El cantautor Luis Guitarra canta en la celebración del envío de los catequistas (viernes 30 de septiembre de 2016) en la Catedral de la Almudena, junto al coro de los Focolares. Este es el guión con la presentación del Delegado Episcopal de Catequesis, las lecturas, las oraciones, el rito de envío y las canciones, incluidas las dos canciones del cantautor Luis Guitarra, en la celebración del envío («Sois la sal») y en la comunión («Quien»):

 

RITOS INICIALES

Canto de entrada:

“Cantad a Dios” (Coro de los Focolares):

Oh, oh…

Cantad a Dios, Cielo inmenso e infinito Cantad a Dios, Coro eterno de ángeles Cantad a Dios, Santos de su reino Cantémosle siempre a Él

Dios nos ama Cantémosle siempre a Él Dios está aquí

Oh. Oh…

SALUDO LITÚRGICO DEL OBISPO:

Sr. Arzobispo: + En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

Sr. Arzobispo: La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos vosotros.

MONICIÓN DEL DELEGADO DE CATEQUESIS:

Estimado Arzobispo:

Como usted muy bien sabe, en palabras del Directorio General de Catequesis (nº 219), “aunque toda la comunidad cristiana es responsable de la catequesis, y aunque todos sus miembros han de dar testimonio de la fe, no todos reciben la misión de ser catequistas. Junto a la misión originaria que tienen los padres respecto a sus hijos, la Iglesia confía oficialmente a determinados miembros del Pueblo de Dios, especialmente llamados, la delicada tarea de transmitir orgánicamente la fe en el seno de la comunidad”.

Como primer catequista de la Iglesia que peregrina en Madrid, como primer pedagogo de la fe al ser el sucesor de los apóstoles en esta porción de la Iglesia universal que es la diócesis de Madrid, le corresponde la hermosa tarea de instruir, alentar y enviar a los catequistas de esta Iglesia particular.

Desde la Delegación Episcopal de Catequesis, al servicio de las vicarías territoriales, los arciprestazgos y las parroquias de nuestra diócesis, intentamos ayudarle en la labor de instruir y alentar a los numerosos catequistas cuyo servicio a la Iglesia es tan importante y tan encomiable.

Pero además deseamos significar expresamente que es usted, nuestro padre y pastor, quien en nombre de Cristo y de su Iglesia nos encarga esta misión evangelizadora, y por tanto, nos envía, en esta eucaristía, con el gesto de la bendición y del envío. Sabemos que este envío no es sólo a la acción catequística, sino que lo es también y previamente al “ser” catequista, lo que conlleva tanto la formación personal y espiritual del testigo de la fe como la formación específica del pedagogo de la fe, a través, entre otras cosas, de los medios que la diócesis pone al servicio de todos sus catequistas, que no son sólo los que la Delegación de Catequesis les ofrece este curso pastoral, sino también los del segundo año del Plan Diocesano de Evangelización, en cuyos numerosos grupos tantos catequistas de Madrid participan.

Durante este gesto, y cuando a ocho representantes de cada una de las ocho vicarías territoriales les de usted a besar los Santos Evangelios, un artista catequista, Luis Guitarra, cantará esa determinante definición del evangelizador que Jesús nos regala hoy en el Evangelio: “sois la sal que debe dar sal a la vida (…) sois la luz que debe alumbrar y dar a Dios”. Y más tarde, en el recogimiento de la comunión eucarística, nos cantará esa bella canción que bien podría expresar la identidad y misión del catequista: “¿Quién libera a quién del sufrimiento? -nos preguntará- ¿Quién acoge a quién en esta casa? ¿Quién llena de luz cada momento? ¿Quién le da sentido a la Palabra?”. Y el coro del movimiento de los Focolares, en la liturgia de la Palabra, nos animará a cantar en Magnificat, para unirnos a María en la vocación de ser, como ella, proclamadores de la grandeza del Señor, cuya misericordia llegue a sus fieles de generación en generación.

