CATEQUESIS PARA ADULTOS CON EL SEGUNDO CAPÍTULO de la Encíclica Fratelli Tutti del Papa Francisco

PDF CON LA CATEQUESIS PARA ADULTOS CON EL SEGUNDO CAPÍTULO de Fratelli Tutti

Capítulo segundo

UN EXTRAÑO EN EL CAMINO

PREPARACIÓN REMOTA: Antes de la reunión catequética, conviene que todos hayan leído el Capítulo 2 de Fratelli Tutti (números 56-86)

SESIÓN CATEQUÉTICA:

1º.- Tras implorar la presencia de Jesús en medio (Mt.18,20), se implora al Espíritu Santo el don del entendimiento.

2º.- Uno de los catequistas lee el texto de la Parábola del Buen Samaritano.

3º.- Tras una breve pausa, el catequista presenta el capítulo (proponemos aquí hacerlo a través de dos cuestiones) y propone estas preguntas para ser meditadas en silencio durante unos minutos:

Primera cuestión:

  • ¿Qué entiende la Biblia por prójimo? ¿Reconoce como tal al extranjero? (explica brevemente los números del 56 al 62)
  • Y, en consecuencia, como nos pregunta Jesús: ¿Qué entendemos por prójimo? (leer el nº 80).

Segunda cuestión:

El Papa presenta en este capítulo una lectura de la Parábola de Buen Samaritano que nos interpela tanto personalmente como en nuestra complicidad social en el mundo de hoy, sobre todo entre los números del 71 al 76 de la encíclica. Pretende que nos adentremos para ello en cada uno de los personajes personales o colectivos de la Parábola: los salteadores, los que pasan de largo, el buen samaritano, y el herido.

  • ¿Cuándo he sido como el salteador en mi vida? ¿Cómo me confronto con los poderosos de este mundo que ejercen este papel en la sociedad de hoy?
  • ¿Cuándo he sido como los que pasan de largo? ¿Me confundo con quienes ejercen este papel en la sociedad de hoy?
  • ¿Cuándo he sido como el buen samaritano? ¿He tenido el valor de serlo no sólo individualmente, sino también con otros? ¿Qué hago y que puedo hacer para serlo y que implicaciones sociales comprometerían el serlo?
  • ¿Cuándo he sido como el herido del camino? ¿Puesto en la piel de los heridos de este mundo, qué espero de los más cercanos, y qué espero de la sociedad?

Si alguno o algunos quieren compartir algo de su reflexión, lo hacen brevemente. Pero sin que nadie les pregunte ni comente lo que hayan dicho, habiendo compartido aspectos muy personales.

4º.- En silencio se lee esta selección de 10 frases del capítulo:

1/ Miremos el modelo del buen samaritano (…) Es un llamado siempre nuevo, aunque está escrito como ley fundamental de nuestro ser: que la sociedad se encamine a la prosecución del bien común y, a partir de esta finalidad, reconstruya una y otra vez su orden político y social, su tejido de relaciones, su proyecto humano. Con sus gestos, el buen samaritano reflejó que la existencia de cada uno de nosotros está ligada a la de los demás: la vida no es tiempo que pasa, sino tiempo de encuentro (FT, 66)

2/ “La inclusión o la exclusión de la persona que sufre al costado del camino define todos los proyectos económicos, políticos, sociales y religiosos. Enfrentamos cada día la opción de ser buenos samaritanos o indiferentes viajantes que pasan de largo. Y si extendemos la mirada a la totalidad de nuestra historia y a lo ancho y largo del mundo, todos somos o hemos sido como estos personajes: todos tenemos algo de herido, algo de salteador, algo de los que pasan de largo y algo del buen samaritano”. (FT, 69)

3/ “Nuestras múltiples máscaras, nuestras etiquetas y nuestros disfraces se caen: es la hora de la verdad. ¿Nos inclinaremos para tocar y curar las heridas de los otros? ¿Nos inclinaremos para cargarnos al hombro unos a otros? Este es el desafío presente, al que no hemos de tenerle miedo. En los momentos de crisis la opción se vuelve acuciante: podríamos decir que, en este momento, todo el que no es salteador o todo el que no pasa de largo, o bien está herido o está poniendo sobre sus hombros a algún herido”. (FT, 70).

