DIEZ COSAS QUE EL PAPA FRANCISCO PROPONE A LOS SACERDOTES

Por su interés para los sacerdotes, pero también para todos los llamados, como los catequistas, a la primera línea de la Evangelización hoy, les presentamos este libro con un video, unas palabras del mismo Papa en la presentación, una breve reseña sobre el autor, y una entrevista al mismo:

1/ Video presentación del libro:

https://www.youtube.com/watch?v=Ysg7f695t-c

2/ De la presentación que le hace el propio Papa Francisco:

«Querido Diego:

(…) Siempre he creído que el «celo apostólico» es la gran gracia del Espíritu a la Iglesia y a sus pastores: la de salir con coraje a la calle, a las periferias, donde tantos hermanos necesitan experimentar la alegría del Evangelio, que Dios es Padre Misericordioso y que de verdad no quiere que se le pierda ni uno solo de sus pequeñitos.

Que estas «Diez cosas» puedan hacer el bien y el Señor lo multiplique, suscitando nuevas vocaciones sacerdotales en medio de su pueblo, que hambrea pastores que lo cuiden y lo sanen, que lo alimenten, lo consuelen y conduzcan por los caminos del Espíritu». (Papa Francisco).

El libro es un pequeño tratado espiritual para el Sacerdote de hoy. Puede ser muy útil para trabajar en pequeños grupos de sacerdotes, para la formación de seminaristas y para aquellos jóvenes que están pensando su vocación sacerdotal. El autor, jesuita experto también en el acompañamiento de sacerdotes, ha hecho una muy buena síntesis de lo que el papa Francisco propone y recuerda a los sacerdotes de hoy… y de mañana.

3/ Sobre Diego J. Fares:

Nacido en Mendoza-Argentina (1955). Sacerdote Jesuita,  Doctor en Filosofía y Licenciado en Teología (Universidad del Salvador-Argentina). Profesor de Metafísica; trabajó durante veinte años como Director del «Hogar de San José» para personas sin hogar, en Buenos Aires. En la actualidad vive en Roma y forma parte del equipo de escritores de La Civiltà Cattolica. Entre sus publicaciones: El olor del Pastor (2015); Cuidar al Pastor (2016). Semanalmente publica sus Contemplaciones del Evangelio en el blog www. diegofares.com

4/ Entrevista al autor:

Autor de ‘Diez cosas que el Papa Francisco propone a los sacerdotes’ (Claretianas)

Diego Fares: «Con Francisco estamos viviendo un ‘kairos’, un tiempo de gracia»

«Yo me quedo con su fidelidad en la amistad: es algo a toda prueba»

(Publicaciones Claretianas).- El Padre Diego Javier Fares forma parte del Colegio o Comunidad de escritores de La Civiltà Cattolica, la revista decana de Italia y órgano «oficioso» de la Santa Sede, cuya edición Iberoamericana en español acaba de ser estrenada.

Este jesuita argentino, discípulo y amigo del Papa Francisco, vive actualmente en Roma y, tras años de docencia y atención social a los más pobres en «El Hogar de San José», en Buenos Aires, se dedica actualmente al «apostolado de la prensa».

Estos días está saliendo a las librerías el libroDiez cosas que el Papa Francisco propone a los sacerdotes (Publicaciones Claretianas) que el propio Francisco ha querido prologar con una carta de agradecimiento al autor. El libro será presentado el próximo día 23 de febrero en el Pontificio Colegio Español.

Padre Diego, en medio de la cultura digital en la que vivimos, ¿el ministerio de la Palabra escrita es todavía algo que podemos considerar como un ministerio «de frontera» para los miembros de la compañía?

Decía el Padre Mateo Ricci, misionero en China, acerca de su libro Sobre la Amistad: «Esta «Amistad» me ha dado más crédito a mí y a la Europa que todo lo demás que hemos hecho». La palabra escrita -en papel o en digital- si es testimonio de la palabra escrita en el corazón y traducida en obras de misericordia, es lo que permite establecer puentes allí donde las culturas tienen sus fronteras.

¿Cree usted que desde la llegada de Francisco estamos viviendo un tiempo nuevo en la Iglesia? ¿En qué sentido?

Todos experimentamos el «aire nuevo» que el Espíritu está soplando en la Iglesia y que entra cada vez que Francisco abre una puerta, ya sea para salir él a los países y lugares de frontera, esos que nadie visitaba, como para invitar a entrar a los que se sentían lejos o directamente excluidos. Ciertamente, estamos viviendo un «kairos», un tiempo de gracia.

¿Cuándo y en qué circunstancias conoció a Bergoglio? ¿Qué es lo que más destacaría de su personalidad?

