CURSO ANUAL DE CATEQUESIS (2018-2019)

Mujer, ahí tienes a tu hijo (Jn. 19, 25): MARÍA Y LA MUJER EN LA FE Y LA VIDA DE LA IGLESIA

PRIMER BLOQUE: DE LA DEVOCIÓN A MARÍA A LA DEVOCIÓN DE MARÍA

2.- María y la Iglesia en el Concilio Vaticano II (22 de noviembre de 2018)

José Luis Bravo.

Sacerdote diocesano de Madrid. Profesor de Teología. Especialista en Eclesiología, asignatura que ha impartido en varios centros teológicos españoles. Actualmente es párroco de la Parroquia de San Jerónimo el Real de Madrid y arcipreste del Arciprestazgo de San Sebastían, que agrupa las parroquias del centro histórico de Madrid. También es director del Instituto Internacional de Teología a Distancia, en el que viene trabajando desde su fundación, como principal colaborador del Cardenal Agustín García-Gasco, y que desde los años 70 del siglo XX viene siendo el referente principal de la formación teológica a distancia de sacerdotes, religiosos y laicos de habla hispana.

VIDEO DE LA PONENCIA:

ESQUEMA DE LA PONENCIA:

MARIA Y EL CONCILIO VATICANO II

  1. Presentación
  • Agradecimiento
  • Límites de la exposición (historia-teología-culto-pastoral):María y el Concilio Vaticano II
  • Propuesta general: incorporación posterior de datos
  • Declaraciones fundamentales
  1. Trayectoria del estudio sobre María
  • Vivencia mariana
  • Relación con otras áreas teológica: Cristología
  • Fuentes de la mariología y su problemática
  1. Criterios teologicos-pastorales del Concilio V II
  • Fines
  • Metas
  1. Antecedentes mariológicos del C.VII
  • Movimientos teológicos-marianos
  • Relación de mariología y renovación eclesial
  • Antecedentes próximos:
  • Asunción de María
  • Renovación teológica
  • Congreso de Lourdes
  • Convocatoria Concilio VII
  • Vísperas del C. VII
  • visión criptotípica
  • visión eclesiotípica
  1. María en el desarrollo del Concilio VII
  • Preparación

Fase preparatoria:

  • 1ª Sesión: separación Maria – Iglesia
  • 2ª Sesión: inclusión María en Iglesia
  • 3ª Sesión y conclusión C.VII: María Madre de la Iglesia
  1. Desarrollo del Capítulo VII de la LG
  • La Santísima Virgen María, Madre de Dios, en el misterio de Cristo y de la Iglesia:
  • Introducción (52 a 54)
  • Función de María en la economía de la salvación (55-59)
  • Santísima Virgen y la Iglesia (60-65)
  • El culto de Stma. Virgen de la Iglesia (66-62)
  • María, signo de esperanza cierta y de consuelo para el Pueblo Peregrino de Dios (68-69)
  1. Tareas de interpretación del Capítulo VIII de la LG
  • Misterio
  • Economía de salvación
  • Cristo – María (relación)
  • Culto: intercesión
  1. Síntesis Final
  • Criterios teológicos
  • Integración de María en le misterio de Cristo y en el misterio de la Iglesia

A) Madre del Salvador

     – Cooperadora (socia) del Redentor

B) Función material de Maria – Iglesia (para y con)

   –  Virginidad  de María – virginidad de la  Iglesia

   –  Modelo para la Iglesia

   –  Comienzo de la Iglesia escatológica

CRÓNICA DE LA PONENCIA (Rodolfo Hernández Heredia):

Puntualmente, la conferencia empezó a las 17:00 horas, aunque hubiese habido un pequeño goteo de personas aún durante un tiempo en la llegada a la sala por parte del diferente público asistente.

El comienzo, bienvenida, fue con el emotivo rezo del Ave María entre todos.

