamente para que nuestro apostolado juvenil y popular se perfeccione y pueda responder mejor a las exigencias de los tiempos”
El Centro inició su andadura en el curso 68-69 con 62 alumnos inscritos. Entre ellos, D. Rafael Bellido Caro, futuro primer obispo de Asidonia-Jerez.
El CEC nació en medio de la efervescencia del posconcilio, un tiempo marcado por los deseos de actualización y puesta al día de la Iglesia, realidad que pasaba por una apuesta decidida por la formación de los nuevos agentes pastorales (profesores de religión, catequistas, responsables de colegios de la Iglesia…)
En poco tiempo el CEC la destacó por la capacitación para la enseñanza de la religión, además de la formación teológica de seglares. De manera especial se le confió la tarea de realizar el Curso Nacional para la preparación de Educadores para la Formación Religiosa en Centros docentes.
Sin lugar a dudas, el Centro de Estudios fue fruto de una clara apuesta de la Congregación Salesiana por una renovada formación de los agentes pastorales.
La inspectoría salesiana de Sevilla apostó seriamente por el CEC, en primer lugar dotándolo de personal especializado y de unos locales propios. En 1975 se creó una comunidad salesiana dedicada al Centro de Estudios en activo hasta 1988.
A principio de los años 80, el CEC, junto a los centros de Martí-Codolar en Barcelona y de Madrid, era una de las tres instituciones salesianas para la formación del profesorado de religión que contaban con la aprobación de la CEE. De los 34 centros de estas características en toda España, solo tres tenían su sede en Andalucía. Dos en Sevilla y uno en Granada.
Durante los primeros años de vida el CEC consolidó una rica y variada oferta formativa orientada, principalmente, hacia:
– La formación de profesores de religión en todas las etapas formativas
– La formación de animadores de grupos de fe, catequistas…
– La teología para seglares
– La formación y orientación para familias
– Una especial atención a la formación pastoral en el campo de los Medios de Comunicación social
– Y la formación y actualización catequética a numerosas instituciones de la Iglesia (parroquias, escuelas… etc)
– A lo largo de estos 50 años de vida, además de una infinidad de cursos y propuestas formativas de diverso tipo… destacaron iniciativas como:
La denominada como “Semana catequística” que durante muchos años generó un foro de reflexión sobre un tema de actualidad e interés para la catequesis.
O, en época más reciente, las Jornadas nacionales de pastoral juvenil, que cada año congregaron durante varios días a un nutrido grupo de agentes de pastoral preocupados por su formación.
Una de las grandes apuestas del CEC, en íntima colaboración con el Centro de Estudios Teológicos de Sevilla, fue la puesta en marcha del Máster de Pastoral juvenil. Pionero en este campo, se colocó en poco tiempo como un referente formativo en España.
A lo largo de su historia ha firmado numerosos acuerdos de colaboración con diferentes instituciones. Entre otras destacan:
o Ministerio de Educación y Ciencia
o Instituto de Pastoral de Sevilla,
o Centro de Estudios Teológicos de Sevilla,
o FERE-Escuelas Católicas Andalucía.
El CEC ha pasado por épocas, contextos y momentos diferentes. Miles son los alumnos, numerosos los profesores y las personas implicadas en estos 50 años.
Numerosas han sido las parroquias, congregaciones religiosas, y escuelas de la Iglesia las que se han beneficiado de una formación que pretendía ir más allá de la formalidad de una clase.
Durante décadas, el CEC ha sido un vivo ejemplo de la comunión eclesial, impulsado por los salesianos pero significativamente abierto a las necesidades de la Iglesia local y las Diócesis de Andalucía. La pertenencia, relación y comunión con la Archidiócesis de Sevilla ha sido siempre una constante.
Realidad y misión actual
Fiel a sus orígenes, el CEC ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos. En la actualidad sigue ofreciendo, como se decía en el 1968, una respuesta cualificada a las necesidades pastorales del momento.
En la actualidad sigue destacando por una seria oferta formativa para futuros profesores de religión con los cursos de capacitación para las etapas educativas de infantil y primaria, y secundaria. Cada año, más de 200 alumnos pasan sus aulas.
Además, también ofrece la posibilidad de actualización para profesores de religión en activo, y también se preocupa por la formación de agentes de pastoral en aspectos tan significativos como la formación teológica o el acompañamiento personal.