Los catequistas en Madrid, don Carlos, con palabras del Papa Francisco del pasado domingo en el Jubileo de los Catequistas del Año de la Misericordia, «no somos profetas de desgracias que se complacen en denunciar peligros o extravíos; no somos personas que se atrincheran en su ambiente, lanzando juicios amargos contra la sociedad, la Iglesia, contra todo y todos, contaminando el mundo de negatividad”. Al contrario, queremos “proclamar la esperanza de Jesús que es portador de alegría y sabe ver más lejos, tiene horizontes, no tiene un muro que lo encierra; ve más lejos porque sabe mirar más allá del mal y de los problemas. Al mismo tiempo, ve bien de cerca, pues está atento al prójimo y a sus necesidades».

Los catequistas de Madrid, don Carlos, queremos responder al desafío que usted nos propone en su última carta pastoral -“Ungidos y urgidos por la misericordia”-, que hoy entregamos a todos: el desafío de ser testigos de Cristo hasta el punto de que nuestros coetáneos se pregunten ”¿Por qué son así, por qué viven de esta manera, quién los inspira, por qué están con nosotros, por qué nos acogen si no creemos como ellos, y nos ayudan, y nos defienden”?.

Señor Arzobispo, junto a los vicarios episcopales, a los coordinadores de catequesis de las diversas vicarías, los arciprestes y los párrocos que nos acompañan, le pedimos envié a la misión evangelizadora de la iniciación cristiana de niños, adolescentes, jóvenes y adultos a los catequistas de Madrid, a los que han podido venir a participar en esta celebración y a todos los demás, para que, como nos pedirá el Señor en el Evangelio que vamos a proclamar, todos los catequistas, junto a los demás agentes de pastoral de nuestra diócesis, podamos poner sobre el celemín la lámpara de la Palabra de Dios, y podamos con ella iluminar a todos los de la casa, la casa de la Iglesia en salida, con puertas y ventanas siempre abiertas.

ACTO PENITENCIAL:

Sr. Arzobispo: Comencemos esta celebración eucarística pidiendo perdón al Señor por todos los pecados de acción o de omisión que debilitan la misión evangelizadora de la Iglesia:

  • Tú que esperas que nos convirtamos, Señor, ten piedad.
  • Tú que nos das tu perdón y tu fuerza, Cristo, ten piedad.
  • Tú que nos conduces a la felicidad verdadera, Señor, ten piedad.

ORACIÓN COLECTA:

Sr. Arzobispo: Oh Dios, que quieres que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, mira tu inmensa mies y envíale obreros, para que sea predicado el Evangelio a toda criatura, y tu pueblo camine por las sendas de la salvación y el amor. Por nuestro Señor Jesucristo…

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA (Rosa Aurora):

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (5,16-24)

Hermanos: Estad siempre alegres. Sed constantes en orar. Dad gracias en toda ocasión: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros. No apaguéis el espíritu, no despreciéis el don de profecía; sino examinadlo todo, quedándoos con lo bueno. Guardaos de toda forma de maldad. Que el mismo Dios de la Paz os consagre totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo.  El que os ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas.

Palabra de Dios.

SALMO: Canto del Magníficat (Coro de los Focolares):

Mi alma canta,
canta la grandeza del Señor
y mi espíritu se estremece
de gozo en Dios, mi salvador.(bis)

Porque miró con bondad
la pequeñez de su servidora,(bis) en adelante todas las gentes
me llamarán feliz,(tris).

Mi alma canta…

Derribó del trono a los poderosos y elevó a los humildes,
colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos

con las manos vacías.

Mi alma canta la grandeza del Señor y mi espíritu se estremece
de gozo en Dios mi salvador.

Mi alma canta… Mi salvador.

Canto del Aleluya (Coro de los Focolares):

Aleluya, aleluya, aleluya. Aleluya, aleluya, aleluya.

EVANGELIO (Diácono):

Lectura del santo Evangelio según san Mateo (5, 13-16)

Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Palabra del Señor

 HOMILÍA DEL ARZOBISPO

 RITO DE ENVÍO

1.- Monición (Felicidad): Vamos a proceder ahora al rito del envío de los catequistas que este año llevarán a cabo su labor en la Iglesia que peregrina en Madrid. El rito consta de tres partes:

  • La confesión de fe de los catequistas que manifiestan su compromiso y disponibilidad;
  • La bendición del Arzobispo sobre vosotros para que el Señor les ayude con su fuerza y los mantenga siempre fieles;
  • El beso del libro del Evangelio que habréis de enseñar y testimoniar.

