ENTREVISTA EN EL PERIÓDICO DIGITAL DE INFORMACIÓN RELIGIOSA «RELIGIÓN DIGITAL» AL DELEGADO EPISCOPAL DE CATEQUESIS DE LA ARCHIDIÓCESIS DE MADRID, Manuel María Bru Alonso.

ENLACE a la entrevista: https://www.religiondigital.org/diocesis/Manuel-bru-itinerario-catequesis-madrid-revolucion-osoro_0_2497850206.html

TEXTO DE LA ENTREVISTA:

La conclusión de los responsables de la catequesis para toda la Iglesia fue cristalina: “se trata de uno de los proyectos catequéticos más acordes al nuevo Directorio para la Catequesis de los que tenemos conocimiento hasta hoy, y resulta modélico para las diócesis de nuestro contexto cultural occidental”.

Religión Digital, 20 de octubre de 2022.- En la celebración del Encuentro Diocesano de Catequistas de Madrid, con el Cardenal Carlos Osoro, se presentará, ahora que ya sean publicados todos sus recursos, el nuevo Itinerario catequético de iniciación cristiana para la Archidiócesis de Madrid. Hablamos con Manuel María Bru Alonso, delegado episcopal de Catequesis, sobre este Itinerario que no duda en considerar “revolucionario”.

 Tras dos años celebrando este encuentro con restricciones (en 2020 sólo fue on-line), la Delegación Episcopal de Catequesis ultima la preparación del Encuentro Diocesano de Catequistas de la Diócesis (https://catequesis.archimadrid.es/encuentro-diocesano-de-catequistas-2022/) , una cita ineludible para el Cardenal Arzobispo de Madrid, y una buena representación de los más de cinco mil catequistas de la diócesis madrileña, que lleva celebrándose desde hace más de 40 años.

Este año, tras la celebración de la misa de envío, el “plato fuerte” del Encuentro será la presentación del nuevo Itinerario diocesano de Iniciación Cristiana de niños, preadolescentes, adolescentes y jóvenes, que lleva por título“Con Jesús, discípulos en misión”.

¿Cuánto tiempo se lleva preparando este nuevo Itinerario?

Desde el minuto uno en el que asumí la responsabilidad de la Delegación de Catequesis, hace ya siete años, ya que en la primera reunión con el Cardenal Osoro me dijo que era necesario renovar de pie a cabeza la catequesis, aquí y en todas partes, porque es evidente que tal y como está no podemos estar satisfechos. También me dijo que no tuvieramiedo en equivocarme, porque, como dice el Papa, sólo se equivoca el que hace, el que emprende, pues el que no hace nada nunca se equivoca. Y desde ese primer día, me alentó a trabajar en dos caminos bien definidos: primero el cuidado y la formación de los catequistas, y segundo la renovación de la catequesis en Madrid.

Lo primero que hice fue formar un equipo de expertos, consciente de que en Madrid tenemos a algunos de los mejores catequetasde España, en el que además de tres teólogos de la catequesis de diversas escuelas catequéticas, incluí a un párroco, a dos catequistas, y a otros delegados diocesanos para trabajar en sinergia pastoral. Primero elaboramos unas orientaciones a modo de criterios, diez en concreto, que resultaron ser puntos transversales fundamentales del nuevo Directorio para la Catequesis que se publicó después. No fue ningún milagro. Simplemente, los teólogos expertos de la Delegación formaban parte de los redactores y consultores del nuevo Directorio, con lo cual hubo comunicación de ideas entre Roma y Madrid.

Una vez trabajados los diez criterios (cinco básicos, y cinco metodológicos), y publicados en dos libritos de formación para los catequistas ya con referencias al nuevo Directorio, nos pusimos manos a la obra con la estructuración del Itinerario, porque una catequesis de iniciación cristiana requiere de etapas que marquen un proceso, y la consiguiente elaboración de sus recursos, tanto impresos como digitales, que jalonan todo el proceso. Y que, al final, no sólo sirven de un modo práctico para la aplicación metodológica en la catequesis, sino lo que es aún más importante y previo, se convierten en el mejor instrumento de concienciación y formación de los catequistas para el cambio de paradigma pedagógico que el nuevo Itinerario propone. Empezamos por los recursos de la Tercera Etapa, la de los adolescentes y jóvenes, porque los recursos anteriores se habían elaborado antes de la publicación del Catecismo de referencia de la Conferencia Episcopal Española para esta etapa, “Testigos del Señor”. Y luego emprendimos la tarea de elaborar los recursos de la pre-etapa del Despertar Cristiano y las primera y segundas etapas, de iniciación cristiana de niños y de preadolescentes.