4/ “En los que pasan de largo hay un detalle que no podemos ignorar; eran personas religiosas. Es más, se dedicaban a dar culto a Dios: un sacerdote y un levita. Esto es un fuerte llamado de atención, indica que el hecho de creer en Dios y de adorarlo no garantiza vivir como a Dios le agrada. Una persona de fe puede no ser fiel a todo lo que esa misma fe le reclama, y sin embargo puede sentirse cerca de Dios y creerse con más dignidad que los demás. (…)  La paradoja es que a veces, quienes dicen no creer, pueden vivir la voluntad de Dios mejor que los creyentes”. (FT, 74)

5/ “En la sociedad globalizada, existe un estilo elegante de mirar para otro lado que se practica recurrentemente: bajo el ropaje de lo políticamente correcto o las modas ideológicas, se mira al que sufre sin tocarlo, se lo televisa en directo, incluso se adopta un discurso en apariencia tolerante y repleto de eufemismos” (FT, 76)

6/ “El samaritano buscó a un hospedero que pudiera cuidar de aquel hombre, como nosotros estamos invitados a convocar y encontrarnos en un nosotros que sea más fuerte que la suma de pequeñas individualidades; recordemos que el todo es más que la parte, y también es más que la mera suma de ellas” (FT, 78)

7/ “Un samaritano, para algunos judíos de aquella época, era considerado un ser despreciable, impuro, y por lo tanto no se lo incluía dentro de los seres cercanos a quienes se debía ayudar. El judío Jesús transforma completamente este planteamiento: no nos invita a preguntarnos quiénes son los que están cerca de nosotros, sino a volvernos nosotros cercanos, prójimos” (FT, 80)

8/ “Este encuentro misericordioso entre un samaritano y un judío es una potente interpelación, que desmiente toda manipulación ideológica, para que ampliemos nuestro círculo, para que demos a nuestra capacidad de amar una dimensión universal capaz de traspasar todos los prejuicios, todas las barreras históricas o culturales, todos los intereses mezquinos” (FT, 83)

9/ “En realidad, la fe colma de motivaciones inauditas el reconocimiento del otro, porque quien cree puede llegar a reconocer que Dios ama a cada ser humano con un amor infinito y que con ello le confiere una dignidad infinita. A esto se agrega que creemos que Cristo derramó su sangre por todos y cada uno, por lo cual nadie queda fuera de su amor universal. Y si vamos a la fuente última, que es la vida íntima de Dios, nos encontramos con una comunidad de tres Personas, origen y modelo perfecto de toda vida en común” (FT, 85).

10/ “A veces me asombra que, con semejantes motivaciones, a la Iglesia le haya llevado tanto tiempo condenar contundentemente la esclavitud y diversas formas de violencia. Hoy, con el desarrollo de la espiritualidad y de la teología, no tenemos excusas. Sin embargo, todavía hay quienes parecen sentirse alentados o al menos autorizados por su fe para sostener diversas formas de nacionalismos cerrados y violentos, actitudes xenófobas, desprecios e incluso maltratos hacia los que son diferentes” (FT, 86)

5ª Cada miembro del grupo elige una de estas frases y, tras leerla, explica al resto muy brevemente porque la ha elegido, porque le ha llamado la atención de lo que dice (también puede elegir otra frase del capítulo no seleccionada que él traiga señalada de su lectura de la preparación remota).

6ª Una vez que se todos los que han querido intervenir lo han hecho, el catequista conduce el diálogo por aquellos aspectos más significativos, tratando de que se aborden varios aspectos del capítulo, para evitar que sólo se trate del aspecto o los aspectos más comentados.

7ª Se pasa del diálogo a la oración comunitaria de peticiones:

  • Catequista: Eterno Padre
  • Grupo: Eterno Padre
  • Catequista: En nombre de Jesús, tu hijo amado, presente en medio de nosotros, te pedimos:
  • Grupo: hacen libremente sus peticiones a partir de lo comentado sobre el capítulo de la encíclica.
  • El catequista recoge las oraciones

8º/ Todos juntos rezan la oración ecuménica final de la Encíclica:

Oración cristiana ecuménica

Dios nuestro, Trinidad de amor,

desde la fuerza comunitaria de tu intimidad divina

derrama en nosotros el río del amor fraterno.

Danos ese amor que se reflejaba en los gestos de Jesús,

en su familia de Nazaret y en la primera comunidad cristiana.

Concede a los cristianos que vivamos el Evangelio

y podamos reconocer a Cristo en cada ser humano,

para verlo crucificado en las angustias de los abandonados

y olvidados de este mundo

y resucitado en cada hermano que se levanta.

Ven, Espíritu Santo, muéstranos tu hermosura

reflejada en todos los pueblos de la tierra,

para descubrir que todos son importantes,

que todos son necesarios, que son rostros diferentes

de la misma humanidad que amas. Amén.