2.- Profesión de fe y compromiso (Los catequistas encienden las velas):

Sr. Arzobispo: Antes de recibir la misión, es necesario que profeséis públicamente vuestra fe; que expreséis ante la Iglesia reunida vuestra disponibilidad a la tarea que se os encomienda y la aceptación del compromiso que asumís.

¿Creéis en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra?

Catequistas: Sí, creo.

¿Creéis en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de Santa María Virgen, proclamó con obras admirables el Evangelio de Dios, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre?

Catequistas: Sí, creo.

¿Creéis en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la vida eterna?

Catequistas: Sí, creo.

¿Estáis dispuestos a realizar vuestra tarea viviendo la fe con sinceridad de corazón y proclamándola de palabra y de obra, según el Evangelio y la Tradición de la Iglesia?

Catequistas: Sí, estoy dispuesto/a

¿Os preocuparéis de vuestra mejor formación y preparación y acudiréis con asiduidad a las reuniones organizadas para ello?

Catequistas: Sí, lo haré.

¿Prometéis, con la ayuda del Espíritu Santo, perseverar en la tarea a pasar de las dificultades, realizarla con diligencia según vuestra capacidad y buscar en todo el bien de la Iglesia y de aquellos que se os encomiendan?

 Catequistas: Sí, lo prometo.

3.- Bendición de los catequistas (Los catequistas se arrodillan o inclinan la cabeza para recibir la bendición).

 Sr. Arzobispo: Todos somos testigos de la fe y disponibilidad de estos hermanos y hermanas que asumen la tarea de catequizar en nuestra diócesis. Oremos para que el Señor derrame sobre ellos su luz y su gracia para que perseveren en la fe que han confesado y en las promesas que han hecho.

Todos oran en silencio mientras se canta:

 Canto del envío:

“Sois la sal” (Luis Guitarra):

Sois la sal,

que puede dar sabor a la vida.

Sois la luz,

que tiene que alumbrar,

llevar a Dios.

Sois la sal,

que puede dar sabor a la vida.

Sois la luz,

que tiene que alumbrar,

llevar a Dios.

Sr. Arzobispo: Oh Dios, fuente de toda luz y origen de todo bien, que enviaste a tu Hijo único, Palabra de vida, para revelar a los hombres el misterio escondido de tu amor; bendice a estos hermanos nuestros, elegidos para el servicio de la catequesis: concédeles que, al meditar asiduamente tu Palabra, se sientan penetrados y transformados por ella, y sepan anunciarla con toda fidelidad a sus hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Y yo os envío en nombre del Señor para que, como catequistas, conduzcáis a los niños, a los adolescentes, y a los jóvenes por Jesucristo, en el Espíritu, a Dios nuestro Padre, que vive y reina por los siglos…

4.- Entrega simbólica de la Palabra de Dios (Se acercan ocho catequistas, uno por cada vicaría territorial, delante del obispo).

Sr. Arzobispo: En nombre de todos los catequistas de Madrid, que habéis meditado la Palabra de Dios, llevadla en vuestras manos, en vuestros labios y en vuestro corazón, para que aquellos a quienes sois enviados puedan, al contemplar vuestra vida, leer en ella el mensaje del Evangelio de Jesús.

A continuación, cada uno de estos ocho catequista van besando el libro del Evangelio y se retiran a sus sitios. Mientras, el coro canta una canción.

Canto de la entrega del Evangelio:

Todas mis palabras (Coro de los Focolares):

Como la lluvia y la nieve descienden desde el cielo, y allí, no regresarán
sin antes dar a la tierra un germen de vida,

así, todas mis Palabras
sólo volverán a mí,
cuando se realiza lo que deseo, cuando cumpla todo
cuanto les había mandado. Todas mis Palabras. (bis)

ORACIÓN UNIVERSAL DE LOS FIELES

Sr. Arzobispo: Oremos, hermanos, a Dios por las necesidades de la Iglesia y del mundo, por nosotros y, de modo especial, por quienes se dedican a la tarea de evangelizar.