¿Y era necesario un nuevo Itinerario?

Si. Y por dos razones: una de discernimiento local, y otra de discernimiento universal. La razón de discernimiento local vino dada por el anterior delegado de catequesis, que asumía la coordinación de todas las delegaciones de evangelización de la diócesis. Consideraba que era necesario un cambio porque no estaba del todo contento con los recursos entonces vigentes, pues, aun teniendo en cuenta el criterio de un solo itinerario de iniciación cristiana, no de itinerarios distintos presacramentales, adolecía de ser demasiado doctrinal, de favorecer la inercia en la catequesis de mantener la primacía de la formación teórica de la fe, a la iniciación personal y comunitaria, de conversión, en la vida de la fe. 

La segunda razón precisamente por este cambio de paradigma. Porque no sólo en Madrid sino en todas las diócesis, y podemos decir que prácticamente todas están empeñadas en ello, urge dar la vuelta a la catequesis como a un calcetín, pero no para contradecir lo que indica la Iglesia, sino todo lo contrario, para cumplirlo, para aplicarlo. La renovación de la catequesis tras el Concilio Vaticano II ha sido revolucionaria, porque ha recuperado la catequesis de inspiración catecumenal, mucho más ambiciosa que la mera catequesis formativa de la “Doctrina Cristiana”. Y este nuevo itinerario, por este cambio y por muchos otros propuestos por la Iglesia desde el Concilio, es también ciertamente revolucionario, ya que rompe los esquemas de no pocos catequistas, de no pocos sacerdotes, y de no pocas familias. Luego, cuando lo conocen y lo ponen en marcha, están encantados. Pero, de primeras,cuesta, al requerir un cambio de mentalidad, y al mismo tiempo acabar con las inercias y con el “siempre se ha hecho así”.

Nuevo itinerario de catequesis de Madrid

Foto: Carpetas con los recursos impresos del Itinerario de Catequesis de Madrid

 

¿Cómo ha sido valorado este cambio?

Muy bien, aunque muchas parroquias y colegios católicos en Madrid no lo conocen, pero quienes lo conocen sólo tienen palabras de felicitación: agradecen sobre todo su novedad, el cambio de perspectiva, el cambio de lenguaje, la impronta litúrgica, la plataforma digital, y los complementos audiovisuales.

Y fuera de Madrid, me consta el interés de algunas diócesis españolas que nos han preguntado, sobre todo por ser el primer itinerario que incluye en la propuesta metodológica del proceso la experiencia de los oratorios a modo de liturgias de la Palabra, ya que en muchas diócesis lo han incorporado también, pero de un modo complementario a los itinerarios establecidos, y por tanto de un modo un tanto desarticulado.

En enero, con ocasión de la institución por parte del Papa Francisco de una catequista de Madrid como una de las ocho primeras ministras de catequesis del mundo, fui invitado al Dicasterio para la Evangelización en Roma para presentarlo junto a dos miembros del Equipo de Expertos de la Delegación. La conclusión de los responsables de la catequesis para toda la Iglesia fue cristalina: “se trata de uno de los proyectos catequéticos más acordes al nuevo Directorio para la Catequesis de los que tenemos conocimiento hasta hoy, y resulta modélico para las diócesis de nuestro contexto cultural occidental”. Valoraron, sobre todo, las principales novedades de este Itinerario.

¿Y cuáles son las novedades del nuevo Itinerario?

Son muchas. Por un lado, está la organización del itinerario en etapas de iniciación, no pre-sacramentales, como ya se ha hecho en muchas otras diócesis. Por otro lado, por la incorporación en el itinerario de una pre-etapa optativa de despertar cristiano, ya que cada vez son más los niños que vienen al comienzo de la catequesis sin la más mínima experiencia religiosa vivida en sus familias alejadas de la fe, aunque estás ya no les traigan, como hace años, tanto por la celebración de la fiesta de la primera comunión, pues ya se ha diluido la presión familiar y social para mantener este evento. Pero si porque, como muchos padres dicen, quieren lo mejor para sus hijos, aun confesando que esa “mejoría” a ellos les da“mucha pereza”. Cuando un niño no ha oído hablar de Dios, y cuando ve a su catequista rezar el primer día de la catequesis cree que está loco, parece pertinente pensar que antes del proceso propiamente dicho de la Iniciación Cristiana convenga un tiempo de propuesta de despertar religioso, que dado en la Iglesia no puede ser de otro modo que de “despertar cristiano”. Se trata de un discernimiento que proponemos se haga a nivel de arciprestazgo, porque hay que evaluar muchas variables. Por ejemplo, en barrios de fuerte emigración, los niños procedentes de familias originarias hispanas, o de algunos países del Este de Europa, equilibran suficientemente los grupos como para que los “no despertados” se “despierten” con naturalidad en el inicio mismo del proceso.

Sin duda, una de las principales novedades consiste en la organización de los recursos en cada etapa por unidades catequéticas, que en los recursos impresos se ofrece en formato de cuadernos, no de libros que pueden asociarse a los materiales escolares. Pero sobre todo por la estructura de cada una de estas unidades catequéticas, que en torno a una propuesta central de la fe a través de la Palabra de Dios, propone las tres etapas existenciales de la catequesis: pre-catequesis, catequesis kergimática, y catequesis formativa.

Encuentro diocesano de Catequesis

¿En qué consiste esta estructura básica?

Esta estructura es muy novedosa, permitiendo un seguimiento no tanto lineal sino en espiral por los momentos constitutivos de la catequesis e incluso por los contenidos formativos. La explico escuetamente:

En la primera parte, que llamamos “pre-catequesis” buscamos referencias vitales de los interlocutores de la catequesis para la posterior acogida de la Palabra en la segunda parte, y cuenta con diversos recursos: para la Iniciación Cristiana de niños (ICN) y de preadolescentes o Junior (ICJ) presentamos dos secciones. A la primera la llamamos “Vemos” en la que proponemos ver un video con una lectura catequética de una película comercial, siempre de animación para los niños. A la segunda la llamamos “No me digas”, en la que proponemos un texto complementario. En la tercera etapa, la de los adolescentes y jóvenes,añadimos más textos, con cuentos, poemas y extractos bíblicos de los libros sapienciales, que plantean más preguntas que respuestas.

En la segunda parte, a la que llamamos “Catequesis kerigmática”, ofrecemos el encuentro con Jesús a través de la Liturgia de la Palabra, inspirada en la experiencia de los oratorios de niños pequeños para niños y preadolescentes, y en la experiencia de la Lectio Divina para adolescentes y jóvenes. Los textos evangélicos en las dos primeras etapascorresponden siempre a uno de los domingos del mes en los que se da la catequesis, con lo cual procuramos unir más la catequesis con la celebración eucarística del Día del Señor. San Pío X, que inventó la catequesis parroquial tal y como hoy la conocemos, la llamó “catequesis dominical”, porque daba por hecho esa íntima conexión entre la pedagogía catequética y la pedagogía litúrgica.

En la tercera parte (Catequesis formativa), se ofrecen ocho secciones, correspondientes a siete aspectos de la vida cristiana. A saber: “rezamos”, al comienzo de cada sesión;“aprendemos”, tanto el Credo para los niños en la primera etapa y para los jóvenes en la tercera, como las presencias de Jesús las obras de misericordia para los preadolescentes en la segunda etapa; “cuidamos”, a nosotros mismos con las virtudes, a los demás con el arte del amor cristiano, y a la creación con las catequesis según laudato Sí; “imitamos”, tanto a los personajes bíblicos como a los santos, ya sean los santos niños y jóvenes, como los principales del santoral litúrgico; “compartimos”y “participamos”, con la Doctrina Social de la Iglesia de fondo, y con la ayuda de Cáritas, Manos Unidas, Obras Misionales Pontificias, y Ayuda a la Iglesia Necesitada en las dos primeras etapas, y con la ayuda del DOCAT en la tercera; “celebramos”, para los niños y los junior con las partes de la misa, los elementos y gestos litúrgicos, y las celebraciones del año cristiano, etc…; y para la tercera etapa también “comunicamos”, sobre el desafío de los medios de comunicación y las redes sociales.

¿Pero también una gran novedad es la estructura cíclica en cada etapa según el ciclo litúrgico?

Si, y sin duda esta es la novedad más llamativa, más “chocante”, más difícil de asimilar al romper el esquema clásico, de tipo escolar.

Consiste en la organización litúrgica del proceso catequético, de modo que ya no son los cursos (primer año, segundo año, tercer año) los que determinan la ordenación en cada etapa de los procesos anuales de catequesis, sino el “año litúrgico” correspondiente, diferenciado desde el criterio pedagógico de las edades sólo por las etapas: En las dos primeras etapas, para niños y junior, sustituyendo los cursos por edades por los años del Ciclo Litúrgico (años A, B, C), y determinando todas las unidades catequéticas por tiempos catequético-litúrgicos. A saber: fin de la segunda parte del Tiempo Ordinario(primera unidad), Adviento (segunda unidad), Navidad (tercera unidad), primera parte Tiempo Ordinario (cuarta unidad), Cuaresma (quinta unidad), Pascua I (sexta unidad), y Pascua II(séptima unidad), y revalorizando las celebraciones no sacramentales y las entregas (de inspiración catecumenal) que, en cambio, si se presentarán para cada año del proceso.

En la etapa de adolescencia y juventud se conjugan doce unidades vitales, que siguen la espiritualidad del Símbolo de los Apóstoles,seis vocacionales (primero la común a la vida cristiana, luego las específicas al matrimonio, al ministerio sacerdotal, a la vida religiosa en general, a la contemplativa en particular, y a la misionera ad-gentes común a todas), y nueve litúrgicas (de los tiempos de adviento y navidad, cuaresma y pascua de cada año del ciclo litúrgico).

¿Y qué relación se establece ente estas etapas y la recepción de los sacramentos de la Iniciación Cristiana?

Lo primero de todo, como decíamos antes, es que se trata de un único proceso de iniciación cristiana, en el que los sacramentos de la iniciación cristiana acompañan las etapas, pero no las dividen ni necesariamente las determinan. Queremos enterrar el vocabulario que habla de catequesis de primera comunión, catequesis de postcomunión, y catequesis de confirmación. Esta denominación no sólo cuestiona que se trate de un solo proceso (catequesis de…), sino que lo divide según la recepción de los sacramentos. Lo ideal es que incluso la primera comunión sea tras un discernimiento personalizado, y no necesariamente a todos los del mismo grupo a la vez, aunque sabemos que esto aún sería muy difícil de asimilar, pero que hay que apuntar a ese fin.

Itinerarios de Catequesis de Madrid

Foto: Carpetas con los recursos impresos del Itinerario de Catequesis de Madrid

En este sentido, si hablamos de “catecúmenos”, es decir, de niños que inician en proceso sin estar bautizados, estamos ante un verdadero catecumenado bautismal, que debe seguir las indicaciones del “Ritual de la iniciación cristiana de los niños en edad catequética”, contemplado en el RICA, En este caso no forman grupo aparte, sino que comparten la catequesis con los demás niños, incluso los ritos de las entregas, pero además deben hacer los escrutinios y los ritos penitenciales. Con una especial preparación de los padres, que además deben dar su consentimiento formalmente al ser aún sus hijos menores de edad, lo ideal es que reciban el bautismo a la mitad de la primera etapa, y si es posible en el domingo del Bautismo del Señor, por estar en medio del año catequético, y poderlo celebrar con los demás niños del grupo. Y la primera comunión cuando proceda, y por tanto con toda normalidad junto al resto de los niños del grupo, con los que seguirían todo el proceso de la iniciación hasta la recepción del último sacramento de la iniciación, en de la confirmación.

En cuanto a los “catequizandos”, los niños que inician su proceso una vez recibido el bautismo, contando con los que lo iniciaron como catecúmenos cuando ya hayan recibido el bautismo, conviene que no reciban el sacramento de la eucaristía por vez primera hasta no haber culminado la primera etapa, o haber tenido tres años de catequesis, incluida la catequesis del despertar cristiano si así se ha establecido en la Parroquia, pues sigue vigente el decreto del Tercer Sínodo de Madrid, que así lo establece.

¿Y para cuándo la recepción de la confirmación?

