Segundo Bloque: CATEQUIZAR HOY: MAGISTERIO DEL PAPA FRANCISCO

Se trata de un bloque de conferencias que tiene como telón de fondo la impronta del magisterio y del impulso personal del Papa Francisco. Para ellos proponemos los principales textos de su magisterio hasta ahora y su lectura desde la catequesis.

 

4/ Desafíos de Lumen Fidei a la catequesis

11 de enero 2018

Rafael Delgado Escolar

Rafael Delegado Escolar, sacerdote, doctor en teología, es profesor de teología catequética en la UESD (Universidad Eclesiástica San Dámaso), y experto en el magisterio del beato Pablo VI.

PRESENTACIÓN DE RAFAEL DELGADO ESCOLAR

Nacido en Logroño en 1964. Hizo estudios de filosofía en Madrid y de teología en Burgos, ordenándole de sacerdote en 1992 D. Ramón Búa en la Concatedral de Santa María la Redonda de Logroño.

Es miembro del Instituto Secular Cruzados de Santa María, fundado por el Venerable Padre Tomás Morales, S. J., especialmente dedicado a la promoción del laicado y a la formación cristiana de los jóvenes. Ha desempeñado su labor pastoral en Valladolid, Zaragoza y desde el Año 2000 en Cáceres.

Es profesor en el Seminario diocesano de Coria-Caceres y en el Instituto de Ciencias religiosas. Desde hace tres años D. Francisco Cerro, Obispo de Coria-Cáceres, le nombró delegado de Relaciones interconfesionales.

En el año 2013 realizó el doctorado en la Facultad de Teología de la Universidad San Dámaso de Madrid, en la especialidad de teología catequética, con un estudio sobre el Año de la fe de Pablo VI. Por este motivo, fue invitado pro D. Juan Carlos Carvajal a impartir algunas asignaturas en el Bienio de licenciatura en Evangelización y Catequesis.

A continuación: esquema y video del streaming de la ponencia:

ESQUEMA DE LA PONENCIA: 

DESAFÍOS LUMEN FIDEI Esquema

DESAFÍOS DE LA LUMEN FIDEI A LA CATEQUESIS

Catequizar hoy: Magisterio del Papa Francisco, 11 de enero de 2018. Rafael Delgado.

INTRODUCCIÓN: Estructura y sentido de la Encíclica Lumen fidei (29 de junio de 2013).

  1. HEMOS CREIDO EN EL AMOR

El avanzar de la fe en la historia de la salvación: Abrahán, padre de los creyentes; la fe de Israel; Jesucristo, plenitud de la fe; la forma eclesial de la fe.

Desafíos para la catequesis: el reto de narrar la fe; el catequista, mediador y testigo.

  1. SI NO CREÉIS, NO COMPRENDERÉIS (cf. Is7,9)

La luz de la fe es la luz de la verdad y del amor, inseparablemente unidas. ¿Por qué transforma la fe? El creyente es transformado por el Amor, al que se abre por la fe, y al abrirse a este Amor que se le ofrece, su existencia se dilata más allá de sí mismo.

Desafío para la catequesis: Llevar la luz de la verdad y del amor de manera inseparable.

La fe como escucha y visión; la fe es “tocar con el corazón” (San Agustín). Posible gracias al misterio de la Encarnación: “Lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos […] y palparon nuestras manos acerca del Verbo de la ida” (1 Jn 1,1).

Desafío para la catequesis: una pedagogía de la encarnación que ayude a escuchar, ver y “tocar” al Verbo de la vida.

III. TRANSMITO LO QUE HE RECIBIDO (cf. 1 Co 15,3)

Puesto que la fe nace de un encuentro que se produce en la historia e ilumina el camino a lo largo del tiempo, tiene necesidad de transmitirse a través de los siglos. Y mediante una cadena ininterrumpida de testimonios llega a nosotros el rostro de Jesús (cf. LF 38):

– “Creí, por eso hablé” (2Co 4,13): La palabra recibida se convierte en respuesta y confesión, resonando para los otros e invitándolos a creer.

