En la foto el Cardenal Osoro, arzobispo de Madrid, con sus obispos auxiliares. De izquierda a derecha José Cobo, Santos Montolla, Jesús Vidal y Juan Antonio Martínez Camino.

Jesús se nos descubre en estas lecturas como el buen pastor:

  • En los Hechos de los Apóstoles San Pedro ejerce su ministerio pastoral, a imagen del Buen Pastor, anunciando a Cristo como la piedra angular para la vida del hombre. Si el Buen Pastor convocó la Iglesia para dar sentido y esperanza a los hombres, la acción pastoral de la Iglesia consiste precisamente en transmitir, con la palabra y el ejemplo, este sentido y esta esperanza.
  • Con el salmo 117 anunciamos con Pedro esta convicción: “La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular”, y aconsejamos a todo el mundo que “mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los hombres”, y por tanto, que promoviendo la causa de Cristo, la del Reino de Dios, debemos ser libres de toda ideología y de toda causa que no reconozca los valores del Reino de Dios: la justicia, la paz y el amor.
  • San Juan, en su primera carta, nos explica lo esencial de nuestra identidad: “Mirad que amor nos ha tenido el Padre para llamarnos Hijos de Dios, pues ¡lo somos!”, a la vez que nos invita a la esperanza en las sorpresas de Dios: “Y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal cual es”.
  • Y en el Evangelio el mismo Señor se nos presenta como el Buen Pastor que no sólo da la vida por los que ya forman parte de su Iglesia, sino que va en busca de los demás que no lo conocen. Un Buen Pastor que ha venido para que tengamos vida, y la tengamos en abundancia.

 Todos en la Iglesia somos corresponsables en lo que llamamos “su acción pastoral”, que incluye todas las actitudes y las acciones que como cristianos estamos llamados a hacer juntos a imitación del Buen Pastor.

  • Pero tienen en la Iglesia una especial responsabilidad pastoral los sucesores de los apóstoles, los obispos, y en colaboración con ellos, todos los sacerdotes.
  • San Ignacio de Antioquía, obispo y mártir del siglo I, lo explicaba así: “seguid todos al obispo, como Jesucristo al Padre, y a los presbíteros, como a los apóstoles. El que honra al obispo, es honrado de Dios. El que hace algo a ocultas del obispo, rinde culto al diablo: todo con el obispo, nada sin él”.
  • La comunión de todo católico con los sucesores de los apóstoles es doble: por un lado esta la comunión con su obispo, el pastor de la porción de la Iglesia que peregrina en una diócesis concreta. En nuestro caso a Don Carlos Osoro, nuestro cardenal arzobispo. Por otro lado esta la comunión con el pastor de la Iglesia Universal, el sucesor de Pedro, que es el obispo de Roma. Hoy el Papa Francisco. Los juicios y prejuicios, las criticas y las burlas dirigidas a cualquiera de ellos (que se dan con demasiado frecuencia en no pocos ambientes) son como un virus que va pudriendo poco a poco la comunión eclesial precisamente donde a esta mas puede ser dañada, en su cabeza.

También hoy, la celebración del domingo del “Buen Pastor”, la Iglesia la hace coincidir con la Jornada Mundial de oración por las vocaciones sacerdotales y consagradas. La semana pasada, en una mesa redonda intervinieron tres jóvenes que nos dejaron un testimonio muy elocuente del descubrimiento de su vocación:

  • Mar Camargo nació en Madrid hace 41 años. Antes de ser religiosa, trabajaba como operadora de cámara de televisión para el programa Madrid Directo; y colaboraba también de forma activa en la parroquia de San Germán de Madrid, dando catequesis, en el coro y en el consejo pastoral. Desde hace 11 años pertenece a la Congregación de Esclavas de Cristo Rey. Su tarea actual es el acompañamiento espiritual y vocacional de jóvenes y da Ejercicios Espirituales.
  • Lucas Blanes nació en Gandía (Valencia) hace 21 años. De una familia católica, entró en contacto con el Seminario menor de Valencia gracias a las convivencias de monaguillos que organizaba. Ya en el instituto se empezó a plantear la fe, al encontrarse siendo el único que iba a Misa. En la JMJ de Madrid 2011, quedó muy impresionado de conocer a tantos jóvenes como él, y sintió la llamada de Dios para ser sacerdote. Después de dos años intentando ignorarla para hacer su vida, finalmente ingresó en el Seminario Mayor de Valencia.
  • Masahiro Yuki nació en Oita hace 26 años. De una familia no católica ni religiosa, se interesó desde niño por la historia del mundo, en especial por la de la Iglesia y los Papas. Movido por su creciente interés, se acercó a la catedral de Oita, donde conoció un sacerdote que le impresionó. Con 18 años recibió el sacramento del bautismo y de la confirmación, convirtiéndose en el único católico de su familia. Ya en la Universidad se planteó la vocación sacerdotal, y desde 2015 se prepara para ser sacerdote en el Colegio Eclesiástico Internacional Bidasoa en Pamplona.

Decidme sino merece la pena pedir por estos tres jóvenes. Y por los miles de jóvenes que sienten que Dios los llama, y por los aún muchos más que todavía no saben que Dios los llama a la divina aventura de su consagración. Recemos por ellos y renovemos a la vez nuestra propia vocación. Pues, como nos recuerda el Papa en su maravillosa reciente exhortación apostólica, “Gaudete et Exultate”, todos somos llamados a una vida plena de sentido y de realización en Dios, que no otra cosa es la llamada universal a la santidad.

HOMILÍA DEL DOMINGO IV DE PASCUA (EL BUEN PASTOR) CICLO B