Lo conocí a los 20 años, cuando intentaba discernir si el Señor me llamaba a la Compañía. De allí en más fui su discípulo, no muy bueno pero sí leal a lo largo del tiempo. Es muy lindo compartir hoy este deseo de escucharlo y de seguirlo con unos cuantos miles de millones de personas. De su personalidad se pueden señalar muchas cosas que están a la vista de todos. Yo me quedo con su fidelidad en la amistad: es algo a toda prueba. Bergoglio siempre tiende la mano como amigo, genera amistades, con él y de otros entre sí, y cultiva la amistad incansable y renovadamente a lo largo del tiempo.

Vayamos a su nuevo libro: ¿Por qué cree que Francisco insiste en el tema de los sacerdotes?

Su cariño por los sacerdotes forma parte de su ADN sacerdotal. El que es cura quiere a los otros curas porque no se es pastor individualmente sino como grupo, en el único Buen Pastor que es el Señor.

Cómo eligió estas «diez cosas» de entre todas las que dice Francisco a los sacerdotes?

La idea vino del editor, que ha iniciado esta colección con buen tino, creo yo, ya que este «género» de las diez cosas atrae. Tomé cinco de algo que dijo al vuelo al terminar el día de Ejercicios Espirituales que nos dio a los sacerdotes durante el año de la misericordia y le agregué otras cinco que ha ido diciendo a lo largo de mucho tiempo, allá en Argentina y ahora siendo Papa, que a mí me han hecho bien.

¿Y se puede saber cuáles eran unas y otras?

Las del Santo Padre fueron esas recomendaciones tan de su estilo con que nos dice «No pierdan»: no pierdan la oración, el dejarse mirar por la Virgen, el celo apostólico, la cercanía con la gente y el buen humor. A esas les agregué la de «poner el hombro y poner el corazón», la del discernimiento, en el que tanto insiste, la de la misericordia en la confesión y la de las prédicas u homilías cortas. Y la última, acerca de cómo «al cura se lo reconoce por cómo anda ungido su pueblo», que en verdad recapitula todas.

Se ve que al propio Francisco le han gustado, pues le ha escrito a usted una carta que incluye el libro agradeciéndole este servicio…

Esos detalles suyos son una gracia extra que pone un toque personal al anuncio, en orden a que haga bien. Con el padre Ángel Rossi, con quien hemos escrito varios libros (hace poco salió en Argentina otro para los sacerdotes que se titula Cuidar al Pastor), siempre decimos que lo mejor de nuestros libros son los Prólogos. El de nuestro primer libritoPequeños gestos con gran amor, nos lo hizo Bergoglio cuando era Obispo. Se le agregan otros de buenos amigos: Hugo Salaberry, Domingo y María Chimondeguy, Mamerto Menapace, Antonio Spadaro… y ahora este de nuestro Papa Francisco.

Francisco ha anunciado para el año que viene un sínodo sobre las vocaciones y los jóvenes. Parece que hay una crisis muy grave y que las vocaciones especiales tienen muy mala prensa (abusos, escándalos…) ¿El Señor sigue llamando a los jóvenes a la vida sacerdotal y religiosa?

¡Claro que sigue llamando! Hace unos días entró al Seminario de Mendoza un sobrino mío y yo le escribía de la alegría que me causa ver que entran jóvenes de la «era Francisco». Con esto quiero decir que si bien el Señor siempre llama es importante que las estructuras de la Iglesia en las que el llamado se concreta tengan puertas abiertas como las que propone Francisco y no puertas que esconden cosas antievangélicas.

¿Qué hace falta hoy para atraer vocaciones sacerdotales?

Creo que en una época en que casi todos los compromisos permanentes están en crisis, hay tres que permanecen incuestionables y que es bueno presentarlos como algo que requiere toda la vida (y un trabajo extra en el cielo).

¿Y cuáles serían estos compromisos específicos?

Uno es el ministerio de ser pastores de los más pobrecitos y excluidos de este mundo. La sed de justicia ante tamaña inequidad no es algo que sacien compromisos part-time.

El otro, es el compromiso con la Palabra: la apasionante tarea de descubrir el Evangelio que el Espíritu ha sembrado en cada cultura y que requiere predicadores que lo sepan escuchar y anunciar en cada lengua.

El tercer compromiso tiene que ver con los sacramentos. San Alberto Hurtado decía que «la Misa era su vida y su vida una Eucaristía prolongada». El Señor encarnó su gracia en realidades materiales y requiere que haya quien ponga toda la materialidad de su tiempo para que estos sacramentos le lleguen a la gente.

Francisco está subrayando mucho la importancia de la formación sacerdotal…

Sí. Y sobre todo la formación en el discernimiento. Es que la complejidad de las situaciones en las que se desarrolla la vida de la gente no tolera respuestas rígidas y de manual. Hace falta formarse en el arte del discernimiento, que afina el oído para escuchar las mociones y la voz del Espíritu Santo Creador, en medio del caos y de la Babel moderna. El Espíritu conduce de cerca y con calidez al que se anima a escuchar su lengua materna.