Opción preferencial por los pobres

1.- Significado social de la opción por los pobres.

Se trata de un principio ético, cultural, político, y social.

Principio ético: El principio ético de la “opción preferencial” consiste en la llamada discriminación positiva: El ser humano tiende, en la búsqueda de sus propios intereses, a “discriminar” negativamente a los que menos nos aportan (materialmente, intelectualmente, socialmente), por lo que sufren el fenómeno de la marginación social. En compensación a esta tendencia, la praxis moral reclama el principio ético de la “discriminación positiva” que consiste en el la voluntad de atender, acoger y ayudar preferencialmente (antes que otros) a los más pobres.

Principio cultural: todas las culturas han desarrollado, de un modo o de otro, esta opción, basándose en la llamada “regla de oro” (no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti en su situación, haz a los demás lo que quisieras que te hiciesen a ti en su situación), aplicada a las situaciones de precariedad y pobreza en el sentido más amplio del término. En la historia cultural de la humanidad es indiscutible destacar por un lado que este principio lo ha desarrollado principalmente el cristianismo, y por otro, que no podemos hablar de un generalizada asunción del mismo, siendo así que a lo largo de la historia diversos movimientos filosóficos e ideológicos han propiciado planteamientos contarios a este principio, como son todos los movimientos que por sus opciones sociales y políticas relegan no sólo la regla de oro, sino también y previamente la consideración de primacía ética del respeto a la dignidad humana. En los últimos dos siglos estos movimientos tienen nombre y apellidos: nihilismo, materialismo capitalista, materialismo marxista, nacionalismo exacerbado, y relativismo.

Principio político: si las ideologías políticas condicionan, cuestionan, o en cambio fomentan y propician esta opción preferencial por los desvalidos, lo hacen desde políticas concretas tanto en el campo económico como en el educativo, que sientan las bases de una estructura social que garantice esta opción preferencial:

  • Políticas sociales: Como en el campo directamente social que aplica el principio a las situaciones de urgencia, a la atención directa tanto promocional como asistencial a los ciudadanos más desfavorecidos desde los recursos sociales.
  • Políticas económicas: En cuanto a las políticas que pretenden estabilizar la “opción preferencial” se encuentran todas aquellas que corrigen o buscan alternativas a la economía de mercado que por el principio de competitividad tienden a la discriminación negativa, desde planteamientos de política económica de solidaridad presupuestaria y de desarrollo de la sociedad del bienestar (especialmente la sanidad y la educación pública o concertada, la vivienda, la promoción del empleo y la cobertura al desempleo).
  • Políticas educativas: Las políticas educativas son a largo plazo importantísimas en relación con la opción preferencial, por dos razones: por buscar la garantía de la igualdad de oportunidades y por poder llegar a ser cauce de la cultura y ética de la solidaridad.

Principio social: Esta opción promueve el desarrollo de la sociedad civil en el campo de la solidaridad, que agrupa todo tipo de iniciativas sociales de investigación y reflexión, asesoramiento político, sensibilidad social, promoción social, y atención social.

2.- Origen del concepto: la “opción preferencial de la Iglesia por los pobres”.

Se trata de un principio teológico, moral y pastoral:

Teológico: Dios mismo hace esta opción: en la Sagrada Escritura, y sobre todo en los Evangelios, en los gestos y las palabras de Jesucristo, es evidente que Dios tiene predilección por los pobres. Se identifica con ellos, los llama a salir de su situación, hace justicia con ellos, y se deja amar por ellos.

Moral: por el principio moral de la igualdad en la justicia, el respeto, el servicio y la caridad para con todos los seres humanos, sin discriminación alguna, porque todos somos hijos de Dios. La discriminación negativa se explica teológicamente por la tendencia egoísta del ser humano fruto de la huella del pecado original, mientras la discriminación positiva se explica desde la gracia (don gratuito de Dios al hombre) que requiere la apertura a la fe en el amor como origen, motor y meta de la vida del hombre y del universo.

Pastoral: para la misión de la Iglesia esta claro el mandato bíblico (del profeta Isaías ratificado por Jesús) de “llevar la buena noticia de la salvación”, que consiste en anunciar, con obras y palabras, a los pobres el amor incondicional y preferencial de Dios por ellos. Este anuncio, que es el anuncio paradójico de las bienaventuranzas, supone para la Iglesia una triple predilección que afecta a los ámbitos de su presencia, a la defensa de los débiles, y su la promoción y ayuda concreta.

3.- Opción preferencial por los pobres desde la Iglesia universal y local.

Testimonio Iglesia Universal:

Para la Iglesia la opción por los pobres es una categoría teológica antes que cultural, sociológica, política o filosófica. Dios les otorga «su primera misericordia». Esta preferencia divina tiene consecuencias en la vida de fe de todos los cristianos, llamados a tener «los mismos sentimientos de Jesucristo» (Flp 2,5). Inspirada en ella, la Iglesia hizo una opción por los pobres entendida como una forma especial de primacía en el ejercicio de la caridad cristiana, de la cual da testimonio toda la tradición de la Iglesia (…) Por eso quiero una Iglesia pobre para los pobres (…) Nuestro compromiso no consiste exclusivamente en acciones o en programas de promoción y asistencia; lo que el Espíritu moviliza no es un desborde activista, sino ante todo una atención puesta en el otro considerándolo como uno consigo. Esta atención amante es el inicio de una verdadera preocupación por su persona, a partir de la cual deseo buscar efectivamente su bien. Esto implica valorar al pobre en su bondad propia, con su forma de ser, con su cultura, con su modo de vivir la fe”.

(Papa Francisco. Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, nº 198-199)

Testimonio Iglesia local:

He visto la opresión de mi pueblo en Egipto y he oído sus quejas, dijo el Señor a Moisés (Ex 3,7). También nosotros Pastores del Pueblo de Dios hemos contemplado cómo el sufrimiento se ha cebado en los más débiles de nuestra sociedad. Pedimos perdón por los momentos en que no hemos sabido responder con prontitud a los clamores de los más frágiles y necesitados. No estáis solos. Estamos con vosotros; juntos en el dolor y en la esperanza; juntos en el esfuerzo comunitario por superar esta situación difícil. Juntos, hermanos en Jesucristo, debemos edificar la casa común en la que todos podamos vivir en dichosa fraternidad. Pedimos al Padre que nos colme de inteligencia y acierto para construir una sociedad más justa en la que los anhelos y necesidades de los más desfavorecidos queden satisfechos. Las víctimas de esta situación social sois nuestros predilectos, como lo sois del Señor. Queremos, con todos los cristianos, ser signo en el mundo de la misericordia de Dios. Y queremos hacerlo con la revolución de la ternura a la que nos convoca el papa Francisco. Todos los cristianos estamos llamados a cuidar a los más frágiles de la Tierra”.

Instrucción pastoral “iglesia servidora de los pobres” de la Conferencia Episcopal Española, nº 56, 24 de abril de 2015)