Tras la introducción general del jueves anterior con la conferencia “Con María, discípulos misioneros de Jesucristo” nos encontramos con la primera ponencia del primer bloque (De la devoción “a” María a la devoción “de” María), que será más teológico por aquello de acercarnos en profundidad al estudio de la Madre de Dios. Con “María y el Concilio Vaticano II” empezamos el curso en serio, en sí mismo.

Esta sesión, con tema diferente a tratar, podríamos estructurarla en función a una “Regla del dos”, que se nos ha podido ocurrir por aquello de tener ¿dos presentaciones, dos partes y dos conclusiones? y que nos fuese sencillo estudiarlo.

– Dos Presentaciones:

La primera presentación, estaría dada por parte del P. Manuel María Bru hacia la persona de D. José Luis Bravo, ponente de la conferencia del día.

José Luis Bravo es Profesor de Eclesiología, Director del Instituto Internacional de Teología a Distancia, Párroco de San Jerónimo el Real, y hombre de reflexión, estudio y erudito en esta rama de la teología que nos compete hoy.

La segunda presentación, sería aquella que hiciese el propio D. José Luis Bravo a la hora de introducirnos en el tema a tratar en la tarde: “María y la Iglesia en el Concilio Vaticano II”.

Agradecimiento por la invitación de la Delegación de la Catequesis, y más en este importante Año Mariano pastoral dentro de la Diócesis. Hemos de partir de una formación integral, donde el saber ser junto con el saber hacer se nos hará presente con la ayuda del Espíritu Santo, su rezo y contemplación para nuestro carácter pedagógico dentro del dato teológico de la formación catequética.

Estableceremos unos límites: María, la Iglesia y el Concilio Vaticano II, pues si nos pusiésemos a hacer un repaso de la historia, la teología, el culto, la pastoral de la Virgen, la tarea sería demasiado ardua y larga. Desde el inicio mismo de la Iglesia la Virgen está siempre presente, ya sea con más o menos intensidad esa profundidad. Según se vaya reflexionando, comprendiendo a Jesús se irá comprendiendo a María. Cada vez que hay una realidad viva y se vive un movimiento en la Iglesia, aparece María.

Propuesta fundamental con seis núcleos principales que podemos decir de María que en el transcurso de la historia la Iglesia ha tenido: Virginidad, Madre de Dios, Inmaculada Concepción, Asunción, Culto Hiperdulía, Primera Cristiana.

Declaraciones fundamentales: Madre virginal del Redentor que está unido a la actividad salvadora de Jesús, y primer miembro de la comunidad creyente que tiene a Cristo como principio.

Añadiendo a todo lo anteriormente expuesto, está la importancia de la “Vivencia Mariana”, como dato y hecho tradicional dentro de la vida del hombre que trasciende a Dios (María, Madre de Jesús y nuestra a la vez); María tendrá relación con todos las demás materias teológicas, como la Cristología; al principio no habrá una reflexión de María, teniendo un problema con las fuentes (primero se vive y luego se escribe) que será interpretada y conservada por el Magisterio; hay que dar valor dinámico de la tradición para que el pueblo de Dios lo viva como parte de su propia vida; saber del problema antropológico de que la naturaleza del hombre no está destruida por el pecado original sino dañada, de tal manera que el hombre puede colaborar/colabora con el plan de Dios…

– Dos Partes:

La primera parte atendería a un antes del Concilio Vaticano II: la segunda parte sería la importancia del Concilio Vaticano II en si mismo.

¿Qué llevó al Concilio Vaticano II? Pues unos fines y unas metas. Fines como: una finalidad misionera y evangelizadora de la Iglesia, así como una renovación espiritual de la misma y una invitación para alcanzar la renovación de los cristianos. Metas como: una nueva forma de hacer teología, una identificación con Cristo, redescubrir la fe comunitaria, la renovación litúrgica, el anuncio del Evangelio con nuevo lenguaje, una relación de la Iglesia con el mundo diferente.

