Siguiendo la propuesta mini-reflexiones sobre la catequesis para este verano, esta semana ofrecemos, como conclusión de las mismas, estas notas sobre el cuestionario final sobre el conjunto de las reflexiones del catequista:

CUESTIONES PARA PLANTEARNOS

    Nos interesa reflexionar a fondo sobre nuestra misión y nuestra identidad de catequistas, de lo que pensamos de nuestra misión dependerá en gran parte el modo como la realicemos ante nuestra conciencia y ante nuestros mismos catequizandos.

 Unas cuantas preguntas pueden ayudarnos a pensar:

      * ¿Qué rasgos del catequista auténtico estamos decididos a cultivar?

      * Personalmente, en cuanto llamados en conciencia…

      * Como grupo de catequistas que trabajamos de forma solidaria…

      * ¿Qué medios proponemos como adecuados para nuestra formación?

  • ¿Por cuál de ellos comenzamos?¿Quién nos puede ayudar?

      * ¿Con qué actitudes vivimos el servicio o ministerio de la Palabra del Señor?

 

  Podemos de verdad hacernos conscientes de algunos hechos:

     – Muchos catequistas, en nuestro entorno, actúan bien como tales, pero son poco conscientes de su vocación, de su identidad, de su misión

      – Hay gran peligro de tomar la acción catequística como un entretenimiento; piadoso, más que como una auténtica responsabilidad cristiana.

       – En nuestras parroquias se cultiva la vocación catequística mucho en el plano individual, pero poco en el sentido solidario y comunitario, que reclama un buen servicio eclesial y ministerial.

  ¿Son verdaderas estás tres afirmaciones?

 ¿Estamos convencidos de que ser buen catequista supone cultivo y formación…? entregarse a la catequesis supone auténtico espíritu de servicio…? la vocación catequística requiere agradecimiento pues es un don de Dios…?