Los mismos ocho catequistas hacen las preces:

  1. (Pilar) Para que los catequistas, en comunión con el Papa, nuestro Obispo y nuestros sacerdotes, seamos auténticos portavoces de la Iglesia, de cuya experiencia de fe nos viene su certeza, ROGUEMOS AL SEÑOR.
  1. (Almudena) Para que los catequistas, que actuamos en nombre de la Iglesia, nos veamos apoyados por la estima, la colaboración y la oración de nuestras comunidades, ROGUEMOS AL SEÑOR.
  1. (Milagros) Para que los catequistas seamos fieles servidores del Evangelio y sepamos transmitirlo intacto y vivo, de un modo comprensible y persuasivo, ROGUEMOS AL SEÑOR.
  1. (Luci) Para que los catequistas demos testimonio de la Palabra con la santidad de nuestra vida, en la oración, el amor al hermano, y la participación frecuente en los sacramentos, ROGUEMOS AL SEÑOR.
  1. (Manoly) Para que los catequistas nos entreguemos sin reservas a la misión que se nos ha encomendado, con amor, dedicación y alegría cada vez mayores, ROGUEMOS AL SEÑOR.
  1. (Eva Gloria) Para que nuestra Iglesia diocesana, con el testimonio de su vida y con la oración, secunde el servicio a la Palabra de los pastores, los agentes de pastoral, y los catequistas, ROGUEMOS AL SEÑOR.
  1. (Mary Ángeles) Para que los padres, a cuyo servicio estamos los catequistas en la formación cristiana de sus hijos, no renuncien a su misión de ser los primeros anunciadores de la fe, ROGUEMOS AL SEÑOR.
  1. (Mamem) Para que cuantos escuchan la Palabra de Dios experimenten el gozo de conocer a Dios y ser conocidos por El, de contemplarlo y abandonarse en El, ROGUEMOS AL SEÑOR.

Sr. Arzobispo: Oremos: ¡Oh Dios, fuente de luz y de bondad, que enviaste a tu Hijo único, Palabra de vida, a revelar a los hombres el misterio de tu amor! Bendice a estos hermanos nuestros, elegidos para el ministerio de catequistas. Ayúdales a meditar asiduamente tu Palabra, para que se dejen penetrar por su enseñanza y la anuncien fielmente a sus hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor.

LITÚRGIA EUCARÍSTICA

Canto ofertorio:

“Antigua, eterna danza” (Coro de los Focolares):

Espigas de oro al viento, antigua eterna danza es pan que te ofrecemos en signo de alabanza. Uva ya madura, perfume de alegría
en vino se transforma, bebida que da vida.

Con el pan y el vino, Señor hoy te ofrecemos consuelos e ilusiones, tristezas y dolores. Frutos del trabajo, confianza en el futuro
la fuerza y el deseo para empezar de nuevo.

Fuente de esperanza,
Dios Padre. Dios cercano
acoge nuestra ofrenda
que aquí te presentamos.
Dios del Universo, reúne a los dispersos haciéndonos Iglesia todos uno en Ti.

Oración sobre las ofrendas

 Sr. Arzobispo: Señor, así como aceptaste la gloriosa pasión de tu Hijo, dígnate aceptar también por la salvación del mundo, los dones y plegarias de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Plegaría Eucarística

 Santo (Coro de los Focolares):

Santo, Santo, Santo el Señor Dios del universo
Santo, Santo
el Cielo y la Tierra

están llenos de tu inmensa Gloria

Hosanna en lo alto del Cielo. Hosanna en lo alto del Cielo

Santo, Santo, Santo el Señor Dios del universo
Santo. Santo
el Cielo y la Tierra

están llenos de tu inmensa Gloria

Bendito aquel que viene en nombre del Señor

Hosanna en lo alto del Cielo Hosanna en lo alto del Cielo.

Santo, santo, santo

RITOS FINALES:

Canto de Comunión:

“Tu, al centro de mi vida” (Coro Focolares):

Hoy mi corazón desea encontrarte, hoy desea encontrarte sólo a Ti. Tú eres quien me guía
siempre en la vida,

mi única razón… Tú,
mi gran alegría… Tú,
en mi corazón siempre estarás Tú.

