El primer domingo del mes de marzo la Iglesia española recuerda a los misioneros que tiene en América Latina. Es el lugar donde hay más misioneros españoles, como parece lo más lógico, porque nos sentimos más obligados con ellos: son a los que les llevamos el Evangelio y ahora no podemos ni queremos dejar de mantenerlo vivo. También les transmitimos nuestra lengua y nuestra cultura, que la han hecho suya, por lo que nos sentimos más unidos y más cercanos a sus vidas.

En El Espejo de COPE dirigido y presentado por Álvaro Real, se ofreció ayer un interesantísmo reportaje de Carlos Gónzalez, sobre esta jornada, que es buen recurso para la catequesis, sobre Nicasio, un misionero de 82 años, con una vida apasionante…

Este año, la Comisión Episcopal de Misiones, ha elegido el lema: “Vayan, sin miedo, para servir”. Frase del Papa Francisco en la JMJ Brasil 2013. Es importante cada una de las tres partes de la frase: hay que salir de nosotros mismos, de nuestras seguridades, hacerlo sin miedo, porque vamos en nombre de Dios y con la compañía de la Iglesia y para servir, para ponernos, como Jesús, a disposición de la Iglesia en la misión.

Debemos ser conscientes de que nuestros hermanos creyentes que viven en aquellas tierras permanecen fieles al Señor y a la Iglesia gracias a los sacerdotes, seglares, religiosos y sobre todo religiosas, que están con ellos. Nuestra aportación, nuestra oración, nuestro recuerdo no puede ser sólo por lo que hicieron los primeros evangelizadores de aquellas tierras; hoy, ahora, hay misión, se hace misión, se vive la misión. Y nosotros también nos debemos sentir implicados.