Como antecedentes, podemos decir que en el Concilio de Trento (1545-1563) no hubo ningún documento sobre María; a partir del siglo XVI, empieza a haber devociones mariológicas, más títulos a María y un paralelismo entre María y Cristo; apariciones marianas en los siglos XIX y XX como las de Lourdes, Fátima…; movimiento mariano unido al teológico de los siglos XIX y XX; movimiento bíblico y patrístico que irá descubriendo a María; el estudio de la historia y su relación con la fe; dos visiones de ver a María en vísperas del Concilio Vaticano II a través de dos posturas: criptotípica, más tradicional a la hora de dar mayor importancia a la relación de María con la maternidad; eclesiotípica, con fuentes más patrísticas al resaltar la singularidad de Cristo.

El Concilio Vaticano II (1962-1965)-tuvo una fase preparatoria desde 1959-daría lugar a tres sesiones diferenciadas tras haberse pedido que se estudiase el tema de María y que se definiese a María como medición de Gracia: una de separación, María-Iglesia no es aceptado; otra de inclusión, ¿se incorpora María al esquema de la Iglesia o no?; una última de conclusión, María como Madre de la Iglesia. Integrar a María dentro de la Iglesia con tres orientaciones en palabras de San Pablo VI: interpretar la cuestión mariana dentro de la Iglesia, anunciar la singularidad y preminencia de María en la Iglesia, determinar la misión de María en relación a Cristo y a la Iglesia.

En el contenido del desarrollo del Capítulo VIII (“La Santísima Virgen María, Madre de Dios, en el misterio de Cristo y de la Iglesia”), aparece de continuo el nombre de Madre de Dios para referirse a María, será titulada como Madre de la Iglesia, y en la clausura del Concilio Vaticano II el saludo que se le dirige a la Virgen como María Santísima.

El desarrollo del Capítulo VIII de la Lumen gentium, tiene una introducción en la que sitúa a María en el misterio de Cristo y de la Iglesia, teniendo como intención exponer en la doctrina de la Iglesia: la función de María en la economía de la salvación, recorrido de todos los grandes hitos de la historia de la Salvación como en ella siempre estuvo prefigurada o actuando María, María como mediadora siempre en función de Cristo y de la Iglesia, culto de la Santísima Virgen en la Iglesia con fin a Cristo, María como signo de esperanza cierta y de consuelo para el Pueblo Peregrino de Dios.

Colocar a María en el misterio de Cristo y de la Iglesia es una clave fundamental, porque la idea del misterio es todo aquello que la Iglesia designa en cuanto que proviene de la Trinidad (don de Dios);

Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, Templo del Espíritu Santo…

– Dos conclusiones:

Podríamos establecer dos conclusiones: una, en cuanto a “Síntesis final” de la ponencia; otra, en las preguntas y respuestas como término de la interesante conferencia vivida.

Síntesis final, resaltando unos criterios teológicos (bíblico, antropológico, ecuménico y pastoral), y la integración de María en el misterio de Cristo y en el misterio de la Iglesia (Madre del Salvador y función maternal para-con la Iglesia).

Desde el Concilio Vaticano II, María está con nosotros. A partir de esta indubitable afirmación, colocamos todo lo demás y podemos construir un marco esencial de lo que podemos encontrar en las sucesivas ponencias para terminar haciendo un cuadro de la mariología.

Sería conveniente leer el Capítulo VIII del Lumen gentium, para ir encontrando los datos que se han ido diciendo.

Finalmente, antes de concluir la velada, hubo varias preguntas por parte de los asistentes. Así, se pudo preguntar…

¿Como es posible que la Virgen esté tan en el centro del cristiano y el Evangelio hable tan poco de Ella?

A lo que se respondió que incorporamos a María a la Sagrada Escritura de manera distinta, y en función de como Jesús había nacido y de la catequesis de a quién iba dirigido. María es un dato en un proceso de enseñar, predicar a Jesús.

¿Qué diferentes visiones mariológicas hay entre protestantes y ortodoxos?

Aunque la pregunta es muy interesante, la amplitud de respuesta sería cuestión de un curso entero. Cuestiones a tratar como que el hombre pueda responder a Dios o no, de utilizar la conjunción “y” entre Dios y María…