– “Reflejamos la gloria del Señor” (2Co 3,18): La luz de Cristo brilla como en un espejo en el rostro de los cristianos y así se difunde y llega hasta nosotros.

Elementos de la transmisión de la fe: La confesión de la fe, la celebración de los sacramentos, el camino del decálogo, la oración.

Desafíos para la catequesis: Desarrollar de forma unitaria todas las dimensiones de la fe, por la cual ésta llega a ser una fe conocida, celebrada, vivida, hecha oración (cf. DGC 144).

  1. DIOS PREPARA UNA CIUDAD PARA ELLOS (cf. Hb11,16)

Por su conexión con el amor, la luz de la fe se pone al servicio concreto de la justicia, del derecho y de la paz. La fe es un bien común que ayuda a edificar la ciudad.

Desafío para la catequesis: mostrar la verdadera raíz de la fraternidad entre los hombres; la historia de la fe es una historia de fraternidad.

CONCLUSIÓN: Bienaventurada la que ha creído (Lc 1,45).

Oración a María, Madre de la Iglesia y Madre de nuestra fe (LF 60)

¡Madre, ayuda nuestra fe!

Abre nuestro oído a la Palabra, para que reconozcamos la voz de Dios y su llamada.

Aviva en nosotros el deseo de seguir sus pasos, saliendo de nuestra tierra y confiando en su promesa.

Ayúdanos a dejarnos tocar por su amor, para que podamos tocarlo en la fe.

Ayúdanos a fiarnos plenamente de él, a creer en su amor, sobre todo en los momentos de tribulación y de cruz, cuando nuestra fe es llamada a crecer y a madurar.

Siembra en nuestra fe la alegría del Resucitado.

Recuérdanos que quien cree no está nunca solo.

Enséñanos a mirar con los ojos de Jesús, para que él sea luz en nuestro camino.

Y que esta luz de la fe crezca continuamente en nosotros, hasta que llegue el día sin ocaso, que es el mismo Cristo, tu Hijo, nuestro Señor. 

DECÁLOGO DE LA FE

  1. Quien cree ve; ve con una luz que ilumina todo el trayecto del camino, porque llega a nosotros desde Cristo resucitado, estrella de la mañana que no conoce ocaso (LF 1).
  2. La fe es la respuesta a una Palabra que interpela personalmente, a un Tú que nos llama por nuestro nombre (LF 8).
  3. Creer significa confiarse a un amor misericordioso, que siempre acoge y perdona, que sostiene y orienta la existencia, que se manifiesta poderoso en su capacidad de enderezar lo torcido de nuestra historia (LF 13).
  4. En la fe, el “yo” del creyente se ensancha para ser habitado por Otro, para vivir en Otro, y así su vida se hace más grande en el Amor (LF 21).
  5. Jesús es la Palabra hecha carne, cuya gloria hemos contemplado (cf. Jn1,14). La luz de la fe es la de un Rostro en el que se ve al Padre (LF 30)
  6. Con la fe, nosotros podemos tocar a Jesús, y recibir la fuerza de su gracia. “Tocar con el corazón, esto es creer” (LF 31).
  7. La fe se transmite, por así decirlo, por contacto, de persona a persona, como una llama enciende otra llama (LF 37).
  8. Quien cree nunca está solo, porque la fe tiende a difundirse, a compartir su alegría con otros (LF 39).
  9. Las manos de la fe se alzan al cielo, pero a la vez edifican, en la caridad, una ciudad construida sobre relaciones, que tienen como fundamento el amor de Dios (51).
  10. En la Madre de Jesús, la fe ha dado su mejor fruto, y cuando nuestra vida espiritual da fruto, nos llenamos de alegría, que es el signo más evidente de la grandeza de la fe (LF 58).

VIDEO DE LA PONENCIA: