MARÍA Y LA MUJER EN LA FE Y LA VIDA DE LA IGLESIA (Mujer, ahí tienes a tu hijo – Jn. 19, 25)

18.- PONENCIA DE CLAUSURA:

María y la mujer en la fe y la vida de la Iglesia que peregrina en Madrid (16 de mayo de 2019)

Cardenal Carlos Osoro. Arzobispo de Madrid

En la Clausura el Cardenal Osoro, además de su intervención, entregará el diploma acreditativo del curso a 120 de sus participantes.

El Curso Anual de Catequistas en formato ciclo de ponencias con temas y ponentes distintos, bajo el titulo “Mujer, ahí tienes a tu hijo (Jn. 19, 25): María y la mujer en la vida de la Iglesia”, tema vinculado al Año Mariano con el objetivo de contemplar la figura de la Virgen María como paradigma de “discípulo misionero”. Ha contado de 18 ponencias, de las que 11 fueron impartidas por ponentes mujeres, que pudieron seguirse presencialmente en el Arzobispado de Madrid, o también on line a través del streaming interactivo del Canal de Youtube de la Delegación de Catequesis, canal en el que han quedado grabadas las 18 ponencias.

LA PRESENTACIÓN DEL ACTO DE CLAUSURA POR PARTE DEL DELEGADO EPISCOPAL DE CATEQUESIS: 

CLAUSURA III CURSO ANUAL DE CATEQUESIS

RESUMEN DE LA INTERVENCIÓN DEL CARDENAL OSORO:

INFOMADRID 17 de mayo de 2019.- CARLOS GONZÁLEZ. «En la Virgen María encontramos las características más esenciales para evangelizar y transmitir la fe como catequista». Con esta invitación, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, clausuró el tercer curso anual de catequistas de la archidiócesis, que se ha venido celebrando en el salón de actos del Arzobispado de Madrid con el tema María, la mujer y la catequesis.

El prelado desarrolló su ponencia en torno a María y la mujer en la fe y la vida de la Iglesia que peregrina en Madrid. «En María se expresa la belleza verdadera del ser humano», destacó durante la lección conclusiva del curso.

En momentos de crisis, «necesitamos salir a este camino siendo catequistas del trato íntimo con Dios». Una invitación a ser «artistas» al estilo de Jesús de Nazaret, pues «el artista del trato íntimo con Dios tiene que reformular su vida permanentemente». Y, si no vienen, «hay que ir nosotros». Y, si les cuesta venir, «hay que buscar fórmulas para que nosotros podamos ir a donde están ellos, como lo hizo la Virgen María», subrayó.

En este sentido, el pastor de la Iglesia madrileña les recordó que han de ser sal y luz. «Para eso, tenemos que estar en contacto con quien es la Luz verdadera que ha venido a este mundo, Jesucristo». Evangelizando sin descanso, con todo el corazón a cuestas… «Un evangelizador no puede ser llorica; porque, entonces, no evangeliza, no saca fuerzas y capacidad creativa ante las situaciones nuevas que existen en este mundo».

Consciente de que desde la mirada de la mujer, transida por el amor infinito de Dios, encontramos la primera urgencia de la catequesis de hoy, el purpurado destacó que «necesitamos hombres y mujeres que, con su vida, anuncien explícitamente la misericordia y el amor de Dios». Siendo «hilos transmisores de la fe», porque «todos los que estamos aquí la hemos recibido de nuestros padres». Y aunque hoy «no es así», ha aseverado que «algo tendremos que mover de nuestra vida para conseguirlo».

Además, alentó a impartir una catequesis que muestre la ternura maternal de la Iglesia. Siendo como María, «ofreciendo y ofertando la vida sin poner condiciones». Con entusiasmo, llevando la alegría y la reconciliación, viviendo en una actitud de ofrecimiento y viviendo en y desde la fe.

«Vosotros practicáis el derecho a la belleza», aseveró. «El derecho que tiene todo ser humano a recibir la belleza máxima, que es Dios, y que Dios supo darle rostro». Ella, reveló, «no se arredró porque no tuviese un lugar para dar la catequesis y para mostrar al Señor». De hecho, «dio a luz en un establo y no le importó; lo hizo y allí apareció la belleza, que iluminó el establo». Por tanto, un catequista «quiere comunicar el rostro de Dios e implantar el derecho a la belleza», que «es el derecho supremo de cualquier ser humano», concluyó.

VIDEO DE LA PONENCIA Y DEL ACTO COMPLETO DE LA CLAUSURA: