Clausura VI Curso Anual: fotos para el recuerdo

Para todos los que participasteis en el Acto de Clausura del VI Curso Anual de Catequesis 2021-2022 y para los que no, si sirve de sana envidia para no perderse el próximo curso. ¡Gracias a todos!

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CLAUSURA DEL VI CURSO ANUAL DE CATEQUISTAS 2021-2022: MEMORIA

Se dice en el último número del Directorio para la Catequesis que cada “Delegación diocesana de catequesis deberá tener especial cuidado en la formación de los catequistas, reconociendo que el Espíritu Santo se sirve de su preciosa y competente colaboración para que el Evangelio sea acogido por todos. Valorando, ante todo, las necesidades reales de los catequistas y con un estilo adecuado a los tiempos y a la sensibilidad contemporánea, la delegación presentará una oferta de formación que responda a las dimensiones del ser, del saber estar con, del saber y del saber hacer, evitando acentuar indebidamente una sola dimensión en detrimento de las demás” (DC, 425).

Dice también el Directorio en el capitulo sobre la formación de los catequistas que “el catequista es un maestro que enseña la fe” y por tanto “es responsable de la transmisión de la fe de la Iglesia”, para lo cual deberá tener “tiempo de profundización de estudio del mensaje que debe transmitir”. Siempre, eso si, “teniendo en cuenta el contexto cultural, eclesial y existencial del interlocutor”. Se trata de profundizar no tanto en una doctrina sino “en el conocimiento de Aquel a quien el catequista en la fe ya ha reconocido como su Señor”. Se trata de una “asimilación del contenido de la fe como sabiduría de la fe” (Cf.: DC. 143).

En esta formación el Directorio insiste también en la doble fidelidad de la catequesis, pues “además de la fidelidad al mensaje de la fe, el catequista necesita conocer a la persona concreta y el contexto sociocultural en el que vive”. Para esta formación que capacite en la inculturación, el Directorio valora “la contribución de la psicología, la sociología, la pedagogía, las ciencias de la educación, de la formación y de la comunicación” (Cf. DC, 146).

Señor Cardenal, todas estas y muchas otras palabras del Directorio nos marcan un camino a seguir en la tarea diocesana de la formación de los catequistas de la Iglesia que peregrina en Madrid, pero a su vez recogen suficientemente, gracias a Usted, al Consejo Episcopal, a los dos equipos de la Delegación de Catequesis (el de expertos y el de coordinadores de las vicarías), a los sacerdotes y catequistas de las parroquias y de colegios católicos de nuestra diócesis, la experiencia de estos últimos años, así como el legado de muchas décadas de altísimo interés y de valiosísimas iniciativas en nuestra iglesia particular al servicio de la formación de sus catequistas.

Al clausurar en este momento el VI Curso Anual de Formación de Catequesis, en este doble formato presencial / on-line que tuvo desde su comienzo en octubre de 2016, quisiera Señor Cardenal, y queridos catequistas, hacer memoria no sólo de este último año, sino de estos cursos desde sus inicios.

A finales del curso pastoral 2015-2016, en el que usted me nombró delegado diocesano de catequesis, usted me dijo, si mal no lo recuerdo, que aunque en ese mismo año íbamos a poner en marcha en nuestra diócesis un proceso de tipo sinodal, el Plan Diocesano de Evangelización (PDE), y que en este proceso sin duda era importante la implicación de todos los catequistas de la Diócesis, convendría, a su vez, hacer una propuesta diocesana de formación de catequistas, pues conviene que siempre cuenten con medios para poder tener una formación sólida y permanente.

Y me indicó dos criterios para poner en marcha un proyecto de formación de catequistas: el primero, que fuesen cursos que facilitasen al máximo la participación de los catequistas, incluso, en la medida de lo posible, con la posibilidad de hacerlos no sólo presencialmente sino también on-line. El segundo criterio, que fuesen lo más variados y atractivos posibles en sus programas, de modo que se pudieran hacer por secciones parciales.

Yo tomé el guante de su propuesta, y pensé entonces en concretar estos dos criterios en dos propuestas: la primera, hacer que los cursos, además de presenciales, se transmitieran en directo por streaming, para lo que habilitamos además de la renovación de la página web de la Delegación, un canal de YouTube por el cual los catequistas desde sus casas o desde sus parroquias no sólo pueden seguir en directo y ver en diferido las ponencias, sino participar en en sus coloquios a través del chat del canal. También a través del servicio, a precio de coste, del equipo de profesionales de la productora de la fundación Crónica Blanca, que aprovecharon la ocasión para especializarse en este tipo de transmisiones, para que las de este curso tuvieran la máxima calidad, con los mejores equipos, y formándose en las mejores técnicas inventadas para este propósito, como la de poder editar aparte las presentaciones en power point de las ponencias en la transmisión.

La segunda respuesta al desafío fue la de programar los cursos a modo de ciclos de conferencias, con un ponente en cada sesión, y agrupando dichas ponencias en bloques temáticos. Así, además de facilitar que los catequistas pudieran elegir entre los bloques si les resultase excesivo participar en el curso completo, tendrían la percepción de que cada sección contaba con un valor formativo en si misma, al organizar los cursos como ciclos de conferencias, al contar con un tema y un ponente distinto cada una de ellas.

Seis años después resulta interesante recoger la riqueza de temáticas tratadas en estos cursos, que han contado con más de cien ponencias y ponentes distintos.

El primer curso (2016-2017), sin un título unificador de todo el curso, fueron muchos los bloques, formados por dos o tres ponencias, con los que quisimos abordar la identidad de la catequesis y la identidad del catequista, así como algunas propuestas de renovación metodológica y el abordaje de algunas situaciones emergentes en la catequesis como la hiperactividad, la interconectividad y la discapacidad. También abordamos la cuestión de la catequesis familiar y de la catequesis de adultos. Sin olvidad la catequesis para el compromiso, la catequesis en proyección pastoral parroquial, y la catequesis en comunión eclesial (I Curso)

En el segundo curso (2017-2018), abordamos tres bloques temáticos: los desafíos de la Evangelización hoy la catequesis hoy, en respuesta a estos desafíos, catequizar hoy según el Magisterio del Papa Francisco, y catequizar hoy con nuevos recursos creativos.

En el tercer curso (2018-2019), siendo este un Año Mariano en nuestra diócesis, abordamos bajo el título de “María y la mujer en la fe y la vida de la Iglesia”, tres grandes temas: el del magisterio mariano contemporáneo bajo el título “de la devoción a María y la devoción de María”, un estudio bíblico sobre “las mujeres en la Biblia, un recorrido por las santas que marcaron el rumbo de la Iglesia y las místicas contemporáneas, y como aterrizaje la catequesis un último bloque sobre
“María, la mujer y la Catequesis”.

En el cuarto curso (2019-2020) hicimos un curso bíblico monográfico sobre los libros de la Sagrada Escritura, dedicando un primer bloque a la teología de la Revelación, y el resto de los bloques a las diversas agrupaciones de los libros sagrados tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Antes de terminar el curso, cuando apenas nos quedaban dos ponencias por impartir sobre los escritos paulinos y los Hechos de los Apóstoles, llegó la Pandemia del Covid-19 y el largo confinamiento, que nos impidió finalizarlo aunque pudimos recuperar en una sola conferencia este tema al comienzo de quinto curso.

El quinto curso (2020-2021) fue un curso muy interesante. Al no poder hacerlo presencialmente, con el transcurrir de diversas olas de la Pandemia y variadas de restricciones para reunirnos presencialmente, optamos por hacer el curso con la modalidad únicamente on-line, y contó con un gran número de participantes. Abordamos bajo el título de “Reconocer en la Catequesis la dignidad humana de hijos de Dios”, dos grandes bloques: “El legado catequético de San Juan Pablo II, en el centenario de su nacimiento”, y “Catequesis y Doctrina Social de la Iglesia”, con toda la temática de la Catequesis social, teniendo ya en cuenta la rica aportación a este propósito del nuevo Directorio para la Catequesis.

Por fin, este sexto curso que ahora clausuramos, como no podía ser de otro modo, y según usted mismo me indicó con ocasión de la publicación en 2020 del Directorio para la Catequesis, lo hemos dedicado a la presentación, capítulo por capítulo, de este gran documento de renovación para la catequesis de hoy que nos regala la Iglesia.

Ha sido un curso interesantísimo, en primer lugar, por haber podido hacer una lectura compresiva minuciosa del mismo, que ha acompañado la lectura personal de los participantes, teniendo cada uno un ejemplar del Directorio con el que prepararse para cada sesión. Los bloques formativos, como no podía ser de otro modo, han sido las tres partes del Directorio: la catequesis en la misión evangelizadora de la Iglesia, el proceso de la catequesis, y la catequesis en las Iglesias particulares. Dentro de cada uno de estos bloques las ponencias han tratado cada uno de sus correspondientes capítulos, y algunos de ellos, como el de la Catequesis y las personas, los catequistas, y la inculturación en la catequesis, han requerido ser divididos en dos ponencias distintas.

Y ha sido también muy interesante porque el nuevo Directorio para la Catequesis esta siendo uno de los cuatro temas de la formación permanente del Clero organizada por la Vicaría del Clero de nuestra Archidiócesis de Madrid, habiéndome podido encontrar ya con los sacerdotes de tres de las ocho vicarias territoriales, y compartido con ellos una ponencia de presentación del nuevo Directorio siguiendo los diez criterios elaborados en 2018 por el Equipo de Expertos de la Delegación de Catequesis, diez criterios que recogen las principales novedades del Directorio, ya que tres de los ocho miembros de dicho Equipo han sido estos últimos años, a su vez, consultores permanentes del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, en la redacción del Directorio.

Por último, al hacer la memoria de este curso, quisiera resaltar que al titularlo “Un nuevo Directorio para una nueva catequesis en una iglesia sinodal”, no añadimos una referencia a la Fase Diocesana del Sínodo como cuando añadimos un logo que toca este año sin más implicación. Creemos sinceramente que al estudiar el nuevo Directorio para la Catequesis hemos hecho una experiencia concreta de participación, comunión y misión en sintonía con la consulta sinodal, ya que hemos podido hacer un discernimiento sobre la catequesis hoy, y por tanto teniendo como fin no la auto-referencialidad eclesial, sino la acuciante misión de la Iglesia en salida a la que somos interpelados desde la catequesis. Y todo ello desde una experiencia de comunión con el Papa Francisco y a través de él con la Iglesia universal, pues como dice el mismo nuevo Directorio, “en lo que se refiere a la Catequesis, el romano pontífice actúa ordinariamente a través del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización”, que ha tenido la gran tarea de elaborar este magnífico instrumento, auténtico vademécum para los catequistas, que es el Directorio para la Catequesis.

Agradezco sinceramente a todos y cada uno de los ponentes no sólo de este último curso, sino de los ya seis cursos anuales de catequesis impartidos desde 2016, que han colaborado gratuita y generosamente en este plan formativo. También agradezco a tantos catequistas que han confiado en nosotros a la hora de formarse, y que han cumplido a través de estos cursos su firme compromiso de adquirir una formación básica permanente como catequistas.

Y le agradezco de todo corazón, Señor Cardenal, la confianza puesta en nosotros para la formación de los catequistas a través tanto de estos cursos anuales de catequesis, como de los cursos a través de la Escuela Diocesana on-line de Evangelizadores, de los demás cursos organizados por vicarías, arciprestazgos y parroquias con la ayuda de esta Delegación, así como la confianza puesta también en nosotros para la renovación de la catequesis en Madrid a través del Proyecto diocesano “Con Jesús, discípulos en misión” de renovación de los criterios, itinerarios y recursos para la catequesis.