RECURSO CATEQUÉTICO «JESÚS: ¿DÓNDE VIVES? VENID Y VERÉIS» PARA ADOLESCENTES Y JÓVENES DEL ARZOBISPADO DE MADRID

UNIDAD CATEQUETÍCA 4 (catequesis vitales): “Nadie tiene amor mas grande”

TERCERA PARTE: CATEQUESIS FORMATIVA

SECCIÓN: Cuidamos: Las obras de misericordia corporales (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2447-2448)

Las obras de misericordia corporales

Las obras de misericordia corporales consisten especialmente en dar de comer al hambriento, dar techo a quien no lo tiene, vestir al desnudo, visitar a los enfermos y a los presos, enterrar a los muertos (cf Mt 25,31-46). Entre estas obras, la limosna hecha a los pobres (cf Tb 4, 5-11; Si 17, 22) es uno de los principales testimonios de la caridad fraterna; es también una práctica de justicia que agrada a Dios (cf Mt 6, 2-4):

  • El que tenga dos túnicas que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer que haga lo mismo (Lc3, 11).
  • Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros (Lc11, 41).
  • Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del sustento diario, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos o hartaos”, pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve? (St2, 15-16; cf Jn 3, 17).

Bajo sus múltiples formas -indigencia material, opresión injusta, enfermedades físicas o psíquicas y, por último, la muerte-, la miseria humana es el signo manifiesto de la debilidad congénita en que se encuentra el hombre tras el primer pecado de Adán y de la necesidad que tiene de salvación. Por ello, la miseria humana atrae la compasión de Cristo Salvador, que la ha querido cargar sobre sí e identificarse con los «más pequeños de sus hermanos.

También por ello, los oprimidos por la miseria son objeto de un amor de preferencia por parte de la Iglesia, que, desde los orígenes, y a pesar de los fallos de muchos de sus miembros, no ha cesado de trabajar para aliviarlos, defenderlos y liberarlos. Lo ha hecho mediante innumerables obras de beneficencia, que siempre y en todo lugar continúan siendo indispensables.

Elige dos obras de misericordia corporales que hayas vivido: una siendo misericordioso con otros, otra recibiendo una atención misericordiosa por otros.