CATEQUESIS SOBRE LOS DONES DE LOS MAGOS (de los Misioneros del Sagrado Corazón):

Nota: En una mesa se tiene preparado lo siguiente: oro (quizás un cáliz), incienso junto a un carbón encendido, mirra. El catequista tendrá que venir un poco antes para encender el carbón.

La Fiesta

¿Que fiesta celebramos hoy?… (Epifanía). La palabra Epifanía viene del griego y significa «manifestación». Pero también lleva otro nombre ¿?… (Reyes Magos). ¿Por qué  a la fiesta le damos también este nombre?… (Porque hoy vinieron tres Reyes Magos para buscar a Jesús). ¿Pueden decirme como se ha manifestado Jesús? ¿Cómo encontraron el camino a los tres Reyes magos?… (Una estrella los guió). Y cuando entraron a la casa donde estaba Jesús ¿qué encontraron? ¿Acaso encontraron a un rey poderoso con su corte y sus soldados?… (Encontraron al niño con su madre). Encontraron a un niño pequeñito. ¿Qué cosa han hecho? ¿Dijeron acaso que éste no podía ser el rey que ellos estaban buscando? (No, se postraron y lo adorar). Ellos tenían fe. Dios les había manifestado que este niño era un gran rey.

Los dones

¿Recuerdan los dones que sacaron de sus cofres?… (Oro, incienso y mirra). Cada regalo significa algo. Aquí en la mesa hemos puesto estos objetos como para dar un ejemplo de los regalos que ellos han hecho a Jesús. El cáliz está hecho de oro, es para celebrar la Santa Misa. El incienso se utiliza cuando se hace la adoración del Santísimo Sacramento. Vamos a echar un poco de incienso al carbón. Huele bien. ¿Y quién quiere probar un poco de la mirra? Es amarga.

Para entender el significado de los regalos les voy a preguntar primero otra cosa: Cuando ustedes quieren regalar algo a su papá, ¿le van a dar juguetes?… (No, le vamos a regalar cosas de hombre). Tampoco le van a regalar perfumes. ¿Esto se regala a quien?…. (A la mamá). Y si ustedes quieran regalar algo a su hermanito chiquito ¿le van a regalar un libro grueso?… (No, le vamos a regalar juguetes).

El significado de los dones

¿Pueden recordar quienes se utilizaron mucho el oro en los tiempos antiguos? Lo labraron y hasta se lo pusieron en la cabeza. ¿Quiénes eran estos personajes?… (Los reyes se pusieron coronas de oro). El niño al que adoran los magos ¿es un rey?… (Sí, es el rey de todo el universo). En los tiempos pasados el incienso se utilizaba especialmente para la persona que es más grande que todos los hombres. Por eso no lo utilizaban mucho para las personas humanas sino sólo para ¿?… (Dios). ¿El niño al que adoraron los Reyes Magos ¿era Dios?… (Sí, ese el Hijo de Dios). Ahora bien, lo de la mirra no lo pueden saber tan fácilmente. En los tiempos pasados se utilizaba la mirra para embalsamar a los muertos. El niño que adoraron los Reyes Magos, ¿iba a morir? ¿cómo iba a morir?… (iba a morir en la cruz). Morirá por todos nosotros.

Ahora saben lo que querían expresar los Reyes magos con sus regalos: Este niño era… (Rey, Dios y que iba a ¿?… morir).

Nuestros regalos

Nosotros también queremos a este niño, queremos hacerle regalos. ¿Que regalos podemos hacer nosotros a este niño que el rey, Dios?

Primera pregunta: ¿qué podemos regalarle al niño que es rey?

Segunda pregunta: ¿qué le podemos regalarle al niño que es Dios?

Tercera pregunta: qué le podemos regalar a Jesús que ha muerto por nosotros?

El rey Jesús cada día quiere dirigir nuestra vida hacia la santidad y reinar en nuestro corazón para que seamos felices pero nunca nos va a obligar. ¿Cómo hacer para saber qué es lo que Jesús quiere de nosotros que hagamos para que se lo regalemos?

Cada día Jesús, que es nuestro Dios, nos regala la vida, la vida eterna. ¿Como a saber qué es lo que Jesús quiere que nosotros que hagamos para que se lo regalé?

Cada día Jesús, que ha muerto por nosotros, nos quiere perdonar los pecados para que tengamos la vida de la gracia en nuestro corazón. ¿Cómo saber qué es lo que Jesús quiere que hagamos para que nos pueda perdonar?

Según el tiempo lo permita, vamos a tratar de contestar a cada una de las preguntas. Y al finalizar haremos una oración para Dios nos permita ser con nuestra persona un regalo para él y para los que nos rodean.

Costumbres que pueden prolongar la fiesta.

En nuestro medio se conoce «la Bajada de Reyes». Tres hombres o muchachos montados en caballos – si es posible uno blanco, uno bayo y el tercero negro – representan los reyes magos. Por supuesto que llevan coronas, mantos adornados y también los regalos tradicionales: oro, incienso y mirra. Ellos vienen de los altos y van a la Iglesia. Allí mismo se acercan al Nacimiento y ofrecen sus dones y luego le hablan a la comunidad reunida de su búsqueda del rey de los judíos. En la primera banca participan en la misa y luego van a visitar los nacimientos en las casas donde se les atiendo con tres tipos de chicha: chicha morada, chicha de jora y chicha blanca. Es que representan las razas humanas: un negro, uno indio, y un blanco. Se han pintado la cara para realizar su papel.

En otras partes una variación que permite la participación de un mayor grupo de niños: tres se disfrazan de reyes y un cuarto, más chiquito también pintado de negrito como Baltazar, lleva una estrella en un palo. Los niños van de casa en casa, visitando los nacimientos ofreciendo cada vez al niño sus regalos. Luego cuentan (o cantan) ante los presentes brevemente de su búsqueda del niño Jesús y terminan con buenos deseos para la familia, marcando con tiza la jamba de la casa: G+M+B (= Gaspar, Melchor, Baltazar), como recuerdo de su visita. Reciben de parte de la familia regalos en especie y dinero. La especie es para los niños del orfelinato y el dinero para una obra asistencial como Caritas, por ejemplo. Se pueden multiplicar los grupos de reyes para visitar muchos hogares. En ciertas regiones se hace una colecta específica para los niños en las misiones.

EL NIÑO
Cuando el niño siente que lo quieren, asimila las enseñanzas con facilidad y agrado. En realidad todo el ambiente de la catequesis, no solamente hoy, debe respirar cariño, aceptación, bondad. Los siquiatras dicen que el ambiente tiene tanto valor como la palabra de enseñanza. El niño tiene el derecho de encontrar a Dios en un ambiente sin tensiones ni rechazaos.

CONDICIÓN PREVIA
Á veces, cuando estoy delante los niños, me da miedo. Me miran con unos ajos llenos de confianza y esperan de mi que les ayude a encontrarse con Dios su Padre con una alegría que sólo les niños pueden irradiar. Me siento tan incapaz de satisfacer su esperanza. Les hablo de bondad, de amor y momentos antes he sentido rechazo, resentimiento y envidia. ¿Qué hacer? Antes de iniciar la catequesis pido perdón al Señor y su ayuda para que hable Él utilizando mi boca. He notado que mis palabras son más medidas, que mi comportamiento se reviste de paciencia. El Señor puede hasta utilizarme a mí, Aquel que puede hacer hablar a las piedras.