JOVENES MADRID.- «Vivimos momentos extraños, de incertidumbre y algo de desazón en Madrid y en todo el mundo.  Pastoralmente nos sentimos solidarios con tantas personas, instituciones y empresas que se ven afectadas por la situación de pandemia, especialmente con los jóvenes sin trabajo, con escasos recursos educativos y con entornos familiares conflictivos… con los que han perdido seres queridos. Al tiempo vivimos con la esperanza que nos ilumina la fe», expresó Laura Moreno, delegada episcopal de jóvenes, al dar la bienvenida al encuentro. Y continuó: «Los planes de todo tipo se desmoronan con la pandemia… habíamos soñado un inicio de curso de con una Semana Joven para experimentar lo que Papa Francisco nos invita a anunciar que “Cristo Vive y nos quiere vivos”. Hemos tenido que ir cambiando la propuesta sin renunciar a lo esencial… seguir apostando por caminar juntos como Pueblo de Dios, porción del Pueblo que acompañar a los jovenes y les da el protagonismo».

El cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, saludó a los participantes presenciales y los que siguieron el seminario con modalidad on line, valoró la convocatoria y expresó que deseaba alentar el camino iniciado por los jóvenes en la propuesta de Plan Esperanza, iniciado en el mes de abril al concluir el largo confinamiento de aquellos meses. 

El P. Rossano Sala, SDB, secretario especial del Sínodo Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional, de 2018 y actual profesor de teología pastoral en la Universidad Pontificia Salesiana, Roma, se conectó por vía telemática desde Roma y ofreció diez semillas para el camino pastoral con jóvenes, fruto de su reflexión a partir del proceso vivido desde el Sínodo. Su aportación se apoyo en la parábola del sembrador ((Mc 4,1-9).

PDF CON LA PONENCIA DE ROSSANO SALA: Pastoral-Juvenil-despues-Sinodo-Jovenes_espanol

Comenzó recordando que «vivimos un momento de siembra, que tal vez no dé frutos de inmediato, como en toda siembra. Sólo habrá frutos si se consigue cuidar, acompañar y cultivar lo que comience aquí. El Papa Francisco, a este respecto, nos ha repetido de muchas maneras que «dar prioridad al tiempo significa ocuparse de iniciar procesos más que de poseer espacios» (cf. Evangelii gaudium, nn. 223). Los diez puntos, presentados como semillas y desarrollados por el orador fueron los sigueinte: 

1. ESCUCHA. La existencia de los jóvenes es una llamada de Dios
2. FRAGILIDAD. Los jóvenes necesitan ternura y quieren reconciliación
3. BÚSQUEDA. Los jóvenes se han mostrado siempre abiertos y dispuestos
4. DISCERNIMIENTO. Todos estamos llamados a cuestionarnos a nosotros mismos
5. ANUNCIO. Estamos llamados a compartir la alegría del Evangelio
6. ESPIRITUALIDAD. Los jóvenes deben ser acompañados hacia una sólida amistad con Jesús
7. FAMILIA. El deseo de una Iglesia con un rostro y un estilo familiar
8. VOLUNTARIADO. El camino real (de realeza) de la caridad y el servicio responsable
9. VOCACIÓN. Los jóvenes son amados personalmente y llamados por su nombre por Dios
10. SINODALIDAD. Dios y los jóvenes están unidos por un gran deseo común

VIDEO DE LA PONENCIA: