El pasado mes de junio, en el programa «Estudio 9» de Vatican News (agencia oficial del Vaticano), Patricia Ynestroza entrevistó a Monseñor Octavio Ruiz Arenas, Secretario del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, sobre el Nuevo Directorio de Catequesis elaborado por este Dicasterio.

VIDEO DE LA ENTREVISTA:

TEXTO TRANSCRITO DE LA ENTREVISTA (por Jorge Helgueta Manso):

Estudio 9: El Nuevo Directorio para la Catequesis 26 de junio 2020

Periodista: Estamos en Estudio 9, nuestra cita de cada viernes. Hoy vamos a hablar sobre el nuevo Directorio para la Catequesis. Tenemos con nosotros al secretario del Dicasterio Monseñor Octavio Ruiz, cuéntenos el por qué de este nuevo Directorio.

Monseñor: Un cordial saludo para todos los que siguen este programa. En realidad, este Directorio surgió a partir de la preocupación que tenía el Papa Benedicto XVI de ver como la catequesis respondía a ese proceso de evangelización, en el cual debe estar perfectamente ligado, unido, porque la catequesis es una parte fundamental para la evangelización. Y fue esa la razón por la cual él, ante el Sínodo que se hizo sobre la nueva evangelización y la transmisión de la fe cristiana, expresó a los obispos que quería pasar la competencia de la catequesis, que estaba bajo la responsabilidad de la Congregación para el Clero, al Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización. Y una vez que se nos pasó esa competencia, comenzamos a estudiar un poco cómo la catequesis debía responder a ese nuevo impulso evangelizador, a esa nueva evangelización a la cual había sido llamada la Iglesia. En una reunión de nuestra Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo se estudió y se presentó un documento que habíamos elaborado, y vimos que lo mejor era tratar de actualizar el Directorio que había sido publicado en el año 1997 como un reflejo de lo que el Papa Pablo VI había realizado en el Evangelii nuntiandi. Ya antes había habido un primer Directorio que respondía a las inquietudes que habían surgido en el Concilio Vaticano II. Nosotros ahora, por una parte, viendo que el Santo Padre Francisco había publicado La exhortación La alegría del evangelio, en donde hablaba profundamente de la catequesis dando unas pautas de gran interés para la renovación, vimos que era necesario tomar eco, no solamente de la Evangelii Gaudium sino también de los Sínodos que se han sucedido últimamente y responder a las nuevas inquietudes que se plantean en el mundo, de tal manera que se vio necesario no solamente actualizar sino rehacer un nuevo Directorio que asumiera todo esto y respondiera a las circunstancias actuales.

Periodista: En todo este tiempo ha habido grandes cambios y una globalización en diferentes sentidos. Estamos en la era digital, ¿Se ha renovado este Directorio en base a este nuevo desafío?

Monseñor: Este es uno de los puntos que se ha tenido en cuenta, esta inserción en el mundo digital es fundamental. Si nosotros como católicos no respondemos a los jóvenes en ese lenguaje, en esa nueva cultura, en ese nuevo mundo que les envuelve, no podremos llegar a su corazón y no pondremos infundir realmente la fe. La preocupación no es tanto cómo utilizar los medios actuales de comunicación mediante los instrumentos digitales, sino cómo evangelizar esos medios y a aquellos que están dentro de ese medio. Esto supone necesariamente que hagamos un esfuerzo por conocer su lenguaje y sus preocupaciones, darnos cuenta de lo que está sucediendo en esa cultura digital, cómo los jóvenes están metidos totalmente en ella, de tal manera que se han ido cambiando incluso la prioridad de los valores. Se han perdido muchísimas cosas que han conllevado a un individualismo muy grande y a una gran soledad, pero lógicamente es fácil criticar lo que está sucediendo. No nos damos cuenta de que estamos ante un profundo desafío evangelizador y que tenemos que aprovechar de la mejor manera. Estos muchachos son nativos digitales y a nosotros nos corresponde ser emigrantes digitales, que tratamos de comprender a estos jóvenes para acercarnos a ellos y hacerles ver que la importancia no es tanto que reciban información de lo que es la fe, sino que a través de estos medios logremos que ellos sientan el deseo de conocer a Cristo, de insertarse en una comunidad, de vivir el amor y la misericordia. Necesitaremos también la ayuda de muchos jóvenes que sean catequistas formadores de otros jóvenes en la vida de la fe.

Periodista: Hay otros temas concentrados en este Directorio y que tratan de la realidad de estos jóvenes que van a ser después catequizados, cuéntenos sobre ello.                 

Monseñor: Sin duda alguna, hemos que tener en cuenta todos los adelantos científicos, todo el problema que se plantea de la identidad de género, las inquietudes sobre la paz y la justicia, la autonomía de los jóvenes… Hay que tener en cuenta que ellos tienen que insertarse en un mundo que nosotros tenemos que tratar de conocer y respetar. El Papa Pablo VI nos decía que, si queremos evangelizar el mundo, lejos de criticarlo, tenemos que conocerlo, amar la bondad que hay en él, y eso es lo que tenemos que comunicar nosotros a los jóvenes de hoy.   

Periodista: El Directorio parte inmediatamente hacia las diferentes conferencias episcopales, ¿En cuánto tiempo podrán los catequistas tener nuevas pautas para guiar a los muchachos hacia una buena catequesis?

Monseñor: Ciertamente ayer se presentó el nuevo Directorio en su original italiano, pero ya están listas las traducciones en lengua española, inglesa, francesa, alemana, polaca… Esperamos que estas traducciones salgan lo más pronto posible. La Conferencia Episcopal Española ha hecho su propia traducción, y para América latina el Celac ya tiene prácticamente listo el texto y están en el plan de comenzar la labor editorial. Lo mismo sucede con las otras lenguas porque la idea es que podamos hacerlo conocer lo más pronto posible teniendo en cuenta que el Directorio son unas guías, unas luces, y no unos acatamientos, porque incluso la catequesis da un vuelco hoy muy grande. No se trata de enseñar verdades sino de proponer con alegría y con gozo nuestro testimonio de lo que es la fe para nosotros. Entendamos que la labor catequética no es simplemente enseñanza de verdades, sino que se encarga de llevarnos a un encuentro personal con Cristo en una vivencia profunda en una comunidad que nos apoya, y a la cual debemos apoyar con nuestra fe.     

Periodista: Con sus palabras que son un augurio para la juventud de hoy en día esperemos que pronto las conferencias episcopales puedan distribuirlos a las diferentes diócesis, para que estos chicos puedan tener esta nueva visión de la catequesis y se sientan no solamente atraídos y enamorados hacia lo que representa en sí un camino para conocer a Jesús, sino que también se animen a otros caminos.

Monseñor: Sin duda alguna, una de las líneas del Directorio es precisamente lo que se llama una “catequesis kerigmática”. Nos hemos dado cuenta de que hay muchos bautizados que no fueron evangelizados anteriormente, es decir, recibieron conocimientos y han tratado de vivir prácticamente porque había una tradición cristiana que los rodeaba, los acompañaba en una sociedad donde existía lo que se ha llamado la cristiandad, cosa que ya no sucede. Estamos en un mundo pluralista y pluriétnico y entonces nos damos cuenta de que tenemos que evangelizar. A partir de esto, es decir, de un conocimiento profundo de Cristo, nos podemos dar cuenta de que nuestra fe no es algo aislado sino que es parte de una comunidad que nos apoya y nos da luces y nos guía, y por lo tanto se trata de un proceso Es muy importante darnos cuenta que no es algo puntual sino de que nos va a acompañar a lo largo de toda la vida para que dentro de esa comunidad yo asuma mi fe y pueda encontrar verdaderamente al Señor, que mi fe está arraigada en la palabra de Dios, en la acción sacramental y litúrgica, y sobre todo en la vivencia de la caridad. Todo esto para que yo pueda imitar al Señor, pueda vivirlo y pueda dar un testimonio en el mundo de hoy. El proceso kerigmático se basa en que, partiendo de ese primer anuncio inicial, lentamente yo sienta el deseo de conocer a Cristo, profundice en él y no termine, no es como finalizar un grado en la escuela. La conversión a la cual estamos llamados es un proceso permanente, por eso es “catequesis kerigmática”, de iniciación permanente para que llegue a una conversión y a un testimonio hasta el final de mi vida.

Periodista: Muchísimas gracias Monseñor, esperamos que cada uno de estos jóvenes poco a poco puedan ser, a su vez, evangelizadores.   

Monseñor: Un cordial saludo para todos, y Dios quiera que este nuevo Directorio ayude a las conferencias episcopales a responder a las inquietudes y circunstancias propias de cada una de las culturas a donde va a llegar el mensaje cristiano.