Si mi corazón se nubla de tristeza, siempre brillará una estrella firme allí, brillará una estrella firme
y muy segura;
esa estrella eres Tú,
la estrella segura… Tú,
en mi corazón siempre estarás Tú.

Sólo Tú puedes hacer que todo gire, no me importa cómo,
dónde ni por qué.

Que mi corazón deslumbre por tenerte. La razón de todo eres sólo Tú,
porque Tú sólo deseas que yo ame,
mi única razón… Tú,

la estrella segura… Tú,
en mi corazón siempre estarás Tú.

Sólo Tú puedes hacer que todo gire, no me importa cómo,
dónde ni por qué.

Uh, uh, uh, uh,

Canto de meditación:

“Quien” (Luis Guitarra):

¿Quién escucha a quién cuando hay silencio?

¿Quién empuja a quién, si uno no anda?
¿Quién recibe más al darse un beso?
¿Quién nos puede dar lo que nos falta?

¿Quién enseña a quién a ser sincero?
¿Quién se acerca a quien nos da la espalda?
¿Quién cuida de aquello que no es nuestro?
¿Quién devuelve a quién la confianza?

¿Quién libera a quién del sufrimiento?
¿Quién acoge a quién en esta casa?
¿Quién llena de luz cada momento?
¿Quién le da sentido a la Palabra?

¿Quién pinta de azul el Universo?
¿Quién con su paciencia nos abraza?
¿Quién quiere sumarse a lo pequeño?
¿Quién mantiene intacta la Esperanza?

¿Quién está más próximo a lo eterno:
el que pisa firme o el que no alcanza?
¿Quién se adentra al barrio más incierto
y tiende una mano a sus “crianzas”?

¿Quién elige a quién de compañero?
¿Quién sostiene a quien no tiene nada?
¿Quién se siente unido a lo imperfecto?
¿Quién no necesita de unas alas?

¿Quién libera a quién del sufrimiento?…

……¿Quién mantiene intacta la Esperanza?

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN:

 Sr. Arzobispo: Te pedimos Señor, que la participación en tu mesa nos santifique y que la redención que tu Hijo consumó en la cruz, sea recibida con gozo en todo el mundo por medio del sacramento de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Diácono: ¡Podéis ir en paz!

Canto a María:Te canto a ti, María” (Coro de los Focolares):

En tu casa yo te canto a ti, María,
toma entre tus manos hoy toda mi vida, acompáñame en el camino hacia Él,
tras las huellas que has dejado tú, María.

Tú, que has vivido siempre en la verdad,
Tú, que eres dueña
de la libertad,

hoy de tu amor mi vida la llenaré, por el mundo que yo lo llevaré.

Quédate junto a mí, Madre de Dios. Quédate junto a mí, en mi corazón.

Sólo el amor ahora me guiará, seré luz para la humanidad.

RECUERDA PARA ESTE CURSO:

 LO PRINCIPAL DE LA FORMACIÓN DE CATEQUISTAS:

  1. Cuso anual de catequética (los jueves del 27 de octubre al 1 de junio en el Salón de Actos del Semanario Alfa y Omega, de 17 a 20 horas).
  2. Curso Formación básica (De 3 a 8 de las 26 sesiones del anterior adaptado a las necesidades de las vicarías, los arciprestazgos y las parroquias).
  3. Cursos monográficos sobre nuevos desafíos para la catequesis
  4. Cursos monográficos de habilidades pedagógicas de la catequesis (comunicación oral, liderazgo y dinámica de grupos) de máximo 16 personas, en sábados a determinar por arciprestazgos y viarias.
  5. Curso de motivación “Identidad del catequista según Francisco”.
  6. Cursos de verano “Ser catequistas y hacer catequesis” Del jueves 6 al domingo 9 de julio de 2017. Casa de Espiritualidad La Cruz (Robledo de Chavela).

LOS EJERCICIOS ESPIRITUALES PARA CATEQUISTAS:

Tres tandas: 3, 4 y 5 de febrero; 3, 4, y 5 de marzo, y 31 de marzo, 1 y 2 de abril, en Robledo de Chavela.