Aquí, dada la diversidad de experiencias en nuestra diócesis, ofrecemos un criterio flexible: al final de la segunda etapa, o al final de la tercera etapa, de tal modo que mientras la segunda etapa, con preadolescentes o junior, culmina el proceso de Iniciación Cristiana en las comunidades en las que el sacramento de la confirmación se da al final de la preadolescencia, a los 13/14 años; la tercera etapa, con adolescentes y jóvenes,culmina el proceso de Iniciación Cristiana en las comunidades en las que el sacramento de la confirmación se da al final de la adolescencia, a los 17/18 años. Y, en todo caso, el criterio principal sigue siendo el del discernimiento personalizado, que en el caso del sacramento de la confirmación es mucho más viable, por darse menor condicionamiento social que con respecto a la celebración de la primera comunión.

¿También se proponen dos modos distintos de programar las sesiones catequéticas?

Sí, así es. La organización por unidades catequéticas y la estructura de cada una de ellas permite dos modos distintos de programación: Sin duda la modalidad tradicional de sesiones semanales, a trabajar cada unidad catequética a lo largo de un mes, para lo que se propone las dos primeras partes para las dos primeras sesiones del mes, y para las dos siguientes sesiones la tercera parte con las ocho secciones de la catequesis formativa, ya que la sección “rezamos” en niños y junior la proponemos doblemente precisamente para poder empezar cada una de esas dos últimas sesiones en el oratorio o en la capilla. 

Pero también se puede desarrollar con convivencias mensuales de fin de semana: La primera parte, la de la pre-catequesis, a trabajar en la tarde/noche del viernes, la segunda parte, la de la catequesis kerigmática,en la mañana del sábado, y la tercera parte, la catequesis formativa, con sus cuatro primeras secciones en la tarde del sábado y con las cuatro últimas sesiones en la mañana del domingo.

Pero, la novedad más conocida, es la aportación del lenguaje digital y audiovisual…

Es así, ya que cuando hablamos de los recursos de este Itinerario catequético, tenemos que distinguir entre recursos impresos y recursos digitales.

Si hablamos de los recursos impresos, hablamos de carpetas con cuadernos. La carpeta del Despertar Cristiano consta de un cuaderno de celebraciones familiares, otro con ocho catequesis familiares, y ocho oratorios para los niños con las presencias de Jesús. Las dos primeras etapas (niños y junior) cuentan cada una con tres carpetas correspondientes a los tres años del ciclo litúrgico, con ocho cuadernos cada una que corresponden a las siete unidades didácticas y al cuaderno de celebraciones (nueve cuadernos en la carpeta del catequista al incluir la guía). En la tercera etapa los veintiocho cuadernos van juntos en un estuche, y la cartera del catequista incluye la guía.

Pero todos estos recursos impresos, y otros añadidos, están alojados en formato PDF tanto en el Área Virtual del Itinerario, como en la página web de la Delegación de Catequesis. Y por tanto todo el proceso está en formato digital.

La gran novedad está también en la ingente cantidad, y la buena calidad, profesional, de los videos. Desde ambos sitios, el Área Virtual y la Web, se puede acceder a los 257 videos propios, además de otros 177 enlaces con videos en abierto. Además, los videos propios son inclusivos para invidentes, y se está preparando la grabación de todos los contenidos en podcast, también para personas con dificultad de lectura. Estamos aun trabajando en la creación de una web propia de todo el proceso, así como en la creación de una aplicación móvil.

Algunos han planteado, al oír hablar del nuevo itinerario pero sin conocerlo directamente, la dificultad de poder utilizar sus recursos ya que, dada esta impronta digital, los catequistas más mayores, algunos de ellos no ya “emigrantes digitales”, sino “analfabetos digitales”, no estarían preparados ni sería fácil prepararles para usar estos recursos. Pero no es así. Por un lado, se pueden utilizar los recursos impresos sin necesidad del Árela Virtual, pues en ellos están todas los contenidos y las propuestas metodológicas. Por otro lado, los videos no son necesarios, sino complementarios. En el único caso en el que el video es propuesto en primera instancia es en el de la sección “vemos” de las pre-catequesis, pero se pueden sustituir por el relato de la sinopsis de la película que cuenta el mismo video y que está por escrito en los cuadernos.

Es más, el desafío de la adaptación al lenguaje de los nativos digitales no está condicionado por el uso de los recursos digitales y audiovisuales, sino por primar el lenguaje narrativo al discursivo, que es la principal característica del lenguaje de los niños y jóvenes de hoy. Si les trasmitimos la fe contando historias más que dando discursos, ya ellos tienen la habilidad de poner con su imaginación las imágenes, y poner atención al mensaje.